De la caída del sistema al triunfo de AMLO: elecciones presidenciales desde 1988 hasta 2018

Elecciones en México: La caída del sistema en 1988, una elección con candidato priista de repuesto y una guerrilla en Chiapas en 1994, la alternancia en 2000, la cuestionada elección de 2006, Peña Nieto y la presunta compra de votos en 2012, el fenómeno AMLO en 2018.

Jorge Ávila / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Desde 1988 hasta 2018 las elecciones presidenciales han sido todas distintas, con diferentes conflictos y factores. A partir de 1988 se vio como se fue debilitando la tradición sucesoria del PRI mediante el dedazo, y en ese contexto surgieron figuras como Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador, pero también como Vicente Fox en tanto que primer presidente opositor y Felipe Calderón, quien llegó a Los Pinos tras una muy cuestionada elección, pasando por Enrique Peña Nieto, último resabio del viejo PRI.

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1988: la caída del sistema

La caída del sistema en 1988 es un episodio crucial en la historia política de México que se desarrolló en el contexto de las elecciones presidenciales de ese año. Este evento se caracteriza por ser uno de los episodios más controvertidos y discutidos en la historia política mexicana.

Para entender la caída del sistema en 1988, es esencial conocer los antecedentes. Durante ese periodo, México estaba bajo el control del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que había gobernado de manera ininterrumpida desde la Revolución Mexicana en 1929. Las elecciones presidenciales de 1988 se presentaban como una oportunidad para abrir la puerta a la alternancia política en el país.

Los candidatos

Carlos Salinas de Gortari fue el candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien resultó ganador en las elecciones y se convirtió en presidente de México.

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Cuauhtémoc Cárdenas encabezó la coalición conocida como el "Frente Democrático Nacional" (FDN), que incluyó al Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido del Trabajo (PT) y una facción disidente del PRI. Cárdenas fue uno de los candidatos más prominentes de la oposición y obtuvo un amplio apoyo popular.

Manuel Clouthier fue el candidato del Partido Acción Nacional (PAN). Aunque no obtuvo una victoria en las elecciones, su participación representó una de las primeras ocasiones en que el PAN compitió de manera significativa en una elección presidencial en México.

En esos momentos el PRI tenía centralizados los procesos electorales federales, los cuales eran organizados por la propia Secretaría de Gobernación y no por un órgano imparcial o autónomo, como el Instituto Nacional Electoral. Además, los candidatos del partido hegemónico tenían ventajas en la difusión y promoción en medios privados y estatales.

La noche del 6 de julio de 1988, día de las elecciones, el sistema de cómputo electoral del país sufrió una misteriosa "caída". En ese momento, el conteo de votos se encontraba en pleno desarrollo, justo cuando los resultados preliminares comenzaron a mostrar ventaja del candidato de izquierda Cuauhtémoc Cárdenas.

La transmisión televisiva del conteo fue interrumpida y el secretario de Gobernación, Manuel Bartlett Díaz, encargado de la supervisión de las elecciones, anunció la caída del sistema.

Años después, en 2021, Manuel Bartlett, hoy titular de la Comisión Federal de Electricidad bajo el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. dijo ante la Cámara de Diputados que el fraude de 1988 fue una "amasiato" entre Salinas de Gortari y el PAN.

Tras la caída del sistema se anunciaron resultados oficiales que declaraban a Carlos Salinas de Gortari como el ganador de las elecciones presidenciales de 1988. Sin embargo, la legitimidad de estos resultados fue cuestionada ampliamente por la oposición y diversos sectores de la sociedad mexicana. Se argumentó que hubo un fraude electoral y que éstos no reflejaban la verdadera voluntad popular.

Rosario Ibarra, candidata del Partido Revolucionario de los Trabajadores, reconoció que la mayoría de los votos habían sido emitidos en favor de Cuauhtémoc Cárdenas. Por su parte, Manuel Clouthier, candidato del PAN, declaraba en esos mismos días que no sabía quién había ganado la elección, pero que no habían sido ni Salinas ni él", señala un documento de la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

De la Madrid reconoció fraude

No hay ninguna declaración oficial que señale que hubo fraude electoral en 1988. No obstante, en una entrevista con Carmen Aristegui (2009), el expresidente Miguel de la Madrid señaló que se equivocó al elegir a Carlos Salinas como su sucesor y que estaba decepcionado de la calidad moral mostrada después por el presidente y su hermano, Raúl Salinas de Gortari.

En esa entrevista, además, señaló a ambos de diversos actos de corrupción. No obstante, después de la emisión de los audios, Miguel de la Madrid se desdijo y argumentó que por su estado de salud sus declaraciones carecían de validez.

