El Universal/ La Voz de Michoacán Ciudad de México. La carne de cerdo suele calificarse como dañina y peligrosa; sin embargo, María Salud Rubio Lozano, académica de la Facultad de Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, afirma que su contenido de grasa intramuscular es semejante o inferior a la carne de otros animales como: res, oveja, cabra y borrego. Además proporciona una fuente importante de proteínas, vitaminas, aminoácidos y minerales. Contrario a lo que popularmente se piensa, la carne de cerdo no proporciona grandes niveles de colesterol; 100 gramos proporcionan 35 miligramos de acuerdo al Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA). Sus derivados procesados industrialmente suministran una mayor cantidad; como el tocino, el cual provee 110 miligramos por cada 100 gramos. La académica desmiente el mito acerca de que existe sustento científico que indique que la carne de cerdo se prohíba a enfermos, niños o adultos mayores. Asimismo, niega que por sí sola transmita cisticercosis; considera que “para ello debería estar contaminada con materia fecal que contenga huevos de Taenia solium, es poco probable si se compra en establecimientos donde hay refrigeración, está empacada y proviene de rastros TIF”. La mala reputación del cerdo se debe a las condiciones en las que acostumbra vivir, -en lodo, lo cual es responsabilidad del criador- a mitos -se encuentra lleno de grasa, lo cual desmiente la académica-, las condiciones en las que se come -puestos insalubres en la calle- y a los procesos de cocción -exceso de aceites-. Comprar carne de cerdo en lugares que no cuentan con certificados de calidad suficientes, cocerla de manera ineficiente y dejarla crudo, o comerla cuando un doctor recomienda evitar su consumo puede potenciar enfermedades. Aquí algunas recomendaciones para el consumo de carne de cerdo: Cuando vuelvas del supermercado mete inmediatamente la carne al congelador; demasiado tiempo fuera de la temperatura adecuada puede descomponerla. Sigue procesos como asado y cocido; evita agregar ingredientes que potencien los niveles de grasas. Asegúrate de que la carne esté cocida totalmente cuando la vayas a consumir, de lo contrario podrías contraer triquinosis. Una cocción adecuada eliminará parásitos y bacterias. Por más ricos que se vean los tacos o las carnitas, evita comerlos en establecimientos insalubres. Limita el consumo de embutidos derivados de este animal, ya que su proceso de industrialización es diferente y en exceso pueden ser dañinos para la salud. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha relacionado el consumo excesivo de carne roja con el cáncer de colon, así que evita excederte.