Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. A menos de un año de que termine la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, el gobierno federal asestó cuatro golpes estratégicos con la detención de alfiles de los grupos del crimen organizado: El Nini, El CR, El Tartas y El Padrino. Los cuatro operadores del narco fueron capturados en sólo dos semanas, en un viraje de la estrategia de los abrazos al de las detenciones de aquellos que conocen las operaciones internas en el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación, el Cártel del Noreste y La Familia Michoacana. El Nini, Néstor Isidro Pérez Salas, fue detenido en Culiacán, Sinaloa, el pasado 22 de noviembre, durante un operativo encabezado por la Guardia Nacional, en ejecución de una orden de aprehensión con fines de extradición a Estados Unidos. Encargado de la seguridad de Los Chapitos, los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, El Nini es el único de los cuatro detenidos que enfrenta acusaciones federales en Estados Unidos, con dos casos que involucran crimen organizado, tráfico de drogas y portación de armas de fuego. Además, es señalado de tener su propia red de distribución de drogas sintéticas. Ese mismo día, la Marina estuvo a punto de asestar otro golpe de alto nivel, sin embargo, el objetivo logró escapar, tras un operativo en el fraccionamiento Cima Park, de Zapopan, Jalisco. Las fuerzas federales iban tras Audias Flores Silva, El Jardinero, vinculado al Cártel Jalisco Nueva Generación. El Jardinero tiene acusaciones federales pendientes en Estados Unidos por tráfico de cocaína y heroína, así como por uso de armas de fuego. El gobierno estadunidense lo señala como uno de los personajes al mando del Cártel Jalisco en Nayarit. El que sí fue capturado el 25 de noviembre fue Juan Carlos Pizano Ornelas, El CR, jefe de plaza de ese mismo cártel en los municipios de Tapalpa, San Gabriel y Zapotitlán, en el estado de Jalisco. Autoridades federales lo vinculan con el secuestro y desaparición del coronel José Isidro Grimaldo Muñoz a inicios de este año. El 29 de noviembre soldados detuvieron en Nuevo Laredo, Tamaulipas, a César Alejandro Silva, El Tartas. Tenía consigo armas de fuego, además de pastillas de fentanilo. Es señalado como un importante generador de violencia en el noreste. Se presume que trabajaba bajo las órdenes de Juan Cisneros Treviño, Juanito Treviño, jefe de plaza del cártel en Nuevo Laredo. La pinza se cerró el mismo día, pero en la Ciudad de México, donde se frustró la intención de La Familia Michoacana de asentarse en la capital del país. Elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana detuvieron a Alfredo Castro Pineda, El Padrino, quien según las investigaciones es operador de una célula de La Familia Michoacana. Otros capos también han sido detenidos en la administración de López Obrador. Por ejemplo, José Antonio Yépez Ortiz, El Marro, líder del Cártel de Santa Rosa de Lima, quien fue capturado el 2 de agosto de 2020. O José Alfredo Cárdenas Martínez, El Contador, identificado como líder del Cártel del Golfo y sobrino de Osiel Cárdenas, detenido por tercera ocasión el 19 de febrero de 2022. También se recapturó a Rafael Caro Quintero el 15 de julio de ese año y a Ovidio Guzmán, hijo del Chapo, el pasado 5 de enero.
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