¿Qué pasó después de la caída del sistema?

A nivel institucional, no hubo cambios inmediatos y Carlos Salinas de Gortari completó su mandato hasta 1994. No obstante, la discusión pública sí desembocó en una serie de reformas importantes en el sistema electoral mexicano:

Reforma Electoral de 1990: Esta reforma introdujo modificaciones al proceso electoral, incluyendo la creación del Instituto Federal Electoral (IFE), que posteriormente se transformaría en el Instituto Nacional Electoral (INE), un organismo autónomo encargado de organizar las elecciones federales en México.

Reforma Política de 1996: Esta reforma permitió una mayor apertura política al otorgar más espacios a los partidos de oposición en el Congreso de la Unión. Se eliminaron prácticas como la "ley del dedazo", que permitía al presidente en funciones designar a su sucesor dentro del partido en el poder.

Reformas Electorales Posteriores: A lo largo de las décadas siguientes, se llevaron a cabo diversas reformas electorales para mejorar la equidad, transparencia y competitividad de las elecciones en México. Estas reformas incluyeron regulaciones sobre el financiamiento de partidos políticos, la fiscalización de campañas, y la participación de observadores internacionales.

Creación de Organismos Autónomos: Además del IFE, se crearon otros organismos autónomos en México para supervisar y regular aspectos clave de la vida política y democrática del país, como la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).

1994: el año turbulento

En 1994 pasó todo en México y no se puede comprender la realidad del país sin volver la vista hacia aquellos meses convulsos que empezaron el 1 de enero con la entrada en vigor de un acuerdo comercial con Estados Unidos y Canadá, que abrió de par en par la frontera norte, y acabaron en vísperas de la nochebuena con el sorprendente despertar del volcán Popocatépetl y su explosión de fuegos artificiales. Pero además, una pistola salida de la multitud mató a Luis Donaldo Colosio, el malogrado candidato priista que prometía saciar el hambre y la sed de justicia de un pueblo que todavía no se ha recuperado del trauma; en septiembre, una bala atravesó el cuello del secretario general del PRI, José Francisco Ruiz Massieu, con lo que se le dijo adiós a otra esperanza de renovación política. Todo aquello pasaba cuando México trataba de convencer a Estados Unidos de que avanzaba por la senda de la modernidad mientras los zapatistas, levantados en armas desde los albores del año nuevo, lanzaban el negativo de la fotografía: la penuria de los indígenas a quienes nunca les llegaron las mieles del tratado comercial. Reporteros de medio planeta afilaban sus plumas. Era el año de México.

1994 fue un revulsivo. El presidente Carlos Salinas de Gortari, que acababa entonces su mandato, había optado por un perfil tecnócrata, economicista, que de algún modo lo enfrentaba con las viejas figuras del PRI, más volcadas en la inercia política. Aquellas disputas internas comenzaban a quebrar al partido único, la dictadura perfecta mexicana, pero también las izquierdas se dividían entre quienes no compartían el movimiento armado del zapatismo y quienes lo avalaban.

En 1988, Salinas subió al poder rodeado por la polémica de haber robado las elecciones a Cuauhtémoc Cárdenas, que había abandonado el PRI para fundar el Partido de la Revolución Democrática (PRD), la semilla de la izquierda. En el punto culmen de la crisis política, el PRI opta por negociar con el Partido Acción Nacional (PAN), un partido conservador y de ideario católico.

Pero lo cierto es que comenzaba la alternancia, con Salinas el PAN tenía tres gobiernos locales, y con su sucesor, Ernesto Zedillo, llegó a 10, recuerda Cejudo. Hoy, PRI y PAN, enemigos íntimos, se presentan aliados a las elecciones para frenar la marea de Morena, el partido que acabó consolidando la izquierda mexicana y alcanzó el gobierno tras escindirse de un PRD que hoy luce moribundo.

El periodista Diego Enrique Osorno, que ha dirigido la serie de Netflix titulada 1994, en la que se aborda el asesinato de Colosio, sostiene que en aquellos años surgen tres referencias de la izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas, el subcomandante Marcos y el presidente actual, Andrés Manuel López Obrador, todas ellas en plena vigencia política.

A la imagen renovadora que pretendía Salinas y con la que había convencido a los estadounidenses para cerrar el tratado comercial, no contribuyó el asesinato de Colosio, dicen que fraguado desde el poder, como siempre ha sospechado el pueblo mexicano, a pesar de que el magnicida, Mario Aburto, sigue en la cárcel.

