Arved Alcántara / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. A pocos días de celebrarse el natalicio del héroe de la Independencia, don Miguel Hidalgo y Costilla, el espacio educativo nombrado en su honor en Morelia, el Primitivo y Nacional Colegio de San Nicolás de Hidalgo, sigue siendo un lugar relevante no solo en términos históricos, sino también dentro de la identidad de la Universidad Michoacana, la vida cultural de la ciudad capital e incluso en su actividad turística nacional e internacional. Según información de archivo, el edificio que alberga al Colegio Primitivo de San Nicolás de Hidalgo data del siglo XVI, y su riqueza histórica se remonta aproximadamente a 1580, año en que se estableció el Colegio de San Nicolás Obispo, anteriormente ubicado en Pátzcuaro. Sin embargo, en ese momento, la estructura era de adobe, situación que cambió en 1630 con una reconstrucción que incorporó mampostería de cantera. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. Al igual que otros edificios de la actual capital michoacana, el colegio experimentó cambios políticos y sociales significativos en su época. A principios del siglo XIX, las repercusiones del movimiento de independencia, encabezado por un selecto grupo de maestros y alumnos nicolaitas, entre los que destacan Miguel Hidalgo y Costilla, José Ma. Morelos, José Sixto Verduzco, José Ma. Izazaga e Ignacio López Rayón, llevaron al gobierno virreinal a clausurarlo. Se cerraron sus puertas y se utilizó como cárcel y cuartel militar. Se considera que estas actividades deterioraron el sitio de manera significativa, por lo que tuvo que ser remodelado antes de reabrir en 1847 con el nombre de Colegio Primitivo de San Nicolás de Hidalgo, en homenaje a Don Miguel Hidalgo y Costilla. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. A su historia, se suma otro cierre durante la intervención francesa, aproximadamente entre 1863 y 1867, seguido de más trabajos de remodelación. Antes de que finalizara el siglo, el entonces presidente Porfirio Díaz donó el monumento a Miguel Hidalgo que aún se encuentra en el lugar. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. El Colegio Primitivo suele ser una parada obligatoria para turistas nacionales e internacionales que visitan la capital michoacana. Su ubicación privilegiada sobre la avenida Madero, a solo cuadra y media de la catedral metropolitana, una cuadra del Palacio Municipal, frente al Centro Cultural Universitario y la Biblioteca Pública universitaria, y a pocos pasos del Centro Cultural Clavijero y del Jardín de las Rosas, lo convierte en un lugar de gran atractivo. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. Existen varias razones para que los turistas visiten este sitio, empezando por el hecho de que una escuela pública, conocida coloquialmente como Prepa 1 ocupa un edificio histórico con siglos de antigüedad. A esto se suman los jardines que adornan su interior y su arquitectura que forma parte del centro histórico moreliano, reconocido como Patrimonio Cultural de la Humanidad. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. Los amantes del arte también encuentran motivos para visitar este espacio, ya que en su segunda planta se pueden admirar las obras "Morelos en Apatzingán" y "En defensa de la patria", firmadas por Fermín Revueltas en 1932. A estas piezas se suma el mural "Paisaje y Economía de Michoacán" realizado entre 1933 y 1934 por Marion Greenwood, una reconocida artista estadounidense que se hizo célebre por residir en México y aprender del movimiento del muralismo. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. Otro elemento crucial de esta sede es el Aula Mater de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), un auditorio de gruesas paredes de cantera que sirve para fines académicos, pero que también ha albergado numerosos eventos académicos, gubernamentales y culturales. Desde conferencias sobre gobernabilidad, charlas sobre transparencia y acceso a la información, hasta exposiciones sobre periodismo, este auditorio ha sido testigo de diversos acontecimientos. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. Las características del Aula Mater también la convirtieron en una sede obligada durante el Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM). Durante años figuró como sala de proyección de funciones gratuitas, priorizando películas de valor histórico y documentales mexicanos o internacionales. Los asistentes a estos eventos han tenido la oportunidad de disfrutar de películas de cine negro mexicano en una sala de cantera rosa única en su tipo. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán.