DESDE EL PSICOANÁLISIS Antonio Hernández “Agricultores franceses y belgas, enojados por el aumento de los costos, las políticas ambientales de la Unión Europea y las importaciones de alimentos más económicos bloquearon este miércoles, importantes carreteras y vías de acceso en varias ciudades. En Bélgica, los bloqueos con tractores se registran en el centro de Bruselas, cerca de la sede del Parlamento Europeo, de cara a la cumbre de la UE el jueves. Además, los trabajadores del campo en España anuncian que se unirán a las movilizaciones en los próximos días.” (France 24, 31/01/2024) Francia, Bélgica y España, han presenciado de repente, la aparición de campesinos y agricultores, que protestan por distintas medidas tomadas por sus países, que les afectan y que -de no ser tomados en cuenta-, amenazan con producir carencias de productos del campo en toda la Comunidad Europea. En efecto, lo que inició en tres países, pronto se mostró en otros, aquejados por los mismos problemas: “Cientos de tractores bloquearon la carretera principal de Cardiff y más de más de 10.000 agricultores acudieron al Parlamento galés para protestar contra la reforma agraria, que podría causar la pérdida de 5.500 puestos de trabajo y recortar 200 millones de libras de la economía rural.” (Will Humphries, 28/02/2024, The Times) “Un mar de chalecos verdes y pancartas en las que se leía "Basta ya" y "Sin agricultores no hay alimentos", saludaron a los políticos que se asomaban al Senedd mientras los agricultores se comprometían a "luchar por nuestro derecho a cultivar". Las manifestaciones que demandan a sus estados, políticas públicas que consideren sus necesidades, se han generalizado: “"Ya no nos ganamos la vida con nuestra profesión", dijo a CNN un agricultor en París. Si bien algunas de las protestas más dramáticas se han producido en Francia, se han llevado a cabo acciones similares en otros países, entre ellos Italia, España, Rumania, Polonia, Grecia, Alemania, Portugal y Países Bajos.” (CNN, 3/03/2024). Todo lo anterior obliga a una reflexión, sobre el olvido, el desdén que suele tener quien vive en las ciudades, hacia el campo; ¿por qué se mira por encima del hombro la labor de quienes labran la tierra, siembran el maíz, el frijol y la calabaza, la milpa mesoamericana, la base de la nutrición entre pobladores de escasos recursos? Una respuesta psicoanalítica puede fundamentarse en dos estilos de relación entre seres humanos: la relación de afecto y la relación de uso. La relación de afecto es aquella que establece una madre que ha deseado a su hijo (a). En ese vínculo, lo que prevalece es la entrega, la solidaridad, el altruismo de la mujer hacia su vástago, en busca del crecimiento y desarrollo del mismo. Es una relación total, sin cortapisas, desinteresada. Dicho estilo de relación pone las bases para el desarrollo infantil sano. A los 3 meses, surge la primera respuesta del pequeño. La sonrisa; eso significa que mamá fue -hasta ese momento-, suficientemente consistente, predecible, responsiva de las necesidades del pequeño; siempre, sintonizada con él. Un enlace total. Cada interacción interpersonal que refleja esa reciprocidad sea maestro-alumno, médico-paciente, líder-seguidor y similares, responde a relaciones totales. Por otra parte, aquellas interacciones en las que prevalece una actitud de interés individual, acaparamiento, egoísmo e indiferencia por las necesidades del otro, la otra es una elación de uso; ésta es una de índole parcial, mutilada; el otro es sólo relevante, si me deja una ventaja, un beneficio, una utilidad. El otro solo vale como instrumente para los propios fines; no es una persona entera. Ejemplos de ella son los de un vendedor y su cliente; un jefe y un subordinado; un líder corrupto y un miembro de su sindicato. A ellos se les mira de soslayo. Pareciera ser ésta, la razón del olvido del campo y los campesinos: el citadino, establece una relación parcial con aquellos. E-mail: jah@ucol.mx