Redacción / La Voz de Michoacán Ciudad de México. En de la Cámara de Diputados continúa la discusión de la reducción de la jornada laboral de 40 horas a la semana, en vez de las 48, entre argumentos a favor y en contra. En el Parlamento Abierto: Marco convencional de la jornada laboral y modelo de reducción en otros países, celebrado así en la sesión del 6 de noviembre, Mario López, director del Centro de la OCDE, abordó los beneficios que la reducción tiene para las empresas y los trabajadores en términos de productividad, competitividad, salud e igualdad. Señaló que es necesario que los empleados tengan tiempo para el cuidado personal y para sus traslados a sus hogares, ya que México actualmente no tiene un balance adecuado entre trabajo y vida. “El balance entre vida y trabajo es uno de los pilares del desarrollo económico. Desafortunadamente, México es el país con el peor balance entre vida y trabajo de acuerdo con el Better Life Index”, comentó el director. Así mismo, Patricio Flores, Secretario General del SITATYR, recalcó que se habían incrementado las vacaciones y los salarios sin que hubiera ninguna repercusión para las empresas. Del mismo modo, comentó sobre el estrés que padecen los empleados: “En los tiempos actuales el trabajo sin duda nos ha llevado a grados de estrés que solo los vemos cuando nos encontramos a un trabajador visitando a un psicólogo”. Se ahondaron en detalles sobre el proceso de implementación de esta legislación, que debería llevarse a cabo de forma gradual. Erika Quevedo, Directora General del Consejo de Empresas Globales, recordó el caso de otros países que redujeron las jornadas laborales contemplando un periodo de adaptación para que las empresas dieran cumplimiento. “La aplicación gradual ha permitido a los sectores privados de ese país planificar los impactos económicos y operativos que la reforma representa para todas las industrias”, explicó. Por otra parte, el Representante Patronal ante la Comisión Nacional de Salarios Mínimos, Octavio Benavides, señaló que contemplando a los 28 millones de mexicanos que afectaría esta reforma se dejarían de trabajar 105 millones de horas semanales. El representante argumentó acerca del impacto hacia las empresas: “Tendríamos que salir las empresas buscar 2.6 millones de trabajadores que, como ya dijeron, no los podemos reclutar el día de hoy por una escasez de mano de obra que tenemos en muchas regiones del país”. Entre los argumentos dados en contra de esta reducción se encuentran la inflación de los precios como consecuencia del incremento de los costos de producción, debido a que las empresas buscarán minimizar las pérdidas económicas derivadas de la reforma. Así mismo, se habla de la posibilidad de que los trabajadores caigan en trabajos informales que no se adapten a la jornada legislada, vulnerando sus derechos laborales. Ángel Guevara, miembro de la coordinación jurídica de la CTM, explicó “No debemos dejar de contemplar que esta reforma si se logra nos obligará a revisar los salarios, puesto que su alcance podría orillar al trabajador a buscar otros trabajos o caer en la informalidad.” La sesión realizada en el Palacio Legislativo de San Lázaro fue el último debate que se realizaría al respecto, dando comienzo a la mesa de diálogo de este 13 de noviembre.