Abril García / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. "El enamoramiento puede ser equiparado a una psicosis", expresó Jazmín Soto López, profesionista especializada en psicoanálisis del amor, al referirse a los postulados freudiano y lacaniano. Esto es debido a que la idealización de la persona amada actúa como una forma de suplir carencias emocionales arraigadas en la infancia. En el marco del Día del Amor y la Amistad conversamos con la experta en el tema, quien nos dio explicaciones sobre los mitos existentes sobre el romance y recomendaciones sobre cómo tener relaciones sanas. “‘Me encanta estar contigo porque me siento volando entre las nubes’ es una frase que hoy leí en un Osito de peluche abrazando un corazón de satín. Como dice Freud, el estado del enamoramiento es parecido a una psicosis, es decir se obedece a una pérdida de realidad por una idealización de la persona enamorada, una proyección de lo que falta en el propio ser y es tratado de subsanar colocando esta falta propia en la otra persona, falta que proviene de estadios infantiles traumáticos o repeticiones de placer que nos provienen siempre de la niñez”, expresó. Al reflexionar sobre las dinámicas del amor caprichoso, la psicoanalista destacó que este fenómeno se asemeja a "un viaje de dopamina", donde la realidad se ve distorsionada y la percepción del otro se nubla por proyecciones idealizadas. “Hay personas adultas que te quieren de forma caprichosa como quiere un niño/e/a, con berrinches incluso podría decirse que la persona no se ha devenido en adultez. Esta perspectiva de ‘volar por las nubes’ se empareja más un viaje de dopamina que produce pérdida de realidad, en este estado se idealiza y muchas veces no se es capaz de ver al otro como de verdad es. Se proyecta en el otro una serie de cualidades deseables que pueden o no existir en la realidad. Claro que, en esta demanda amorosa, también se pretenden poseer en si ciertas cualidades deseables para el otro. Lacan dijo respecto que ‘el amor es dar lo que no se tiene a quien no es’. Y es que, en el ejercicio narcisista del amor, queremos que el otro cumpla requisitos que si no se tienen se simulan. Luego cuando se aterriza el vuelo del enamoramiento se reclama ‘pero tú no eras así cuando nos conocimos’, por ejemplo”, compartió. Así mismo, la experta resaltó la influencia del capitalismo en la concepción contemporánea del amor, donde se promueve la idea de que la felicidad está vinculada al consumo material y a relaciones codependientes. “Para hacer esta simulación de desplegar las cualidades que no se poseen es necesario un gran gasto energético y la mercadotecnia aprovecha esta disposición para vender de todo, como dijo el osito del corazón satinado: un vuelo”, expresó. Foto: Gobierno de Apatzingán Foto: Samuel Herrera Jr., La Voz de Michoacán. Sin embargo, la esencia verdadera del amor, según la experta, radica en la toma de consciencia y en la honestidad con uno mismo. Concluyó que el amor implica un despertar de consciencia y una transformación profunda, donde la verdadera realización se encuentra en el crecimiento personal. “El amor es consciencia del propio ser y en ese estado el enamoramiento no puede existir porque no hay simulacro, y el simulacro del otro para la seducción se ve venir y se identifica más como performativo, manipulador y sin sustento a largo plazo. Sin embargo, la esperanza sobre el amor radica en la honestidad consigo misma/o/e en una construcción de si genuina, autónoma y sana mental, física y espiritualmente. Esto rompe con el mito de la complementariedad del amor claro, ya no demando al otro, lo que no tengo para dar lo que no soy. Porque la principal tarea es el autoconocimiento y la autorregulación, no le cedo esa responsabilidad a la pareja. La frase de ‘yo no sé vivir sin ti’, más bien revela el ‘no sé vivir conmigo mismo/a/e’. Luego entonces tampoco es amor, es codependencia”, compartió. “El amor comienza con un despertar de consciencia como dijo rayito colobiano en ese filosófico cumbión: porque al despertar tú ya no estás, tú ya te has ido”, finalizó.