“Eras mucha gente para este mundo tan podrido”: así despide Ana a su hijo Héctor, asesinado en Salvatierra

Despedida de una madre: “Yo sabía que eras prestado, pero no quería devolverte tan pronto, no así, no ahora. Vuela alto y canta a todo pulmón ‘Una aventura’ y ‘Una página más’, que es lo que más te gustaba”.

Redacción / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. “Gordito de mi corazón (…), yo sabía que eras prestado, pero no quería devolverte tan pronto (…); eras mucha gente para este mundo tan podrido”, así es parte del emotivo mensaje, a la vez desgarrador, de Ana a su hijo Héctor, uno de los jóvenes masacrados la madrugada del domingo durante la celebración de una posada en Salvatierra, Guanajuato.

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Héctor Almaraz, junto con Thalía Cornejo, Galileo Almanza, David Hernández, Irving Ruiz, Antonio Sánchez, Marco López, Emiliano Vargas, Tadeo Cornejo, Alberto Ramírez y Macarena Becerril, son 11 de las 12 víctimas mortales tras el ataque de un grupo armado en la ex hacienda San José del Carmen, donde se llevaba a cabo el evento.

“Te amaré hasta el final de mis días, esperaré paciente el momento de volver a abrazarte: tu mamá”, así finalizó Ana Maura Rivera el escrito de despedida a quien de cariño llamaba “Gordito” y a quien definió como el del corazón más puro y la sonrisa más sincera.

“Mi niñote bello, de ojos bonitos, no sólo te vas tú, te llevas la alegría de la casa, las risas espontáneas, los abrazos sinceros, los chistes raros, las vaciladas, me dejas hecha pedazos que no sé cómo acomodar. ¿Quién va a cantar y escuchar música todo el día? ¿Quién me va a regañar por estar achacosa? ¿Quién se acostará junto a mí para que le rasque la cabeza? ¿Quién me dirá ‘te amo ma’, cada vez que me llamaba?”, expresó Ana.

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En el mensaje también se lee una contundente frase: “Eras mucha gente para este mundo tan podrido”.

“Vuela alto y canta a todo pulmón Una aventura y ‘Una página más’ que es lo que más te gustaba”.

Por su parte, otra familiar, identificada en Facebook como Lucy Qorazon Rivera, se refirió a Héctor como su “su niño precioso, el ojitos verdes más guapo, el del corazón de oro y sonrisa noble; el niño que siempre recordaremos como fue: feliz, cantador y enamorado”.

“Hoy, Diosito quiso ponerle sus alas al más bonito ángel y llevárselo para que allá en el cielo (donde estoy segura que está, porque era un niño muy bueno) les contará chistes y los hará pasar hermosos momentos como a nosotros nos los dio”.