Arturo Molina / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. En menos de un mes aterrizarían en las arcas estatales los 68 millones de pesos faltantes para el equipamiento del teatro Mariano Matamoros en la capital del estado, los cuales serán sumados a los 50 millones de los cuales ya dispone la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP) para concretar la criticada obra para los festejos de los festivales de octubre y noviembre. A decir de la propia dependencia, será el mes de agosto cuando el faltante de los recursos permitirá poner en marcha la última fase de los acabados y equipamientos de esta obra que debió ser entregada durante los festejos del centenario bicentenario de la Revolución e Independencia de nuestro país. A ocho años de la fecha de entrega y una década de que inició el proyecto, se vislumbra que pudiera ser a finales de este año en que los morelianos vean abrir las puertas de la cuestionada obra. Cabe aclarar que desde 2015 a la fecha, el gobierno del estado a través de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas (SCOP) retomó el proyecto, sobre el cual invirtió en un primer momento 28.2 millones de pesos; asimismo, se espera la ejecución de 50 millones de pesos para los acabados del teatro y otros 68 millones para la parte del moderno equipamiento. Se espera que una vez concluido el teatro Mariano Matamoros en Octubre de este año, el proyecto haya recibido del gobierno de Silvano Aureoles Conejo un total de 146.2 millones de pesos, la cifra anterior no contempla los recursos que se invirtieron entre 2009 y 2010, avances que quedaron abandonados por parte de las administraciones consecuentes. Obra polemizada En el año 2009 , cuando dio inició formal la obra del teatro Mariano Matamoros, con un presupuesto de 150 millones. Abalado por el gobierno del entonces perredista Leonel Godoy se integró a Jorge Luis González Gómez como Subsecretario del Fideicomiso de la construcción del emblemático recinto. A mediados del año 2011, la Auditoria Superior de la Federación (ASF) identifica que en este periodo hubo violaciones a la Ley de Obra Pública en ocho contratos, con valor de 139 millones de pesos. Para el año 2012, la Auditoría Superior de la Federación entra a fiscalizar la obra por presuntos desvíos y subejercicio de recursos. Luego de años en el abandono, y de que se filtraran fotos de las ruinas en las que se encontraba la costosa construcción, en el año 2016 el gobierno de Silvano Aureoles Conejo retomó la obra y el poder sobre el fideicomiso para la conclusión del teatro.