EDITORIAL El viernes pasado iniciaron las precampañas locales en Michoacán. Se disputarán ayuntamientos (presidencias, sindicaturas y regidurías), así como diputaciones locales. La normativa electoral no impide que quienes busquen la reelección sigan en los cargos, siempre y cuando garanticen que no harán uso de recursos públicos para alimentar sus aspiraciones electorales. Hay una decena de municipios que son evitados por los partidos políticos debido a la complejidad que representa elegir candidatos y hacer campaña, aunque hasta ahora no hay ningún lugar reservado por nadie. Las mesas de gobernabilidad tienen pendiente la elaboración de un mapa de riesgo en donde se recopilará la información que aporten las áreas de inteligencia policial. Los alcaldes que ya no puedan reelegirse buscarán diputaciones locales o federales, y los diputados que no estén interesados en la reelección están buscando competir por las presidencias municipales de sus distritos. Esto significa que veremos muchos rostros repetidos pidiendo el voto en las próximas semanas, derecho que tienen siempre y cuando no hayan sido inhabilitados o estén inscritos en padrones de violentadores. La jornada electoral del 2 de junio implica retos muy importantes para Michoacán, pues se juega la mayor cantidad de cargos, lo que implica una organización muy robusta, y seguramente una participación ciudadana superior al 52 por ciento. No olvidemos que habrá más partidos políticos buscando el voto de los michoacanos. En este arranque de campañas, esperemos que todo transite sin contratiempos.