Jorge A. Amaral ¿Cuánto cuesta anunciarse en un medio nacional, específicamente en el portal de El Heraldo de México? ¿Como para qué un candidato michoacano buscaría anunciarse allá si los que pueden votar por él están acá? Me pregunto esto porque en ese sitio de noticias me salió una nota cuya cabeza dice “Candidato TP invertirá 100 mdp en rehabilitar red de agua potable en Morelia” (https://acortar.link/OOTcCF). Es obvio que el medio no buscó esa nota, no está firmada por nadie, además de que a nivel nacional no es así como que muy relevante lo que un parachense les prometa a los morelianos a menos que sea algo inaudito. ¿Tanto dinero se carga el experredista que no le basta llenar la ciudad de espectaculares, lonas y volantes, sin contar las inserciones en medios estatales, que ahora también se promociona en medios nacionales? ¿Tal es la urgencia de que la gente de Claudia Sheinbaum lo vea y diga “mira, este muchacho la está rompiendo en Morelia, mándenle más dinero o denle un buen puesto si pierde la elección”? Como siempre, tengo más dudas que respuestas. Igual que su antagónico panista, el exdirigente estatal del PRD es el candidato de los anuncios, de la resonancia. Desde su anterior búsqueda de la Senaduría diciendo que miles de personas lo pedían en la Cámara Alta, o recientemente, al distribuir el boletín publicitario en el que dice que, según empresarios, la estabilidad en el estado se debe a sus buenos oficios como secretario de Gobierno, al lograr la liberación de las vías del tren. Supongamos que es verdad, que el dos veces plurinominal metió en cintura a un magisterio beligerante y ha mantenido a raya a los temibles “tiris” y sus hermanos de otras normales. Si así ha sido y pese a lo colosal que puede sonar en los boletines, no fue sino su trabajo en tanto que encargado de la política interna del estado. Con el salario de secretario de Gobierno no hay motivo para hacerlo mal, a menos que de plano el titular fuera un reverendo incompetente. Morelia está en apuros porque tiene que elegir entre ratificar a quien sólo se ha interesado por ciertas zonas bonitas de la ciudad, frente al que nunca ha ganado una elección ni siquiera para jefe de tenencia porque todos sus puestos han sido administrativos o plurinominales. Vaya, nunca ha representado a nadie más que a sus intereses y los de su grupo político. Por allá también está el que no es político, que si bien ha hecho una labor social encomiable, no basta para convencer a los votantes dada su falta de discurso y propuestas. Me concentro en ellos no por menospreciar a los otros candidatos, pero seamos honestos, la lucha está entre 3, para desgracia de los electores, porque gente como Gilberto Pizarro debería tener más respaldo (no, no me paga; es más, ni me topa, pero yo sí lo conozco políticamente hablando, y no de ahora). En fin, el aparato de gobierno está trabajando para hacerse con la capital del estado. Si usted me dice que eso es falso, que no hay dinero público metido en la campaña morenista a todos los cargos, me da a pensar que entonces hay buenos padrinos atrás de los candidatos, porque con toda esa basura que están haciendo (banderas, volantes, lonas, espectaculares, playeras, etcétera) no se están dejando ver muy republicanamente austeros. A menos que Morena esté lleno de magnates. El condenado meme Desde hace meses empezó a circular la imagen de un esqueleto con la forma con que usualmente se representa a la Muerte (les dicen “calaveras chidas), y la leyenda “un verdadero hombre…”, y a eso se le puede poner cualquier cosa: “un verdadero hombre siempre habla mal de su internet”, “un verdadero hombre pide salsa de la que pica”, “un verdadero hombre lee ‘La casa del jabonero’” y así por el estilo. Es más, el meme no sólo se usa con la imagen cadavérica, lo he visto con la foto de Vin Diesel, el protagonista de la saga “Rápidos y furiosos”. La cosa es que, seguramente usted ya sabe, la imagen con la leyenda “un verdadero hombre nunca habla mal de López Obrador” fue publicada en redes sociales por el partido Morena, y luego Jenaro Villamil, titular del Sistema Público de Radio Difusión del Estado Mexicano, se consiguió su playera con esa imagen y la lució en redes sociales. No lo hubieran hecho, de verdad, craso