Mateo Calvillo Paz El presidente de México presenta abiertamente el 5 de febrero al pueblo de México su paquete de reformas a la Constitución. Tiene fines electorales, lo reconoce con cinismo porque está violando la Constitución. Está bien metido en la justa electoral, haciendo política se dirige a su oponente en términos ofensivos, contrarios a la moral y a la verdad. Es necesario que se sincere y diga la verdad en otros temas, en las acciones habituales de su gobierno. Que aclare realmente si le interesa el México del conservadurismo que es la mayoría o solamente el resto de su movimiento. Que aclare qué quiere decir “el pueblo”. Que explique a quien ama, si a la variada nación mexicana o solamente a sus hordas que son minoría. Ha quedado claro que oculta la verdad, muchas veces reserva la información, dizque por interés nacional. No hay tal interés nacional. Afirma que estamos en paz en los días más sangrientos, cuando en muchas partes se asesina todos los días en la total impunidad. Basados en la verdad, hay que juzgar la gestión sexenal (AMLO juzga siempre a todos, más allá del círculo de incondicionales, fanatizados que le disculpan todo), si sigue la verdad en sus iniciativas, si la declara en todas las afirmaciones de su gobierno y de su persona. Más allá de su narrativa, de las palabras, ¿qué busca en realidad?, ¿cuáles son sus verdaderas intenciones? Se presiente un proyecto diabólico, inconfesable. Los mexicanos ven intentos de acabar con la democracia y la libertad e imponer la dictadura opresiva y sanguinaria, como en la Cuba de Fidel Castro, del comunismo. ¿Cuándo hay un vacío total de verdad, ¿en qué podemos apoyarnos para entender a México y la dirección que lleva? Hemos sido testigos de cómo se contradice en sus ideas como la presencia del ejército en las calles. Promete tantas cosas sin un cálculo maduro, que no piensa si va a cumplir, como la atención de la salud al nivel de Dinamarca. Ha mentido de manera torpe como aquella de la elección de 2006: “yo tengo 500 mil votos” que nunca mostró. O como “yo tengo otros datos” que sólo existen en su imaginación y en sus palabras falsas. La luz de Dios Se pone por encima de la verdad, ¿quién se creerá? Todo el género humano debe decir la verdad. es un mandamiento de la Ley de Dios. ¿Se cree un demiurgo, un superhombre o simplemente un anarquista o irracional que vive fuera de la verdad o un necio y ciego a quien no le importan los valores y principios humanos? “Es simplemente alguien que no conoce la honestidad, que pierde contacto con la realidad como chiquillo mentiroso o como los borrachitos que alegan solos en su estado alcoholizado. AMLO desconoce en los hechos el bien moral. la norma suprema para el primer mandatario es el orden establecido por Dios. Él tiene sus intereses políticos, su deseo de realizarse y de ser grande por sus obras-insignia. Esta pasión de gloria lo lleva destruir a México, las riquezas del mundo Maya, que se formaron en millones de años, que son de vital importancia. Las destruye por el capricho del tren Maya, un proyecto que no es del pueblo maya sino del Gobierno Central, para servicio de los turistas extranjeros y neoliberales que tienen los medios, destructores del ecosistema. ¿Hay una gran mentira de la persona y del gobernante, ¿qué es realmente lo que quiere, el bien y la grandeza de México o solamente satisfacer sus ansias de poder, su deseo de grandeza y algo imposible, ser el presidente perfecto, el más grande de todos los presidentes. La corrupción no es únicamente del dinero. Y en esa búsqueda se lleva entre las patas la democracia, la libertad, la vida digna y el progreso de los mexicanos, las conquistas democráticas de México y la libertad. Finalmente, la nación y todos y cada uno de los mexicanos le importan un cacahuate Se nota un vacío trascendental en Andrés Manuel y la 4t: no tienen realmente una filosofía ni una teología, hay un vacío de concepto de hombre: el hombre es la obra maestra de la creación, pero no es Dios, es un ser limitado, dividido interiormente, capaz de lo peor, igual que de lo mejor. Andrés Manuel cree que él y sus seguidores son perfectos, que todo lo que hacen está bien. Tienen el error maniqueo porque creen que todos sus adversarios son una raza maldita, todo el mal viene de ellos, como afirmaban los fariseos. Hay un vacío de concepto de hombre la palabra “humanismo”, como lo usa Andrés Manuel, no equivale a nada, es un término populista. No hay un sistema de pensamiento ni plan de gobierno transexenal. La 4t como proyecto de gobierno concebido y perseguido por AM es una idea, sueño, es un proyecto sin fundamentos, valores ni principios, para algunos expresión de los sueños, frustraciones y caprichos de un megalómano y ególatra autoritario.
La Voz de Michoacán