El priismo acabó de profundizar su crisis con el crimen de Ruiz Massieu, que le costó 10 años de cárcel y una fianza millonaria a Raúl Salinas, hermano del presidente, en un caso todavía oscuro que en aquellos tiempos mezcló pitonisas y fiscales en el mismo cóctel. Una hija de Ruiz Massieu, Claudia, se ha desempeñado políticamente en el mismo partido desde joven y ahora se ha pasado a Movimiento Ciudadano para optar a un puesto de diputada. Es, pues, compañera de filas de Luis Donaldo Colosio hijo, exalcalde de Monterrey y de gran proyección política.

Al final, la candidatura recayó en un gris Ernesto Zedillo, secretario particular de Colosio, quien sin pena ni gloria tomó las riendas de un país sumido en la convulsión política y una de las peores crisis económicas que haya vivido México.

2000: La alternancia llega a México

“México ha vivido una jornada electoral que por su orden y legalidad, por su transparencia y civilidad ha resultado ejemplar. Hace un momento me he comunicado telefónicamente con el licenciado Vicente Fox para expresarle mi sincera felicitación por su triunfo electoral, así como para manifestarle la absoluta disposición del Gobierno que presido, a fin de colaborar, desde ahora y hasta el próximo primero de diciembre, en todos los aspectos que sean importantes para el buen inicio de la próxima administración federal”. Así en un mensaje transmitido en cadena nacional, el presidente Ernesto Zedillo reconoce la derrota electoral de su partido tras ocupar durante setenta y un años la presidencia de la República.

Con un margen de victoria de 6.42%, el candidato de la Alianza por el Cambio (PAN-PVEM) Vicente Fox gana con el 42.52% y Francisco Labastida, del PRI, pierde con el 36.11% de una votación en la que sólo participó el 63.97% de los electores registrados. Cuauhtémoc Cárdenas de la Alianza por México (PRD-PT-Convergencia-PAS-PSN) apenas obtuvo el 16.64%. También participaron como candidatos Gilberto Rincón Gallardo del Partido Democracia Social, Manuel Camacho Solís del Partido del Centro Democrático PCD y Porfirio Muñoz Ledo del Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, pero la mayor votación a favor de alguno de esos partidos ni siquiera llegó a alcanzar el porcentaje de votos nulos (2.10%).

Así, el Partido Revolucionario Institucional PRI, dejó la presidencia de la República que había mantenido desde 1929, primero como Partido Nacional Revolucionario, después como Partido de la Revolución Mexicana y hoy Partido Revolucionario Institucional.

La derrota del PRI resultó de las crisis económicas recurrentes a partir de 1976, y en los últimos tres sexenios, de las políticas impopulares (IVA), rescates bancarios (Fobaproa) y carreteros cuestionados, crímenes políticos (Colosio y Ruíz Massieu), corrupción manifiesta (Espinosa Villarreal), contubernios con el narcotráfico (Mario Villanueva), precandidatos enemistados entre sí agresivamente (“Dale un Madrazo al dedazo”) y un candidato presidencial (Labastida) poco carismático (“Me ha llamado lavestida”) y sin una estrategia clara, contra una bien diseñada, financiada (Amigos de Fox) y exitosa campaña electoral, iniciada unos tres años atrás, en 1997, que presentaba a Fox como el héroe que terminaría la “dictadura priísta de setenta años” y conduciría al cambio anhelado por todos ("Ya, el cambio que a ti te conviene").

El triunfo se basó en una estrategia de denuncias concretas y propuestas generales, dirigida a convencer de su inevitable victoria para crear la cargada o "bandwagon" ("¡Ya ganamos!"). Una estrategia que recurrió al reclutamiento de electores panistas, antipriístas o jóvenes sin identificación partidista, para integrar los "Amigos de Fox", grupo compuesto por miles de simpatizantes que fue creciendo hasta formar toda una estructura político electoral; que convocó al voto táctico o útil para “sacar al PRI de los Pinos”; y que asimismo, comprendió la ayuda de renombrados consultores políticos extranjeros (Dick Morris) y un hábil manejo profesional de todos los medios propagandísticos disponibles, desde guantes con la V de la victoria, radio y televisión, correo y teléfono, hasta numerosos “espectaculares” y la Internet.

Durante la semana siguiente a la elección, los priistas comenzaron a reflexionar sobre su derrota. Por ejemplo, Manuel Bartlett dirá: “francamente el PRI perdió su brújula…y al perder su identidad ideológica dejó de tener una vinculación real con sus bases. El partido se fue retirando y, desde luego, se fue debilitando...con su larga tradición de disciplina, fue aceptando estas desviaciones sumisamente... hasta llegar a una posición de conservadurismo que dañó a su propia estructura de partido”.

