Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. -La expectativa por el próximo cierre del Festival de Viña del Mar se ve empañada por la controversia que rodea la participación del conocido artista mexicano Peso Pluma. Desde diversos sectores, incluido el gobierno, se alzan voces en contra del espectáculo, vinculando al cantante con la narcocultura y generando un debate sobre la responsabilidad de promover este tipo de contenidos en un evento de tal magnitud. Peso Pluma, de 24 años, es reconocido como el principal exponente de los corridos tumbados, una versión moderna de los tradicionales corridos mexicanos que incorpora influencias del rap y el reguetón. Sin embargo, este género también ha dado lugar a los llamados "narcocorridos", que exaltan a líderes del narcotráfico y narran la violencia de los carteles. El pasado octubre, el artista se vio obligado a cancelar un concierto en Tijuana debido a amenazas de muerte por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que lo relaciona con sus enemigos del Cártel de Sinaloa. El gobierno chileno, encabezado por el presidente Gabriel Boric, expresó su malestar ante la presencia de Peso Pluma en el país. La ministra del Interior y Seguridad, Carolina Tohá, afirmó que, si bien el gobierno no censura, le preocupa y no le gusta que se promueva la cultura narco, haciendo todo lo posible por evitarlo. A pesar de estas críticas, la organización del Festival de Viña del Mar confirmó el jueves la participación del mexicano. En un comunicado oficial, se sostiene que no se incurrirá en ningún tipo de censura ni discriminación, argumentando que la música es universal y describe diferentes realidades. Peso Pluma, cuyo nombre real es Hassan Emilio Kabande Laija, logró el año pasado posicionarse como el primer mexicano en tener una decena de canciones entre las 100 más populares de Estados Unidos, según la revista Billboard. Además, fue el quinto artista más escuchado a nivel global en la plataforma Spotify. La controversia surge en un contexto de creciente preocupación en la sociedad chilena por el aumento de homicidios y delitos relacionados con el crimen organizado. La tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes ha experimentado un notorio incremento de 4.6 en 2021 a 6.7 en 2022, según cifras oficiales. El concejal René Lues de Viña del Mar solicitó la cancelación del espectáculo, argumentando que como sociedad no se deben romantizar figuras delictivas con un historial de violencia y sangre. Por su parte, el presidente de Televisión Nacional de Chile, Francisco Vidal, abogó por suspender la actuación del cantante, argumentando que no debiera tener un festival que promueva las bandas y el narcotráfico. Desde la llegada al poder en marzo de 2022, el gobierno de Boric ha tomado medidas enérgicas contra la cultura asociada al crimen, destruyendo obras callejeras que rendían tributo a víctimas de pugnas entre bandas, denominadas "memoriales narco", y construyendo plazas de juegos para niños en su lugar. La "narcocultura" se presenta como un componente importante de las estrategias de expansión del mercado de drogas, según Cristian Leporati, académico de comunicación política de la Universidad Diego Portales. Leporati destaca la necesidad de atacar, como Estado y política pública, la estrategia comunicacional del narcotráfico que promociona la cultura narco a través de rituales específicos.