Jorge Manzo / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. “Si hay una elección cerrada se va a judicializar, y si se judicializa el presidente Andrés Manuel López Obrador va a deslegitimar al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación y él se irá tras la autoridad electoral y va a cuestionar su imparcialidad”, advirtió la politóloga y académica Denise Eugenia Dresser Guerra. En Cara a Cara para los lectores de La Voz de Michoacán, la periodista advirtió que estamos viviendo un momento crítico para el país, y quizá muchos no se han dado cuenta de lo que está en juego. “No sólo es una elección como cualquier otra, es una elección en la que están en riesgo conquistas generacionales, quizá completas e imperfectas, pero que fueron generando la posibilidad de la alternancia”. La también activista visualizó que nos estamos encaminando a un regreso al viejo régimen, a muchos de los vicios que se asociaron con 71 años de priismo, partiendo de un presidente que ha seleccionado a su sucesora, quien a su vez ofrece un segundo piso, una continuidad, “que por un lado ha sido benéfica para algunos grupos vulnerables del país, pero, por otro lado, ha sido muy destructiva para la institucionalidad”. ¿Un presidente de la República convertido en activista político? “Yo diría más bien convertido en jefe de campaña o incluso en candidato. Yo creo que López Obrador se ha colocado a sí mismo en la boleta, aunque su nombre no aparezca ahí, la elección es un referéndum sobre él y Claudia es simplemente la heredera, la hija de al fiel displicente, la calca que promete hacer y continuar todo lo que él no pudo terminar”. Denise Dresser se dijo preocupada porque quizá haya quienes aplaudan esa visión sin darse cuenta de los riesgos que eso entraña, los riesgos para los contrapesos democráticos, para la transparencia, para la rendición de cuentas, para la aspiración democrática, e insisto incompleta. Aclaró que ella no quiere hacer una defensa del pasado ni defender tampoco al PRI-AN, porque es responsabilidad suya que estemos en esta situación, derivado de los errores que cometieron en el poder, pero terció que darle continuidad sin correcciones a un proyecto que ha hecho eso, como su cabeza ha hecho la descripción institucional, su caballo de batalla y que quiere gobernar básicamente sin instituciones, es profundamente antidemócrata, para aquellos que dicen que el INE cuesta mucho, que el INAI es estorboso o que la Suprema Corte de Justicia de la Nación es corrupta “un país sin esas instituciones, regresaríamos a una era de un poder abusivo”. Foto: Víctor Ramírez, La Voz de Michoacán. ¿Quién gobernará si llega Claudia (Sheinbaum)? “Gobernará el presidente López Obrador parado, aunque no esté físicamente, (lo hará) detrás de la silla, pero ya le dejó 20 encomiendas que ya debe cumplir. Si intenta desviar, corregir, entonces la revocación del mandato sacará a su base a la calle y gobernaría una Claudia con las manos atadas detrás de la espalda, no sólo por el propio presidente, sino atadas también a aquellos con quienes gobierna, que son las Fuerzas Armadas”. ¿Será real cuando dice que se jubilará López Obrador? “Yo he aprendido a no creerle al presidente López, a base de las mentiras desplegadas de manera cotidiana en la mañanera, mentiras que se ostentan como verdad pero que no lo son”. Dresser visualizó que quien llegue a la Presidencia de México tendrá un desgaste social, y recordó que López Obrador decía que si no lo elegían “que el tigre iba a soltarse” e ironizó que ya está suelto el tigre de la narcoviolencia, de la criminalidad que va matando candidatos, del reclamo social, de la inexistencia del Estado de derecho y de un Estado muy debilitado y acorralado tanto por las fuerzas armadas como por los cárteles de la droga, por movimientos sociales radicales e impacientes, y muchos de los problemas estructurales heredados. El presidente los pateó para adelante. Foto: Víctor Ramírez, La Voz de Michoacán. “Siempre digo que la próxima presidenta, sea quien sea, va a llegar a un campo minado. Esas latas ya son, digamos, bombas de tiempo que le pueden explotar en cualquier momento, como es la deuda de Pemex, como es el sector salud, con 6 millones de niños sin esquema de vacunación completo, más de 100 mil sin ninguna vacuna, 15 millones de recetas no surtidas, 800 mil personas que murieron, el exceso de mortalidad por la pandemia. Tenemos un sector salud en crisis y quizá no nos vamos a dar cuenta hasta que ya el endeble sector salud que tenemos destruido también en muchos sentidos, con cambios sin ton ni son que crearon desorden, desabasto y que han tenido efectos letales para muchos mexicanos, estos costos van a ir en aumento, y es una bomba de tiempo, incluso de las finanzas públicas”. Cuando se dijo que era un peligro para el país, ¿era real? “A mí me parecía que era una exageración, me parecía que era injusto nombrarlo así, pero creo que ha sido un presidente que, por acumular demasiado poder, por tener un gobierno unificado, por haber ganado el Congreso, el poder cuando se ejerce sin contenciones, se vuelve abusivo y él se ha vuelto peligroso para nuestra endeble institucionalidad, se ha vuelto peligroso para la prensa, para los medios, para aquellos que disienten, para los activistas, para todos aquellos denostados en la mañanera, grandes sectores de la sociedad a quienes insulta y estrangula presupuestalmente o ignora, las madres buscadoras, los médicos, los científicos, las clases medias. La lista es muy larga. Es paradójico que diga que gobierna en nombre del pueblo cuando hay enormes pedazos del pueblo a los cuales parece odiar”. ¿Se asoma conflicto post electoral gane quien gane? “Yo creo que si la candidata del oficialismo gana por diez puntos no habrá conflicto post electoral. Habrá insatisfacción por parte de la