Asimismo, en una reunión del CEN del PRI, el mismo Bartlett culpó al presidente de la República: “Entre otras cosas, la derrota se la debemos al Fobaproa”. Y convocó a los priistas a no aceptar el cambio del Comité Ejecutivo encabezado por Dulce María Sauri que a ella misma le sugirió el presidente Zedillo: “Todo este sexenio el Presidente ha mandado en el PRI. Él influyó y determinó nuestros procesos. El perdió su capacidad de conducción. Ha dejado de ser el líder moral''.. Los priistas no se cansaron de aplaudirle dolidos por la urgencia del Ejecutivo de salir a reconocer el triunfo de Fox.

2006: cuestionadas elecciones

La elección presidencial de 2006 estuvo marcada por la crisis política. Primero, las campañas electorales, en las que se señaló al presidente en turno Vicente Fox de una intervención directa, al Partido Acción Nacional de promover en medios de comunicación una agresiva campaña que calificó al candidato opositor Andrés Manuel López Obrador, del Partido de la Revolución Democrática, como un peligro para el país,  y en las que se encarceló a militantes de este último partido bajo los cargos de lavado de dinero luego de que fueran exhibidos a través de cintas de video recibiendo ilícitamente dinero del empresario Carlos Ahumada. El propio López Obrador fue también sometido a un juicio de desafuero, mismo que finalmente no procedió.

Segundo, la elección celebrada el 2 de julio de 2006 en la que el Instituto Federal Electoral concedió la victoria a Felipe Calderón Hinojosa, candidato del Partido Acción Nacional. López Obrador, quien había liderado las encuestas y sondeos desde 2005,  perdió por un margen menor a un punto porcentual lo que lo llevó a hacer una acusación directa de fraude electoral y manipulación de resultados.

Y tercero, las reacciones a la elección, mismas que incluyeron manifestaciones en la capital del país a favor de López Obrador y una demanda de recuento de votos. El 1 de diciembre de 2006, Felipe Calderón rindió protesta en el Palacio Legislativo de San Lázaro rompiendo todos los protocolos formales que la ceremonia había tenido hasta ese momento. Esto debido a las protestas hechas por legisladores de la oposición dentro del propio pleno, y al ambiente generalizado de que se había cometido un fraude electoral. Es la única ocasión en la historia de los gobiernos sexenales en México en que la toma de protesta del titular del poder Ejecutivo no se llevó a cabo de manera pacífica. De acuerdo a conclusiones posteriores, la percepción de ilegitimidad con la que llegó a la presidencia se convirtió en una de las razones por las que Felipe Calderón inició una guerra contra el narcotráfico, misma que fue declarada apenas diez días después de iniciado su mandato.

Las campañas

El proceso formal de campañas electorales hacia la elección presidencial arrancó oficialmente en marzo de 2006 siendo los candidatos a la presidencia de México (enlistados por orden de registro de los partidos): Felipe Calderón por el Partido Acción Nacional; Roberto Madrazo Pintado por la Alianza por México (conformada por el PRI y el Partido Verde); Andrés Manuel López Obrador por la Coalición Por el Bien de Todos (constituida por el PRD, Convergencia y el PT); Patricia Mercado por el Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina; Roberto Campa Cifrián por el Partido Nueva Alianza; y Víctor González Torres como candidato independiente, aunque finalmente los votos de este último no fueron validados.

En el mes de abril López Obrador se adelanta como el favorito en las encuestas con el 38% de las preferencias frente el 34% de Felipe Calderón.  Ese mismo mes, el Instituto Federal Electoral aprueba una campaña propagandística diseñada por el Partido Acción Nacional en la que a través de spots de radio y televisión se utiliza la frase: "López Obrador, un peligro para México". Los anuncios en televisión iban acompañados de imágenes en donde se comparaba a López Obrador con el expresidente de Venezuela, Hugo Chávez. En junio de 2006, la periodista Denisse Maerker entrevistó a Felipe Calderón en el programa Punto de partida. Al cuestionarle respecto a la campaña negativa contra López Obrador, Calderón respondió: "Ya si ganó, Denisse, como dicen en mi tierra, haiga sido, como haiga sido”.

Además de la campaña del Partido Acción Nacional, el Instituto Federal Electoral permitió la difusión de spots televisivos al Consejo Coordinador Empresarial en cuyos promocionales se decían frases como; “defendamos lo que hemos logrado, apostarle a algo distinto es retroceder”.  haciendo referencia a una probable victoria del candidato López Obrador. Mediante la campaña "Ármate de valor, y vota" utilizaron la imagen de Hugo Chávez gritando la frase: "Socialismo o muerte" para después completar con la cita: En México no necesitas morir para definir tu futuro, solo vota".

