Dulce Olivo / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. - En una decisión contundente, los tribunales federales rechazaron el amparo solicitado por Juan Paulo N., acusado de feminicidio en el caso de Frida Santamaría en Sahuayo. La denegación del amparo, junto con la resolución emitida por el Tribunal del Décimo Primer Circuito, impone la necesidad de que un juez local ordene la aprehensión del imputado. Este giro en los acontecimientos subraya la gravedad del caso y la urgente demanda de justicia por parte de la sociedad. Con la negativa del amparo, se establece un mandato claro para el Poder Judicial del Estado: solicitar a la representación social que reponga el proceso, esta vez con el tipo penal de feminicidio, y proceda a la detención inmediata de Juan Paulo N. Frida, cuyo feminicidio ocurrió el 18 de junio de 2022, dejó un vacío imborrable en su familia y amigos. Descrita como una persona amorosa, atenta y entregada, su madre, Patricia García, aún se quiebra al recordar a su primogénita. Frida, llena de vida, estudiaba fisioterapia con la aspiración de especializarse en la atención de adultos mayores y niños. Aunque su vida fue truncada antes de iniciar una maestría en septiembre de 2022, su dedicación y alegría se destacaban tanto en su ámbito profesional como en el apoyo al negocio familiar de organización de eventos. A pesar de no conocer los detalles de la relación, la madre de Frida notó un cambio en su hija en los meses previos al feminicidio. La joven, antes alegre y atenta, se volvió reservada y, quizás, temerosa. Después de las vacaciones de Semana Santa, regresó con moretones, atribuyéndolos a caídas según sus explicaciones. El fatídico 18 de junio, Juan Paulo atacó a Frida en un evento en el salón de fiestas Versalles, propiedad de su abuela. A pesar de la presencia de aproximadamente 20 personas, el feminicida, descalzo y armado, discutió con Frida antes de dispararle en el torso. Aunque algunos testigos presenciaron el evento, pocos han brindado declaraciones coherentes, sugiriendo complicidad o temor debido a amenazas. Según la versión oficial, después del asesinato, Juan Paulo permaneció unos momentos más en el lugar, recogió pertenencias y el teléfono de Frida antes de retirarse, pasando la noche en Guadalajara. Surgieron relatos de amenazas y corrupción, evidenciando el calvario de la familia. A pesar de la detención inicial de Juan Paulo, su familia, respaldada por influencias políticas, presionó para cambiar el delito a homicidio culposo en un juicio abreviado, liberándolo en enero de 2023. El presunto feminicida, Juan Paulo "N", ingresó en la vida de Frida a principios de 2022, relacionándose con un nuevo círculo de amistades. Aunque pocos sabían de su relación, la familia conoció a Juan Paulo 10 días antes del fatídico evento. Su padre, Alejandro Amezcua, expresidente municipal, y su cuñado, Alfredo Anaya Orozco, ex secretario de desarrollo económico de Michoacán, vinculan al agresor con posibles aspiraciones políticas, añadiendo complejidad al caso. "Es una burla, una burla a la sociedad", expresó la familia de Frida Santamaría García, la joven de 24 años asesinada por Juan Paulo "N" en Sahuayo de Morelos, Michoacán. La indignación surge porque, a pesar de la detención del agresor y la clasificación inicial del caso como feminicidio, de manera repentina y sin previo aviso, se reclasificó el delito, permitiendo la liberación del feminicida, lo que suscita sospechas de posibles intereses políticos involucrados. Los familiares de Frida buscaron amparo a nivel federal para revertir la reclasificación y garantizar una investigación adecuada. Se espero la resolución del amparo entre seis y ocho meses después de abril de 2023. La familia denuncia corrupción, ya que el padre del acusado es Alejandro Amezcua, expresidente municipal de Sahuayo de Morelos, y sucuñado es Alfredo Anaya Orozco, ex secretario de desarrollo económico de Michoacán, ha sido el epicentro de acusaciones de posible intervención política en el caso. Mientras tanto, Juan Paulo vivía sin restricciones en Sahuayo, incluso tras recibir una sentencia de libertad condicional. Las organizaciones feministas han advertido que la liberación pone en peligro a la familia y al proceso, ya que aún está en apelación. La negación del amparo ahora implica que un juez local deberá ordenar la aprehensión del imputado, reponiendo el proceso con el tipo penal de feminicidio. Este episodio legal agrega una nueva dimensión a la lucha de la familia de Frida Santamaría, quienes han buscado incansablemente que se haga justicia en el caso del brutal asesinato de su ser querido. La resolución del amparo ahora coloca la responsabilidad en manos de la justicia local para asegurar que el feminicidio sea tratado con la seriedad y la gravedad que merece. En resumen, la negativa al amparo de Juan Paulo N. marca un hito en la lucha por la justicia en el caso de Frida Santamaría. Establece un precedente importante al reafirmar el compromiso de las autoridades con la investigación rigurosa de los crímenes de género y la búsqueda de justicia para las víctimas.