oposición, habrá acusaciones de una elección de Estado. Lo que sí visualizo es un sexenio con mucha conflictividad social para una presidenta que no tendrá las habilidades narrativas histriónicas lectoras o el efecto teflón que tiene el presidente López Obrador. Creo que es un político muy sagaz, inescrupuloso, que ha logrado convencer a gran parte de la población sobre la existencia de los otros datos. Esa narrativa ha sido muy exitosa, pero necesitas a alguien que sepa contar el cuento bien y no creo que Claudia Sheinbaum pudiera hacerlo con el mismo carisma ni con la misma capacidad política. La tesis de López Obrador es lo mismo. Por supuesto que López Obrador ha creado un movimiento en torno a sí mismo, en torno a su magnetismo personal, en torno al culto, a la personalidad. Se ha colocado a sí mismo y ha logrado que otros lo coloquen en un pedestal, lo cual corre en contra de cualquier ejercicio democrático de poder. Y creo que llegue quien llegue, a menos de que Claudia ganara con un carro completo, lo cual sería desastroso para el país porque implicaría una reedición de un gobierno de mayorías que atropella a las minorías y que usa a la institucionalidad democrática para destruir a la incipiente democracia. Creo que ese sería el peor escenario, pero si no llega a Claudia, con ese carro completo y guía con gobierno dividido, se va a enfrentar a lo que una democracia requiere, que es capacidad de negociación, de consenso, de construir coaliciones y de reconocer que hay que gobernar con datos, conciencia, con evidencia y no con base en ocurrencias”. ¿Es posible ver un triunfo de Xóchitl? “Tal vez. No lo sé. No tengo una bola de cristal. Creo que mucho dependerá de la movilización ciudadana, de la capacidad del PRI, del PAN, de hacer un mea culpa sobre sus gobiernos malos del pasado. Dependerá de la capacidad de Xóchitl también de distanciarse de los peores elementos de los partidos con los cuales ella está contendiendo y de convencer que ofrece una opción atractiva frente a un gobierno que ha logrado construir una amplia base mayoritaria en función de transferencias de dinero en efectivo y con la complicidad de muchos ex priistas ahora morenista purificados, que se ostentan como representantes de un movimiento social cuando en realidad son políticos oportunistas”. ¿Se le extrañara López Obrador? “Yo no lo extrañaré porque a mí me ha difamado en 117 ocasiones. Y creo que eso es un abuso de poder, porque ningún presidente debe usar la plataforma más poderosa del país para descalificar a sus críticos. La crítica es una parte esencial de la actividad democrática en cualquier país y no extrañaré la posverdad que se disemina desde la mañanera. No extrañaré las agresiones a quienes disienten. No extrañaré los otros datos. No extrañaré la mentira de que estamos a punto de volvernos Dinamarca. ¡Ah! Y no extrañaré un ejercicio de gobierno que prometió ser una cosa y luego fue otra en traición de muchos de sus principios de campaña”. ¿Cómo fortalecer a los organismos autónomos? “Él no llegó a la Presidencia haciendo campaña, diciendo que había que desaparecer esos organismos. Si hubiera hecho campaña así, no hubiera ganado, porque gran parte de la población que entiende la existencia de estos contrapesos y que luchamos para que se crearan jamás hubiéramos avalado un presidente que llegara a la Presidencia con una bola de demolición. Muchos lo elegimos pensando que había que fortalecer a las instituciones, limpiarlas de partidos, volverlas más autónomas, no menos. Pero este presidente quiere concentrar el poder y es alérgico a las autonomías. Autónomo fóbico. Cuando la democracia se construye y funciona bien o razonablemente bien en función de los contrapesos”. ¿Qué sigue? “¿Qué sigue? la participación ciudadana robusta, ¿qué sigue? el recuperar la vocación crítica, ¿qué sigue? el no dejarse amedrentar, ¿qué sigue?, el recordar el país de dónde venimos, ¿qué sigue? defender las instituciones que nosotros creamos y proponer cómo es que se fortalecen, no cómo se moreniza o cómo se utilizan. Porque eso fue lo que ocurrió en el pasado y yo no quiero regresar a ese país”. Una académica en la oposición Denise Dresser es profesora de ciencia política en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Obtuvo la licenciatura en Relaciones Internacionales en el Colegio de México y el doctorado en Ciencia Política en la Universidad de Princeton. Ha sido investigadora visitante en el Centro de México-Estados Unidos de la Universidad de California, San Diego, en el Centro de Estudios Internacionales de la Universidad del Sur de California, en el Diálogo Inter-Americano en Washington DC, y profesora visitante en la Universidad de California, Berkeley y la Universidad de Georgetown. Ha recibido becas para la investigación de la Comisión Fulbright, la OEA, la Universidad de Princeton, y la Fundación Rockefeller. Fue miembro del Comité Ciudadano de Apoyo a la Fiscalía Especial para Movimientos Políticos y Sociales del Pasado, y Consejera de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. En 2015 fue condecorada con la Legión de Honor por el gobierno de Francia, en reconocimiento a su labor en favor de los derechos humanos y la democracia. Es columnista de la revista Proceso y editorialista del periódico Reforma. También participa en la “Mesa Política” de Carmen Aristegui y en “la Hora de Opinar” con Leo Zuckermann. En 2010 ganó el Premio Nacional de Periodismo en la categoría de artículo de fondo con “Carta abierta a Carlos Slim”. Es autora del bestseller El país de uno. reflexiones para entender y cambiar a México. Su último libro es Manifiesto mexicano: cómo perdimos el rumbo y cómo recuperarlo, un corte de caja de los años del desencanto y un mapa de ruta para fortalecer la democracia y el Estado de Derecho a través de la participación ciudadana.