Agencias / La Voz de MichoacánEl pasado 7 de abril se reportó el fallecimiento de Lori y George Schappell, las gemelas siamesas que eran consideradas las más longevas del mundo. Las hermanas murieron a los 62 años, marcando un hito en la historia del mundo. Lori y George Schappell fallecieron en el Hospital de la Universidad de Pensilvania, donde su familia les dio el último adiós. Su notable longevidad fue un testimonio de la fuerza y el espíritu resiliente de estas hermanas. Aunque las circunstancias exactas de su fallecimiento aún no han sido reveladas, las gemelas Schappell vivieron con una serie de complicaciones de salud debido a su condición de unión física. Con cráneos parcialmente fusionados y compartiendo vasos sanguíneos vitales y parte de sus cerebros, su caso desafió constantemente las expectativas médicas. A pesar de su conexión física, Lori y George llevaron vidas independientes y desarrollaron intereses y pasiones individuales. Lori destacó como una jugadora de bolos talentosa, mientras que George encontró su vocación en la música, disfrutando de una exitosa carrera como cantante. Complicaciones y desafíos El caso de las gemelas Schappell destaca las complejidades y desafíos asociados con los gemelos siameses. Desde el embarazo hasta la vida adulta, estos individuos enfrentan una serie de complicaciones médicas y sociales, que requieren un enfoque multidisciplinario y un cuidado especializado. En 2015, Lori y George Schappell se convirtieron en las gemelas siamesas más longevas de la historia, superando el récord previamente establecido por Masha y Dasha Krivoshlyapova, quienes fallecieron a los 53 años. La historia de Lori y George Schappell nos invita a reflexionar sobre la fuerza del espíritu humano y la capacidad de superar obstáculos aparentemente insuperables. Su vida independiente y sus logros individuales son un testimonio de la resiliencia y la determinación.