Jorge A. Amaral Aquí no hay habitantes, sólo clientes,elijes a tus presidentescomo si fueran tus pretendientesAlcolirycoz Como parte de sus ya tradicionales lanzamientos decembrinos, el grupo de rap colombiano Alcolirycoz sacó hace algunos días el tema “Medellificación”, una franca crítica a la gentrificación en aras de satisfacer la demanda turística, pero también aborda la precarización laboral disfrazada de desarrollo, el racismo y la xenofobia. Fieles a su identidad, siempre crítica, siempre apartidista, al final de la canción dejan un mensaje muy claro: “No utilices nuestra música pa’ promocionar tu podrida campaña política, que a ninguno le creemos: al futbol callejero es el único partido al que pertenecemos”. Quizá eso tiene que ver con lo que escribiré a continuación, probablemente no, sólo quería compartirlo con usted. Ahora sí, entrando en materia, esta semana, el dirigente estatal de Morena, Juan Pablo Celis, hizo un airado llamado al diputado Gerardo Fernández Noroña, vocero de la candidata (bueno, “pre”, no queremos que el INE pierda su inocencia) Claudia Sheinbaum, para que no se meta en la designación de candidatos a senador por Morena en Michoacán. En otro contexto, el llamado sería justificado, necesario y pertinente, pero en el contexto local parece una broma de pésimo gusto y sólo refleja lo que le he comentado en otras ocasiones: la perredización de Morena (¿o el amorenamiento del PRD?). El llamado de Juan Pablo Celis obedece al miedo que tanto Carlos Torres Piña como Giulianna Bugarini tienen de que desde la Ciudad de México den línea para que la candidatura morenera a la senaduría recaiga en Raúl Morón, ajeno al séquito bedollista y que, de empoderarse más, en el siguiente relevo en el Solio de Ocampo podría dejar sin candidatura a los cortesanos del gobernador. Pero además, habría que checar si en ese llamado no hay conflicto de intereses porque resulta sospechoso que el líder morenista llame a que agentes “externos” se mantengan al margen de un proceso en el que su exesposa participa con grandes ilusiones de ser senadora y, dicen, abonar a la cuatroté, ¿o de qué otra manera se puede explicar el interés del dirigente en quién queda como candidato?, ¿acaso no debe ser imparcial y acatar el resultado, si es que de verdad es un proceso democrático? No es que sea uno insidioso, pero es que, después de ver el caso de Javier Favela (que aún no se resuelve) asustan los alcances de los matrimonios de la política y los conflictos de interés que se generan. No sabemos si Raúl Morón quedará como candidato a senador, y en realidad no es algo que me quite el sueño o el apetito, pero sería una pena que por la intromisión del poderoso Noroña se vieran truncados los sueños de dos jóvenes políticos desinteresados, a quienes México necesita por ser su participación un factor determinante para el buen futuro de la Cuarta Transformación y que, de esa forma, el legado del presidente López Obrador perdure por muchas generaciones. Guiño, guiño. Nicolaitas, carne de cañón La Escuela Secundaria Popular Felipe Carrillo Puerto, de Morelia, fue fundada hace 47 años pensada para atender a niños y jóvenes de escasos recursos. Nació en el seno de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo en noviembre de 1976, instalándose a espaldas del Colegio de San Nicolás, alma máter de la Michoacana, en oposición a un sistema educativo clasista, elitista y antidemocrático. A fin de apoyar a jóvenes provenientes de colonias populares y zonas periféricas de Morelia, y hasta de otros municipios, la secundaria se apoya en el trabajo voluntario de profesionistas de diversas instituciones, muchas de ellas escuelas y facultades de la misma UMSNH. Así son los profesores y personal administrativo, junto con los estudiantes, quienes mediante la autogestión y apoyo solidario de algunas organizaciones solventan las necesidades materiales. En 2021 se dio el primer intento de desalojar a la secundaria del inmueble que ocupa. La Rectoría, encabezada entonces por Raúl Cárdenas Navarro, acusaba que en el plantel se lucraba para favorecer intereses particulares, aunque nunca especificó cuáles. Otro argumento señalado en esa demanda fue que la escuela se negaba a la reparación o renovación del inmueble, pero es el mismo personal directivo el que gestiona los apoyos. Ahora, dos