Abril García / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. La suspensión, irregularidad y desregulación del abastecimiento de agua en las colonias morelianas se muestra como una problemática relevante en la actualidad. Tras una recopilación de datos realizada por este medio, se observó una diferencia considerable entre las colonias populares y los residenciales privados en términos del agua potable que tienen a su disposición de manera semanal. Las colonias que han reportado que el suministro de agua es casi nulo y que se ven forzados a adquirir pipas de agua son Valle del Real, Villas del Pedregal, Barranca del Muerto, Puerto de Buenavista, Peña Blanca y Felipe Carrillo Puerto. Así mismo, las colonias Solidaridad y Realito expusieron que el agua que cae en sus domicilios se muestra contaminada. Así mismo, las colonias que únicamente disponen de suministro de agua una vez por semana son Villas del Sur, Primo Tapia, Eduardo Ruiz, Jesús Romero Flores, Unión Ejidal y Nuevo Amanecer, según los reportes realizados por los usuarios. Entre las colonias que cuentan con agua dos veces por semana destacan Ignacio Ramírez, Vicente Guerrero, Rómulo del Valle, Enrique Ramírez, José Pino Suárez, Leandro Valle y Batalla de Morelia. Finalmente, las que obtienen acceso a este recurso tres veces por semana son Isaac Arriaga, Villas del Real, Colinas del Sur y Ventura Puente. SIN PROBLEMA DE ABASTECIMIENTO Los reportes indican que las zonas de Manantiales, Centro y Chapultepec usualmente no tienen estos problemas con el suministro de agua, así como las colonias Adolfo López Mateos y Nueva Valladolid. Sin embargo, las áreas que parecieran estar completamente deslindadas del problema son aquellas favorecidas por inversiones gubernamentales y empresariales, como lo son el entronque hacia Tres Marías o los proyectos del túnel a Altozano. Estas zonas de fraccionamientos privados y complejos habitaciones gozan de un acceso al recurso hídrico sin limitaciones, según la información obtenida. Esto se debe a que los procesos de urbanización de la ciudad ocurrieron sobre las tierras de cultivo que actualmente corresponden a Altozano y Tres Marías, en vez de en sitios con vegetación forestal; según apuntan las investigaciones contenidas en el libro “Urbanización, sociedad y ambiente”, escrito por Antonio Vieyra y Alejandra Larrazábal. Acorde con la investigación de ambos autores sobre la urbanización de la ciudad de Morelia, ambos proyectos se consideraban inviables desde su construcción, en el aspecto ecológico, debido a que violaba decretos de protección en la zona y en el aspecto social, debido a que únicamente beneficiaría a un reducido sector de la población con amplios recursos. Sin embargo, fueron construidos con la aprobación de las autoridades gubernamentales pese a las múltiples protestas de organizaciones. Así, la ciudad pasó de ser abastecida por las aguas del río Chiquito provenientes de la hacienda El Rincón, que era transportada mediante el acueducto, a suministrarse por la presa de Cointzio con la creciente demanda de agua, así como de pozos y manantiales a través de sistemas subterráneos repartidos de manera jerárquica, arbitraria y desigual. Foto: Christian Adrián Hernández, La Voz de Michoacán.