Omar Cuiriz / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Estamos frente a las elecciones más complejas y grandes en la historia de México; prácticamente en todo el país se elegirán representantes. 3,400 cargos están en disputa. El voto es pieza clave para que todo el proceso electoral que acabamos de vivir adquiera sentido. Es el primer paso directo de la democracia, pues determina quién nos va a gobernar y cómo. Ante tal responsabilidad, se espera que nuestra visita a las urnas sea acompañada un voto informado. Es decir, que conozcamos a profundidad las opciones que tenemos. Que ahondemos en las propuestas de los candidatos, observemos a los personajes políticos que conformaran su gabinete y después de un análisis, tomar la decisión que consideramos más oportuna. Sin embargo, académicos y politólogos han argumentado que el voto informado es casi imposible debido a que los aspirantes a cargos públicos (principalmente los presidenciables), brindan información incompleta, incorrecta, insuficiente y confusa. Además que frecuentemente se niegan a declarar sus bienes patrimoniales e ingresos netos. “Votamos a ciegas, votamos como un acto de fe, sin la información que deberíamos tener, de hecho a exigir como ciudadanos”, ha precisado la politóloga Denise Dresser. Voto nulo La opción que se ofrece ante este último escenario, es lo que se conoce como voto nulo. Los expertos que argumentan a favor de este ejercicio aseguran que “anular también es votar porque es un acto de participación cívica que envía un mensaje claro a la clase política de que este sistema no está funcionando”. En entrevista con La Voz de Michoacán, Mario Teodoro Ramirez, doctor en filosofía y exdirector del Instituto de Investigaciones Filosóficas de la UMSNH, nos recuerda que “la lucha por el sufragio efectivo tiene más de cien años en México, y apenas en las últimas tres décadas hemos dado algunos avances en ese sentido. En la época del régimen autoritario y cerrado, los mexicanos anulábamos nuestro voto absteniéndonos simplemente de ejercer ese derecho. A partir de 1988 la lucha por el respeto al voto ha ido avanzando lentamente pero de forma importante”. Los llamados a la anulación del voto han estado fuera de lugar y no han servido para nada salvo para reforzar el régimen existente, la apatía y el fraude electoral”, concluye. Las razones por las que los ciudadanos toman la decisión de anular, son diversas, como decepción y la necesidad de protesta. Sin embargo, expertos consultados por el observatorio económico México, coinciden en que si se anula se abandona la tarea de evaluar a los gobernantes y establecer pesos y contrapesos en el poder legislativo, y así evitar favorecer a los partidos con la estructura clientelar más amplia. ¿Qué pasa con el voto nulo? Existen muchos mitos alrededor de esta acción; sin embargo, en términos legales sólo existen tres tipos de efectos jurídicos que pueden surtir estos votos. Según el Instituto Nacional Electoral (INE), el voto es considerado nulo si: Cuando en la boleta no se marca ningún cuadro que contenga el emblema de un partido político o candidatura independiente. Cuando hay marcas en toda la bolera sin una definición clara de haber elegido algún candidato. Cuando la o el elector marque dos o más cuadros sin que exista coalición entre los partidos cuyos emblemas hayan sido marcados. Aquel emitido en forma distinta a la señalada como voto válido. Efectos jurídicos El primero de ellos consiste precisamente en privarlo de efectos, por lo que no se contabiliza a favor de ningún aspirante. Se podrá realizar un nuevo computo de los votos recibidos en todo el distrito electoral correspondiente cuando el número de votos nulos sea mayor a la diferencia de sufragios entre los candidatos ubicados en el primero y segundo lugares en votación. Los votos nulos se integran a la votación total emitida, que se toma de base para determinar si un partido local alcanza el umbral de votos necesarios para conservar registro legal. Voto dividido Tras los resultados de las encuestas que posicionan al candidato de Morena, Andrés Manuel López obrador, muy por encima de sus contendientes, se abre la pregunta de si es deseable entregar a un sólo partido el poder o si es conveniente dividirlo. Esto sería, votar por el candidato a Presidente de tal partido y dar el voto a los candidatos a otros cargos que pertenezcan a otro grupo político. Según expertos, el voto dividido impide la consolidación de monopolios políticos. Es la práctica de votar por candidatos de diversos partidos para distribuir el poder. El voto dividido fortalece la pluralidad política y obliga a los partidos a modernizarse en sentido democrático. En ese sentido, el académico Mario Teodoro Ramírez considera que: Para llevar a cabo los cambios que requiere el país es necesario una postura unificada de los representantes políticos (ejecutivo y congreso). Sin embargo, se trataría solamente de un proceso de transición hacia un nuevo orden político institucional, que implicaría también una redefinición de los partidos políticos (reducidos ahora a grupos de interés) a fin de llegar a un auténtico pluralismo democrático.” Abstencionismo Según datos oficiales se espera que al ser la elección más grande en la historia del país, haya una participación cercana al 70 por ciento. La expectativa se da después de que el proceso de campañas levantara tanto interés en la ciudadanía. De acuerdo con el Estudio Censal de la Participación Ciudadana en las Elecciones Federales de 2012, la participación en los últimas 4 procesos federales ha sido, en promedio, de 65.44%. El punto más bajo de ese periodo se registró en 2006, con 58%, frente al máximo de 77% reportado en 1994. ¿Cuánto cuesta el abstencionismo? Según #Verificado2018, Si los 89.3 millones de mexicanos registrados en la lista nominal votaran para presidente, el costo por voto sería de 271 pesos, considerando los presupuestos del Instituto Nacional Electoral (INE) y de los partidos políticos. Este portal indica que el proceso electoral tendrá un costo de más de 24 mil millones de pesos, pero si además se considera el presupuesto del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (FEPADE), el monto asciende a 28 mil 108 millones, lo cual elevaría el costo por cada voto a 316 pesos. Partiendo de un escenario en el que participe 63.07% de los electores inscritos en la lista nominal —misma cifra que en 2012— cada voto costaría 430 pesos, mientras que si se considera también el presupuesto del TEPJF y la Fepade, sería de 502 pesos. Importancia del voto Durante siglos la humanidad prescindió del derecho a votar para determinar quiénes debían gobernar. Este derecho ha sido una conquista fundamental de la humanidad. Tuvo que ser garantizado en 1948 en la Declaración Universal de los Derechos Humanos e incluso fue relativamente reciente cuando este se hizo extensivo a las mujeres. Rubí de María Gómez Campos, doctora en Filosofía recalca que "hoy es posiblemente el amanecer de un México cuyo destino por fin esté en manos del pueblo. Lo que está en juego es el respeto a la voluntad popular. El ejercicio pleno de los derechos humanos tiene como base el ejercicio de derechos políticos tan básicos como el respeto al sufragio. Derecho que no hemos ejercido y que no ejerceremos mientras la elección dependa del cohecho". “Es importante votar para mostrar nuestro compromiso con la democracia y con la transformación pacífica del país. Es importante que haya una participación masiva (todos a votar) a fin de conjurar la pretensión de violentar la voluntad ciudadana. Hay que votar para acabar de una vez con las formas anti-democráticas y corruptas del régimen existente”, concluye Mario Teodoro.