años después, la Rectoría, ahora encabezada por Yarabí Ávila, inicia de nuevo el asedio a la secundaria y para ello recurre a tácticas burdas, incluso rayando en la bajeza, como amenazar con el uso de la fuerza. El argumento de la Universidad ya no se centra en presuntas irregularidades ni cosas difíciles de comprobar, sino que ahora incluso fomentan el clasismo diciendo que son los propios maestros y alumnos de San Nicolás los que demandan ese espacio porque, dicen, ya no caben, siendo que desde 2017 la matrícula nicolaita disminuyó. En la secundaria estudian 170 jóvenes, hijos de la clase trabajadora, esa de la que la rectora y muchos funcionarios ignoran por vivir en la burbuja del privilegio y las mieles del poder, tan es así que la intención es usar el espacio de seis salones y un patio para instalar una cafetería y el resto, dicen, destinarlo al Colegio de San Nicolás. Pero es que en esto hubo un detalle que me llamó mucho la atención, porque en las redes sociales de la Michoacana, cuando se publicó este tema, muchos alumnos de San Nicolás desmintieron la falta de espacios y hasta se mostraron solidarios con los estudiantes de la secundaria, pero el encargado de las redes sociales de la Universidad borró dichos comentarios en un acto de censura. De momento pensé que había sido algo muy aislado, pero a través de un boletín, los directivos de la escuela indicaron que “ante el contundente apoyo de la comunidad en las redes sociales a la Secundaria Popular, los responsables de redes de la UMSNH han contratado una granja de bots para ‘respaldar’ la ilegítima intención de despojar a la secundaria de su edificio histórico. Desde la Dirección Coordinadora realizamos un llamado a los padres de familia, exalumnos, organizaciones sociales, populares y de DDHH, para que expresaran su apoyo y solidaridad con la defensa de la Secundaria Popular en la página de Facebook de la Universidad. Debido a la gran respuesta a favor de Secundaria, los responsables de redes de la UMSNH bloquearon cuentas y han intentado contrarrestar las muestras de apoyo creando perfiles falsos”. En virtud de esa bajeza, llamaron a “los nicolaitas honestos, universitarios humanistas y defensores de la educación pública”, a firmar una petición en la plataforma change.org la “CARTA DE SOLIDARIDAD CON ESCUELA SECUNDARIA POPULAR ‘CARRILLO PUERTO’”, a través del enlace https://chng.it/WQtKBV4Bby. Yo ya firmé. Pero no sólo eso, personal de Rectoría llenó el Aula Máter de San Nicolás con estudiantes como para decir “miren qué aporretados estamos; compañeros, debemos demandar nuestro espacio”. O sea, azuzaron a estudiantes menores de edad para que sean la carne de cañón en un interés que sólo está en la Rectoría, porque ni los sindicatos apoyan el intento. Y es que, si bien legalmente se trata de un intento de desalojo a la escuela, en realidad estamos ante una intentona de despojo a los estudiantes, porque al desalojar la secundaria se le estaría condenando a la desaparición, despojando a los alumnos del acceso a la educación pública, laica y gratuita, garantizada en la Constitución y uno de sus derechos humanos. ¿Acaso ya se le acabó el morenismo a la rectora? ¿No que por el bien de México, primero los pobres? ¿Y el humanismo que siempre ha presumido la Universidad Michoacana? Lo malo de poner la educación en manos de políticos es que, si sus intereses o su necedad están de por medio, son capaces de limpiarse la suela de los zapatos (no quiero ser grosero) con cuanto principio rector o precepto moral se les atraviese. Ya después de la manifestación que el personal, padres de familia y alumnos de la secundaria realizaron este viernes, a ver si al gobernador, patrón y mecenas de la rectora, se le ablanda el corazón y como buen nicolaita que siempre dice ser reconoce la importancia de la Secundaria Felipe Carrillo Puerto. Finalmente, si la rectora quiere una cafetería en el Centro, no sé, que rente un local o, mejor aún: que use el Centro Cultural Universitario, a ver si la dejan, porque no es lo mismo enfrentarse a un puñado de maestros y niños de secundaria que a un sindicato. Es más, se la pongo fácil, casi regalada: que intente desalojar una de las casa del estudiante, que en el Centro abundan, a ver si las tácticas mediáticas le funcionan, a ver si de veras como ronca duerme. Es cuánto.