Chucho Monge y su música en pantallas cinematográficas

Tuvo participación en orquestas en el mundo del cine en compañía de celebres compositores

Foto: Especial

Redacción/ Jaime Vázquez

La doceava edición del Festival Internacional de Cine de Morelia rindió homenaje a Jesús Monge Ramírez, el gran compositor michoacano Chucho Monge. En esa ocasión el FICM musicalizó su spot de identificación con una versión orquestada de la célebre México lindo y querido, himno alternativo de la mexicanidad. El catálogo del Festival contiene un breve texto de Eduardo de la Vega Alfaro que recorre la vida del compositor michoacano. Homenaje a un gran autor de música popular, un emblema de identidad.

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Los vínculos de Chucho Monge con el cine no se limitan a la simbólica interpretación que Jorge Negrete hizo de México lindo y querido en Siempre tuya (1952) de Emilio Fernández. Se extienden a más de 130 películas que tomaron su música como tema, remanso o lucimiento de los muchos intérpretes que le dieron voz a nuestro cine.

Chucho Monge nació el 9 de noviembre de 1910 en Morelia. En los treinta, Agustín Lara o Alfonso Esparza Oteo, mayores que Monge, figuraban como maestros y referentes de la música popular. Con ellos y otros compositores, Monge fundó la Sociedad de Autores y Compositores de Música en 1945, la actual SACM.

Foto: Especial de Chucho Monge

Monge participó en la industria cinematográfica entre 1935 y 1949. Escribe la música para Más allá de la muerte (1935) de Ramón Peón, producida por la veracruzana Adela Sequeyro. Su trabajo como musicalizador en esos años continuó con ¿Qué hago con la criatura? (1936) de Ramón Peón, y El superloco (1937) de Juan José Segura.  

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Como actor participa en Eterna mártir (1937) de Juan Orol, al lado de Consuelo Moreno y Juan José Martínez Casado; Los bohemios (1935) de Rafael E. Portas, compartiendo escena con Julián Soler y Amelia de Ilisa; y en la más conocida Cuando los hijos se van (1941, adaptación de Juan Bustillo Oro de una exitosa radionovela), con un gran reparto encabezado por Fernando Soler, Sara García, Emilio Tuero y Joaquín Pardavé.

Su trabajo en la música continúa con Aventurero del mar (1939) de Carlos Véjar hijo; Los dos pilletes (1942), versión mexicanizada de un folletín francés, a cargo de Alfonso Patiño Gómez, con Miguel Arenas y la michoacana Consuelo Frank, y con los niños Narciso Busquets y Leopoldo “Polito” Ortín; La feria de las flores (o El valiente Valentín, 1943) de José Benavides, con Antonio Badú, María Luisa Zea y la michoacana Stella Inda; Dulce madre mía (1943) de Alfonso Patiño Gómez sobre un relato de Edmundo D´Amicis; Cruel destino (1944) de Juan Orol; El niño de las monjas (1944) de Mario del Río, con el torero Luis Procuna; Rayando el sol (1946) de Roberto Gavaldón, con Pedro Armendáriz y Domingo Soler; El jinete fantasma (1946) de Rafael E. Portas; Mujer (1947) de Chano Urueta, con Esther Fernández y Agustín Irusta; y Dicen que soy mujeriego (1949) de Roberto Rodríguez, con Sara García, Pedro Infante y Silvia Derbez.     

Pero sus canciones, fragmentos sonoros del alma de México, están en muchas películas a partir del final de los años cuarenta.

Canta y no llores (1949) de Alfonso Patiño Gómez, con Irma Villa y Carlos López Moctezuma, es el pretexto para llevar a la pantalla versiones de la música de Monge y de otros autores, como Pepe Guízar o Federico Ruiz.

Entre muchas otras en Las mujeres de mi general (1951) de Ismael Rodríguez; en Pa´qué me sirve la vida (1961) de Jaime Salvador; en El rediezcubrimiento de México (1979) de Fernando Cortés; en la producción estadounidense Traición sin límites (1987) de Walter Hill; en Revenge (1990) de Tony Scott.

En un episodio de la serie de televisión Los Soprano, y en películas más recientes como Guten Tag, Ramón (2013) de Jorge Ramírez Suárez o ¡Que Viva México! (2023) de Luis Estrada.      Chucho Monge, creador de melodías que cantan nuestra identidad, afirmó en alguna ocasión: “Como michoacano, estoy encantado de serlo, y si no lo fuera, quisiera serlo. Como hombre, soy muy feliz por las cosas que he realizado”.


Jaime Vázquez, promotor cultural por más de 40 años. Estudió Filosofía en la UNAM. Fue docente en el Centro de Capacitación Cinematográfica. Ha publicado cuento, crónica, reportaje, entrevista y crítica. Colaborador del sitio digital zonaoctaviopaz.
@vazquezgjaime