El Consejo Mexicano de Hombres de Negocios también lanzó algunos spots que significaron 130 millones de pesos en mensajes de televisión con tintes políticos, en donde advertían "los riesgos a la democracia", que representaba no reconocer, eventualmente, un resultado electoral. Al respecto, analistas determinaron que al intervenir empresas particulares directamente en la campaña a favor de un candidato en especial y en contra de otro, cediendo espacios televisivos con fines políticos, se violaban las leyes electorales.  Además de empresarios particulares, organizaciones registradas también influyeron en la campaña mediante spots de televisión, entre ellas destacan Sabritas, Jumex y Pepsi quienes de acuerdo al IBOPE (industria de comunicación dedicada a medir audiencias) gastaron $16,496,800 pesos ($1,499,709 USD) en propaganda indirecta en la que se utilizaron frases como "tengo las manos limpias" que fue el eslogan de campaña de Felipe Calderón, o en el caso de Jumex diseñar una campaña de publicidad subliminal en la que utilizaban transiciones de video y tipografías idénticas a las usadas en los spots de Felipe Calderón.

Víctor González Torres (dueño de las llamadas farmacias Similares, en México), en un inicio disputaba la candidatura del Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina, pero perdió frente a Patricia Mercado. Después de ello, decidió contender a la presidencia como candidato independiente pidiéndole al electorado que escribiera su nombre en el recuadro en blanco que apareció en la parte inferior de la boleta electoral.  Sin embargo, la postura mediática de González Torres se inclinó a compararse a sí mismo con Andrés Manuel López Obrador mediante spots televisivos en los que calificaba a su adversario como populista y radical.

Todos de los spots, tanto de particulares o los emitidos en la campaña de Víctor González Torres, fueron permitidos y no penalizados por el Instituto Federal Electoral.

De acuerdo al politólogo Noam Chomsky una de las estrategias de manipulación mediática hace referencia a los medios de comunicación como creadores de emociones. En este caso se implantó el miedo y la confusión para que al sembrarse en la mente del electorado mexicano, éstos influyeran en sus decisiones de voto.

Intervención de Vicente Fox

El proselitismo del entonces presidente de la república Vicente Fox fue la principal crítica de la Alianza por México y la Coalición Por el Bien de Todos.  Desde el inicio de su mandato, se especuló que la idea de Fox era impulsar a su esposa, Marta Sahagún, para que fuera ella la candidata del Partido Acción Nacional y así poder ser su sucesora en el ejercicio del ejecutivo. El 7 de febrero de 2015, la propia Sahagún lo confirmó y alegó: “No fui (candidata) porque no quise”. Durante primeros meses de 2006, Fox realizó 52 giras por el país, en las cuales reiteró a través de spots o en declaraciones que “no era tiempo de cambiar de caballo, sólo de jinete” (en una clara referencia a que el Partido Acción Nacional debía permanecer en el ejecutivo). Fox añadiría: “si seguimos por este camino, mañana México será mejor que ayer”. El proselitismo fue más directo cuando en un acto con simpatizantes panistas declaró: “Quien sea que aparezca en la boleta electoral, habrá de ser derrotado por el candidato de acción nacional”.  Andrés Manuel López Obrador, fue el primero en replicar al Presidente Fox para que dejara de intervenir en la campaña electoral, con una frase que pronunció durante un mitin en el estado de Oaxaca; “¡cállate chachalaca!” (comparando al presidente con el ave galliforme que es conocida por el ruido que causa). La declaración de López Obrador causó tal impacto mediático que el candidato tuvo que presentarle una carta al presidente en la que intentó disculparse de esa misma frase, argumentando que fue un “exabrupto”, pero ratificándole que había “trazas” de que estábamos en una elección de Estado, toda vez que se han utilizado recursos públicos muy grandes en spots publicitarios con tintes políticos.

El PRD, mediante su vocero, Gerardo Fernández Noroña denunció que Vicente Fox actuó de forma ilegal e inconstitucional, violando las normas y las leyes electorales, al negociar políticamente de manera personal con Jorge Emilio González Martínez, presidente nacional del Partido Verde Ecologista de México, para que se concretara una alianza electoral con el Partido Acción Nacional. Según la denuncia, Jorge Emilio y Santiago Creel (entonces secretario de gobernación), se reunieron varias veces con Vicente Fox, quien les aseguró que: "bajo ninguna circunstancia dejaría ganar a Andrés Manuel López Obrador, porque era un peligro para México, ni a Roberto Madrazo, porque no era un hombre confiable, por lo que apoyaría con todo a Felipe Calderón".69 Meses después el propio Fox confirmaría que había buscado una alianza con el Partido Verde, misma que no se concretó.

