PROYECTO SECRETO Mateo Calvillo Paz Tu voto, sumado al voto de todos, decide la elección. Puede ser contrario a las encuestas y declaraciones triunfales de los contendientes. Hoy reflexionamos sobre el momento central y decisivo del proceso electoral y de la vida democrática: el voto, el próximo 2 de junio. No es cierto que la elección está resuelta. “Este arroz ya se coció. Es sólo cuestión de trámite”. Dicen eso para inducir el voto. dicen eso para inducir el voto Es falso, el resultado depende de la voluntad de los ciudadanos. Y va a haber una gran sorpresa. Todos debemos ir a votar. Es una responsabilidad grave, con consecuencias de cielo o de infierno: de ahí nace la mala gestión de las pandemias, la atención desastrosa en los hospitales, el retraso de la enseñanza y aprendizaje en las escuelas, las calles llenas de jóvenes y viejos delincuentes, prestos a despojar y a derramar la sangre… Quienes vemos la situación catastrófica de México y todo lo que se juega el 2 de junio te suplicamos: ¡vota! Pero no basta votar, con las patas, ciegamente, sin información ni madura reflexión sobre el mejor candidato. No te puedes dejar guiar por los partidos políticos y por todas sus historias que inventan, por todas sus razones que son válidas sólo en el discurso, pero en la realidad son trampas para tener el voto por las ventajas que al partido le traen. No te dejes comprar con regalitos, limosnas de tu propio dinero Piensa detenida, seria, libremente tu voto. Ten en cuenta, sobre todas las cosas el Bien Común, el conjunto de condiciones y bienes para vivir digna, libre, felizmente. Vota por el bien de México. No te dejes llevar por la propaganda y los spots y la sonrisa maquiavélica, la expresión bondadosa, la mano tendida de los profesionales del teatro, los candidatos y actores políticos. Toma con distancia las propuestas de los partidos, ciérnelas bien, que quede el poco grano y se esfume el gran volumen de paja. No les creas lo que te prometen, son las promesas de siempre, que siempre no han cumplido en el pasado. Ponte delante de Dios, pídele que te ilumine a quien elegir para que sirva al pobre, como Jesucristo, la persona más grande de la historia y el que lavó los pies a los pobres, para que sobreviva la democracia. La luz de Dios La lucha de los partidos no es contra los otros partidos es contra la dictadura, corrupción, crimen organizado, sangre vertida, fracasos, involución, autoritarismo, regímenes totalitarios y antidemocráticos. Es contra el retraso social, enfermedad, ignorancia y el sufrimiento de los humiles. Hay momentos decisivos, cruciales, de una carga terrible en la historia de los pueblos. Hay hechos fatales, muy tristes y dolorosos. Los conocemos con escalofrío cuando pensamos en el acceso al poder de algunos tiranos, dinastías tal vez. Nos cimbran otros acontecimientos más recientes: el triunfo de los soviéticos y le dictadura comunista, el acceso de Hitler al poder. Ha habido graves golpes de estado o triunfos electorales, como las dictaduras de América del Sur, el triunfo de Hugo Chávez, los caudillos mexicanos como Calles, el triunfo de la revolución cubana y la dictadura de los Castro, etc., etc. Queremos la democracia, que no es quedarse siempre en el poder y tener “carro completo” en las elecciones, es alternancia en el poder de distintos partidos buscando las mejores soluciones. Algunos políticos caen en la tentación perversa y antidemocrática y no quieren soltar el poder y las grandes fortunas que van anexas. Le hacen “manita de puerco” a la Constitución y con mañas quieren justificar su deseo egocéntrico y perverso de perpetuarse en el poder. Mienten mucho presentándose como los salvadores de los pueblos, como los redentores, los únicos, los indispensables. Muchos mexicanos tienen una vida muy triste de postración sin conciencia de los grandes problemas, no participen en la vida nacional. Cómo despertar la conciencia en muchos ciudadanos que no reflexionan, que no son responsables, que les basta irla pasando, sin jerarquía de valores, que se evaden de los grandes compromisos en las diversiones y placeres, las chelas y el sexo, la vacilada, los conciertos gratuitos con bandas y grupos. Conoce a los candidatos: su vida pasada, sus realizaciones, sus crímenes y engaños. No votes por quien en su matrimonio ha sido un desastre, no tiene una sola familia bien constituida, por ningún Trump que atentó gravemente contra la democracia y se permiten todos los escándalos y no respeta a las mujeres ni a nadie y odia y desprecia ferozmente a México. Estudia muy en serio la persona del candidato: un árbol malo no puede dar frutos buenos” enseña el más grande Maestro, Jesucristo. Hay que tener memoria histórica no olvidar los atracos y crímenes de los servidores públicos en pasadas administraciones. Con tu voto salvas la democracia. Si no votas, los enemigos de la democracia triunfan, la desaparecen y ponen su lugar un régimen totalitario, de opresión, sin libertades, una dictadura donde la gente vive en la miseria. Es el caso de Venezuela, de Cuba, Nicaragua y muchos otros países. Todo poder viene de Dios y él lo comparte con algunas personas humanas por distintos caminos, uno de ellos es la democracia donde los ciudadanos eligen libremente por medio del voto. Si las elecciones son legítimas y no un fraude, Dios comparte su poder con las autoridades electas. La autoridad es legítima y, vista las cosas a fondo, participa del poder de Dios quien colabora con él. La Biblia en distintos pasajes pide honrar a las autoridades, y colaborar en las causas justas. Un buen católico es un buen ciudadano y construye en México el reino de Dios.