error, porque los opositores, sobre todo los de alta moralidad, se escandalizaron y señalaron que Morena hace apología de la muerte, que Morena encarna el mal, por eso “los abrazos y no balazos” y toda una monserga que yo la creería sólo de la tía que no sale de la iglesia. Pero, por otro lado, sacó a relucir lo que es la derecha en México: ignorante, intolerante, dispuesta a atacar a diestra y siniestra sin antes preguntar, informarse, saber un poco el contexto (aunque, como diría la chaviza ante los memes, “un verdadero hombre nunca pasa el contexto”). ¿Recuerda usted al sacerdote de “Canoa” llamando al pueblo al linchamiento de los universitarios haciéndole creer a la gente que los comunistas habían llegado al pueblo e iban a hacer un desmadre rojillo? Así se vieron, desde un López Dóriga comparando a AMLO con Hugo Chávez, pasando por influencers anti AMLO, religiosos y políticos panistas, sacaron a pasear los perros del odio y orquestaron un linchamiento mediático contra el presidente, su partido y sus seguidores. Ya sabe usted, los fanáticos de ambos lados nunca aportan nada nuevo, sólo odio. Por cierto, y hablando de “Canoa”, el ultraconservador arzobispo emérito de Guadalajara, Salvador Sandoval Íñiguez, ya salió a decir en un video que “se viene el comunismo con todos los males que trae consigo: falta de libertad, se arruina la economía, se combate a la religión y se empobrece a los pueblos como está Cuba o como está Venezuela, que era un pueblo muy rico, un Nicaragua (…) Es un modo de orar intenso ante el Santísimo Sacramento para pedirle que nos ayude y que libre a este pueblo (…) que lo libre del peligro del comunismo que nos amenaza y de las violencias, atropellos, injusticias, asesinatos que pueda haber en las elecciones”. Lo más grave, y que puede constituir un delito electoral, es que el religioso está convocando a una supuesta campaña de oración (el sitio de Jericó) una semana antes de las elecciones para impedir que los candidatos de Morena ganen los comicios. Para esto dice tener ya pactado con parroquias de Jalisco, y en La Piedad, Michoacán, para hacer esta labor de proselitismo desde los púlpitos. Lo malo es que la autoridad electoral está ciega. El colmo fue en el Senado, donde los panistas mandaron hacer una lona en gran formato con esa imagen, y frente a la lona, una Lilly Téllez sosteniendo en alto un rosario y rezando. Lo vi y no supe si reír o sentir pena ajena, no por el ridículo de la señora, que ya sabemos que es una senadora improductiva pero que siempre se está haciendo viral con las sandeces que dice y los ridículos que hace. Esos sentimientos fueron por el uso que se le da a la máxima tribuna del país, que siendo un lugar políticamente sagrado por todo lo que representa, morenistas y panistas lo han convertido en un maldito circo, desarrollando ahí espectáculos que hasta a La Congelada de Uva (si no le suena vaya a Google) harían sentir incómoda no por lo subversivo, sino por lo grotesco y ridículo. Está bien si en redes sociales la gente se agarra a moquetes virtuales por un meme o una declaración, o si en la Iglesia se les levanta la sotana del susto, pero la clase política, y más los servidores públicos y representantes populares, tienen cosas mucho más urgentes según sus facultades y obligaciones. Los senadores, por ejemplo, tienen la obligación de discutir las reformas propuestas en función de lo que es mejor para el país, deben hacer esa tarea política, que para eso se les paga (y sumamente bien). Lo mismo aplica para el presidente: hay temas más importantes que abordar en la mañanera que estar peleando con la oposición. Al ver esta polémica, me pregunto si tan jodidos estamos que nuestros representantes populares dejan de lado sus obligaciones para con el pueblo de México y en lugar de ello prefieren pelearse por un pinche meme. Sí, así de jodido está esto. Postdata Si usted quiere su playera disruptiva para molestar a los mochos de su trabajo y a sus tías, vaya al sitio www.camisetaspendejas.mx, donde además encontrará diseños muy buenos e irreverentes para toda ocasión: Coppel, la escuela, el trabajo y más, pero todos con las llamadas “calaveras chidas”. De hecho, en este momento estoy acariciando la tarjeta. Es cuánto.
La Voz de Michoacán