El 15 de septiembre de 2006, después de haberse conocido los resultados de la elección, Vicente Fox fue criticado consecuencia de su último grito de dolores como Presidente de las República. En México se acostumbra que el presidente en turno haga un homenaje a la Independencia de México gritando en el zócalo de la capital el nombre de los héroes reconocidos en dicho acontecimiento, para finalizar con la frase: ¡Viva México!. A éste acto se le conoce como el "grito de dolores". En pleno conflicto postelectoral, Fox decidió dar el grito de dolores en Hidalgo, con tintes políticos más que históricos, agregando en el consignas como: "viva nuestra democracia'", "vivan nuestras instituciones" y "viva la unidad de las y los mexicanos", exhortaciones nunca antes hechas por ningún otro presidente mexicano en dicha ceremonia.

La elección

El proceso de elección se llevó a cabo el domingo 2 de julio de 2006 en la cual las 32 entidades federativas de México tuvieron derecho a ejercer el voto. A nivel federal, se eligieron los puestos de: presidente de la república, 128 senadores y 500 diputados federales.  Durante esa noche, Andrés Manuel López Obrador y Felipe Calderón Hinojosa se declararon a sí mismos ganadores de la disputada elección. A las 23:00 horas (Tiempo del Centro), el Instituto Federal Electoral (IFE) irrumpió la señal de televisión y radio para comunicar a la población los resultados preliminares del proceso mediante su sistema denominado "PREP", mecanismo que permite deducir los resultados tentativos en un proceso electoral.  A través del consejero presidente, Luis Carlos Ugalde, el IFE anunció que la diferencia y el margen de error entre los dos punteros era tan estrecha que resultaba imposible determinar al ganador en ese momento, recomendando a la sociedad que esperara.

Durante un lapso de cinco días, el IFE se mantuvo elaborando el dictamen hasta que el jueves 6 de julio, éste fue resuelto en favor de Felipe Calderón Hinojosa del Partido Acción Nacional. El conteo concluyó a las 15:20 horas (Tiempo del Centro) con el 35,91% de los votos para Felipe Calderón, y el 35,29% para López Obrador, con una diferencia de 0,62%, la más reducida entre punteros de la historia de las elecciones en México.  López Obrador declaró que impugnaría la elección presidencial argumentando un listado de inconsistencias y violaciones a las leyes electorales.  La población se encontraba polarizada y dividida en sus preferencias electorales y a partir de ese momento comenzó un clima de tensión postelectoral.

Irregularidades en los resultados

De acuerdo al sistema preliminar (PREP) del Instituto Federal Electoral, al contabilizarse el 70% de las casillas computadas, López Obrador se encontraba a favor con el 36.8% de la votación frente al 34.6% de Felipe Calderón. A partir de ese porcentaje, López Obrador empezó a caer de manera prácticamente simétrica a lo que empezaba a subir Calderón.

El comportamiento atípico de la gráfica de resultados se atribuyó a dos posibles hipótesis: la primera en la que se teorizaba que las primeras actas computarizadas fueron las del centro de México, conformado por estados ganados en su mayoría por López Obrador, para luego sumarse los estados del norte en donde Felipe Calderón aventajó. En ésta hipótesis se encontraba una explicación del porqué en un inicio el PREP posicionó a López Obrador como puntero. La segunda hipótesis planteaba un fraude electoral el cual se sostenía en el hecho de que al comparar el número de boletas que estaban depositadas en las urnas contra el número de boletas que se recibieron y computaron después de la elección, ambas cifras no coincidían. Hasta el 13 de julio a las 17 horas, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) había sido notificado de un total de 359 avisos de juicios de inconformidad, de los cuales 227 fueron promovidos por la coalición Por el Bien de Todos (PRD-PT-Convergencia), 131 por el PAN y 1 por la Alianza por México (PRI-PVEM). Otra de las denuncias de López Obrador recayó en la supuesta falta de representantes de casilla por parte de la Coalición Por el Bien de Todos para que pudieran dar fe de una votación equitativa. En el ámbito nacional el PAN y la Coalición tuvieron representantes en 79.9 y 79.4 por ciento de las casillas, respectivamente, aunque López Obrador argumentó que su distribución no fue uniforme.  El 2 de julio mientras se llevaba a cabo la elección, Prudencio Nava, representante del PRD en el Distrito 1 perteneciente al municipio de Tlacotepec en el estado de Guerrero fue asesinado por un comando armado.82

'Voto por voto, casilla por casilla'

