Vigilia Pascual en la Catedral: acaba el silencio, las campanas vuelven a sonar, por la Resurrección

Para la Iglesia Católica, esta es la “noche santa”, en la que se conmemora el triunfo de Jesús sobre la muerte; es el inicio del tercer día del Triduo Pascual.

Foto: Sam Herrera Jr., La Voz de Michoacán.

Redacción / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Esta noche de Sábado Santo ha iniciado el tercer día del Triduo Pascual, la “noche santa” en el que la Iglesia Católica celebra la resurrección de Jesús. Desde la Catedral, el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, preside la misa de la Vigilia Pascual.

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¿QUÉ ES LA VIGILIA PASCUAL?

Según una antiquísima tradición, es una noche de vigilia (de vela) en honor del Señor, recordando que Dios veló para sacar a su pueblo de Egipto (ver Éx. 12, 42). La Vigilia Pascual es en conmemoración de la Noche Santa en la que el Señor resucitó.

No se trata de una vigilia cualquiera (preparación de una solemnidad), sino de la celebración del acontecimiento en que se funda toda la liturgia cristiana y, más aún, donde toda la vida del cristiano tiene su cimiento pues “si Cristo no resucitó, vana es nuestra fe” (1Cor. 15, 14).

La vigilia consta de dos partes fundamentales: liturgia de la Palabra, que es más prolongada y contemplativa; y la liturgia sacramental: el Bautismo o al menos la renovación de, y la Eucaristía como “sacramento pascual”.  El “rito de entrada” es más expresivo por la bendición del cirio pascual y del pregón pascual.

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Todos los momentos de la vigilia están cargados de simbolismo y de belleza, empezando por la propia hora de la celebración, para que se advierta el contraste entre las tinieblas y la luz, el pecado y Cristo resucitando glorioso.

Al iniciar la vigilia se apagan todas las luces del templo, se enciende un fuego nuevo y con él el cirio pascual, que representa a Jesús resucitado. Sobre el cirio, se marca el año y las letras griegas alfa y omega, significando que Jesús es el principio y el fin de todo. Con un punzón se marca el año presente para señalar el “hoy” de la redención.

El cirio representa la columna de fuego que iluminó a los israelitas para atravesar el Mar Rojo: «Es el lucero que no conoce ocaso, es Cristo resucitado, que, al salir del sepulcro, brilla sereno para el linaje humano».