Redacción / La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. El Sindicato de Trabajadores al Servicio del Poder Ejecutivo del Estado (STASPE) niega que uno de sus agremiados haya atropellado a un agente de la Guardia Civil y golpeado a otros agentes. Por medio de un comunicado, el sindicato señala que los hechos ocurrieron a las 20:00 horas del lunes 20 de mayo, cuando uno de sus agremiados fue detenido de forma arbitraria por parte de elementos de la patrulla 20-5712 de la Guardia Civil cuando circulaba por la calle Teniente Coronel Felipe Páramo, en la colonia División del Norte de esta ciudad. A decir del sindicato, los agentes se molestaron cuando el agraviado les hizo la observación de que la patrulla no tenía ninguna luz encendida y estorbaba a mitad de la calle, así que, molestos, le marcaron el alto, procediendo a detener su vehículo inmediatamente, pero insistiéndole que se dirigiera a una calle aledaña sin alumbrado público. Según el sindicalizado, un elemento lo increpó diciéndole que era un “operativo sigiloso” y le preguntó si sabía lo que eso significaba. Cuando el sindicalizado respondió que no, el agente empezó a golpearlo a través de la ventanilla del auto, llamándole “pendejo”, momento en el que el otro agente pidió que parara de golpearlo o presentaría denuncia por agresiones. Acto seguido, al darse cuenta que el agredido es del STASPE, comenzó a gritar “¡es verde, es verde!”, por lo que se acercaron más elementos y entre todos comenzaron a golpearlo metiéndose a su vehículo, tal y como se aprecia en el video, aplicándole incluso una llave china de lucha libre. Cabe señalar que, en un boletín, el gobierno del estado sostiene que el agraviado intentó darse a la fuga después del supuesto atropellamiento, pero según el STASPE, en el forcejeo, el agredido soltó el pedal del freno y el auto avanzó hacia adelante, aprovechando el elemento para “dejarse caer y dramatizar que había intentado asesinarlo y que le había fracturado una rodilla”. Según el video, los elementos de la Guardia Civil, aun cuando el sindicalizado ya estaba fuera del auto y tirado en el piso, completamente sometido, lo siguieron golpeando con la rodilla en dos ocasiones en el área del oído mientras otro policía se dejaba caer en el área de los pulmones para impedir que respirara, provocando sofocación y, como consecuencia, el desmayo. Al darse cuenta del exceso de violencia ejercida sobre el hombre y al percatarse de que ya no se movía y no respiraba, uno de los elementos procedió a retirar a sus propios compañeros para que no siguieran golpeándolo y verse comprometidos, tapándole el rostro con su propia playera para evitar que se viera el sangrado y los golpes que ya traía en rostro y cabeza desde antes de ser bajado del carro. Al ser el lugar del altercado paso regular de varios sindicalizados, cuando vieron la escena comenzaron a grabar y pidieron que soltaran a su compañero, pero también fueron agredidos y amedrentados quitándoles sus teléfonos móviles para eliminar evidencias, sin tomar en cuenta que existían otras personas ajenas al sindicato que estaban grabando. Al identificar a varios de los presentes como miembros del STASPE, según el sindicato, amenazaron con llevárselos a todos a la Fiscalía, incluyendo al secretario general, Antonio Ferreyra Piñón, que ahí estaba también, sin invadir el espacio ni las acciones de los policías, exigiéndoles sus domicilios particulares. Para ese momento, ya estaban al menos 20 patrullas y 50 elementos de la Guardia Civil, que acordonaron la zona como si se tratara de una escena de crimen. Al momento de ser remitido con el médico legista para certificar lesiones, se constató que el sindicalizado no presentaba ningún signo de intoxicación ni por alcohol ni por otra sustancia, pero durante el trayecto fue amenazado por los elementos de la Guardia Civil que argumentaban que llegando a barandilla sufriría lesiones más graves que las del oficial herido, quien se quejaba de “fractura de rodilla”, refiriéndole que si iba detenido era por “pendejo, por entrometerse en sus asuntos”, asuntos que, según el propio detenido, parecía ser un acto de extorsión contra dos transeúntes, entre ellos un menor de edad, que tenían detenidos en la ruta donde se suscitaron los hechos. El saldo de la agresión para el afectado fue de dislocación de su brazo derecho, fisura en dos costillas, golpes internos en tórax, cuello, pómulos y cabeza y escoriación del lado derecho de la cara. Por otro lado, a decir de testigos, el policía que aseguraba que le habían fracturado la rodilla salió caminando del área de urgencias del IMSS, lugar en donde se encontraba el secretario general del STASPE, quien constató que no fue necesario el uso de férulas ni aparatos ortopédicos. Por lo anterior, el STASPE señala que “nuestro compañero no conducía imprudentemente, mucho menos en estado de ebriedad, nunca intentó huir ni darse a la fuga y nunca lesionó ventajosa o a abusivamente a ningún oficial de la Guardia Civil como falsamente lo ha dicho el gobierno del estado”. Cabe recordar que un hecho similar ocurrió el pasado 23 de febrero de este año, cerca del crucero de la salida a Mil Cumbres, cuando un ciudadano realizó señalamientos igualmente a elementos de la Guardia Civil, quienes respondieron accionando sus armas de fuego acertándole un proyectil en la espalda que le causó la muerte.