A raíz de las irregularidades suscitadas en la elección, Andrés Manuel López Obrador solicitó al Instituto Federal Electoral un segundo conteo del 100% de los votos en las casillas electorales. A la petición se sumó la presión social causada por la división de la opinión pública entre quienes coincidían en la versión de un posible fraude electoral, y entre quienes consideraban que López Obrador debía acatar el veredicto. En sesión pública el 5 de agosto, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación rechazó la petición de la Coalición Por el Bien de Todos de realizar un nuevo escrutinio y cómputo de la totalidad de los votos.83 Cuatro días más tarde, el 9 de agosto, se inició el recuento parcial de votos en 11.839 casillas, el 9% del total de paquetes electorales correspondientes a la elección para Presidente de la República. El margen de ventaja entre el candidato que obtuvo el mayor número de votos y el segundo lugar había sido de apenas 250 mil votos y, luego de la anulación de algunas casillas impugnadas por la Coalición Por el Bien de Todos, este margen se redujo a 230 mil votos. Con esta diferencia de votos a favor de Felipe Calderón Hinojosa, el candidato aventajó el computo final.

El 5 de septiembre de 2006, el Tribunal Electoral de México declara válida la elección presidencial y proclama presidente legítimo a Felipe Calderón Hinojosa para el período del 1 de diciembre de 2006 al 1 de diciembre de 2012.  Los magistrados del Tribunal consensuaron en que habían existido irregularidades, pero no las suficientes para anular el proceso. A su vez señalaron que el actuar del presidente Vicente Fox había puesto en riesgo la veracidad de la elección.

El 21 de febrero de 2011, después de una filtración de documentos por el sitio WikiLeaks se reveló un comunicado con fecha del 1 de septiembre de 2006 y firmado por la embajada de Estados Unidos, encabezada en ese momento por Anthony Garza. La misiva iba dirigida al gobierno de su país solicitando se diera una muestra de apoyo a Felipe Calderón para evitar que los asuntos de “mayor importancia para nosotros se estanquen”. El documento indicó que la postura del gobierno de Estados Unidos a la crisis política en México fue de no intervenir directamente y adoptar el fallo del Tribunal en México.

Protestas y bloqueo en la capital

Luego del fallo definitivo del Tribunal, simpatizantes de la Coalición Por el Bien de Todos iniciaron una serie de protestas en México sucumbiendo a una petición del propio Andrés Manuel López Obrador de no acatar el resultado. Uno de los lemas utilizados fue la consigna: "voto por voto, casilla por casilla". A través de un mitin, López Obrador declaró ante un zócalo capitalino repleto de personas: "Ese atentado a la legalidad constitucional y a la vida democrática, expuso, obliga a reasumir el ejercicio de la soberanía popular y abolir de una vez y para siempre el régimen de corrupción y privilegios que impera en el país. Por eso, aunque no les guste a mis adversarios, ¡al diablo con sus instituciones!".  Por 45 días, López Obrador y seguidores instalaron un "campamento permanente", impidiendo el tránsito vehicular en su totalidad por la Avenida Paseo de la Reforma una de las principales avenidas de la Capital de México, esto con la intención de presionar a las autoridades a llevar a cabo un recuento de los votos.  A pesar de que en un inicio López Obrador declaró que la idea de implantar un bloqueo en el Distrito Federal (nombre que tenía la capital mexicana en ese entonces), tenía la finalidad de manifestarse pacíficamente y evitar las armas, la medida fue duramente criticada.  Uno de los críticos del movimiento fue Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, candidato de partidos de izquierda durante tres elecciones federales consecutivas en México. Cárdenas consideró "un error las acciones de castigo a la población emprendidas por López Obrador y sus simpatizantes". Por otro lado, el entonces jefe capitalino Alejandro Encinas respaldó la manifestación y se negó a accionar en contra de López Obrador.

El 20 de noviembre de 2006, López Obrador se auto proclama "presidente legítimo" de México en un acto de toma de protesta anticonstitucional, apoyado por cientos de seguidores en la Ciudad de México. Durante el acto, López Obrador recitó la protesta establecida en el artículo 87° de la Constitución en la que señala que el titular del ejecutivo debe prometer hacer guardar a la misma.  Ninguna institución ni gobierno extranjero validó la toma de protesta.  Oficialmente la toma de protesta constitucional estaba calendarizada para el primero de diciembre, mismo mes en el que se levantó el plantón de Avenida Reforma.

2012: El regreso del PRI

Las campañas iniciaron el 30 de marzo de 2012.  El PAN definió a Josefina Vázquez Mota como candidata por su proceso interno del 5 de febrero de 2012. El PRI-PVEM definió a Enrique Peña Nieto el 21 de noviembre de 2011 tras la declinación de Manlio Fabio Beltrones. El PRD-PT-MC definió a Andrés Manuel López Obrador el 15 de noviembre de 2011 cuando se anunció que las encuestas lo favorecían y Marcelo Ebrard reconoció ese resultado. Nueva Alianza definió a Gabriel Quadri como candidato en febrero de 2012.

En la mayoría de las encuestas daban gran ventaja a Peña Nieto; en un principio Vázquez Mota ocupaba el segundo lugar en las encuestas, pero fue en mayo después del debate presidencial donde fue superada por López Obrador. Otras encuestas ponían a la cabeza al excandidato López Obrador, seguido de Peña Nieto; y fueron pocas las que pusieron a Vázquez Mota lidereando estas encuestas.

En ese contexto nació el Movimiento YoSoy132, conformado en su mayoría por estudiantes de educación superior en México, tanto de instituciones públicas como privadas que buscaba, entre otras demandas, la democratización de los medios de comunicación y la cobertura en cadena nacional del segundo debate entre los candidatos a la Presidencia de México, además de la organización de un tercer debate.

Las protestas realizadas en contra del entonces candidato a la Presidencia de México Enrique Peña Nietofueron un detonante que puso en marcha una cadena de manifestaciones que unieron a este movimiento. A pesar de lo declarado en el Manifestó YoSoy132, en la práctica, no es claro cuántos movimientos fueron incluidos, por ejemplo #MarchaAntiEPN. Este movimiento también fue llamado La Primavera Mexicana.

Controversias

La comisión de vigilancia ciudadana del movimiento #YoSoy132 informó que hasta el 3 de julio habían sistematizado mil 100 casos de presuntas irregularidades.  Denunciaron que en algunos lugares policías robaron urnas y se presentaron balaceras, reportaron casos muy extremos de que secuestraron a representantes de casilla.

Compra de votos

Andrés Manuel López Obrador habló explícitamente de compra de votos, el cual acusaba al candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, de comprar votos por medio de tarjetas del supermercado Soriana con la marca de la CTM. El Instituto Federal Electoral afirmó que investigaría a fondo el tema, después de recibir denuncias.  Se exhibieron facturas y se comprobó la afluencia masiva de personas, así como testimonios de personas que declararon haber recibido dichas tarjetas.  Sin embargo, no se emprendió ninguna investigación a gran escala que demostrara la implicación de altos cargos en estos sobornos electoralistas. Por su parte el PRI acusó a Andrés Manuel López Obrador y a la coalición del Movimiento Progresista de un presunto montaje en el caso de las tarjetas de prepago en supermercados y prometió levantar queja penal ante la Procuraduria General de la República.

No obstante existieron múltiples quejas en contra de Enrique Peña Nieto, el IFE por medio de los consejeros electorales confirmaron que el PRI sí usó tarjetas Monex, pero una mayoría del Consejo General del órgano electoral declaró como sin fundamento, la queja que habían presentado los partidos PRD, PT y Movimiento Ciudadano.

Durante el transcurso del proceso de votación se evidenciaron diversos robos de urnas con votos en distintos estados de México, por parte de personas armadas. En Monterrey, estado de Nuevo León, se confirmó el robo de tres urnas con votos.157 En los municipios de Chilapa de Álvarez y Cuajinicuilapa del Estado de Guerrero, por su parte, fueron robadas once urnas.  También se denunció el robo de varias urnas en Tlalnepantla de Baz, una en Naucalpan (ambas del Estado de México), y robo de boletas en Pachuca de Soto, Estado de Hidalgo. Algunos de los incidentes se produjeron en medio de balaceras.

2018: AMLO y el giro a la izquierda

Fue tanta gente que no cupo en el icónico Estadio Azteca, con capacidad para 100 mil personas. Otros cientos de miles siguieron la transmisión por internet y fue tendencia mundial como AMLOFEST.

El cierre de campaña de Andrés Manuel López Obrador, el candidato puntero a la Presidencia de México según todas las encuestas, fue espectacular y muy emotivo. Miles de personas coreaban: "Es un honor estar con Obrador".

Su discurso se parecía al de una toma de posesión. "Nuestro gobierno respetará a todos, pero dará preferencia a los pobres. Lo haremos como siempre, por convicción, pero también porque en una sociedad desigual como la nuestra es casi imposible conseguir la paz sin que haya justicia y bienestar", dijo.

Este era su tercer intento por llegar a la presidencia y desde hacía meses las encuestas le daban una clara ventaja.

Ese domingo 1 de julio los mexicanos votaron de forma abrumadora. Según el conteo rápido hecho público por el INE, AMLO ganó con el 53% de los votos.

Esta fue la primera vez en México que un candidato terminaba la campaña con una ventaja tan amplia. Los analistas coincidieron: los mexicanos se dieron cita en las urnas motivados por el enojo y descontento al sistema, representado principalmente por los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN).

En esta elección, más que elegir entre izquierda y derecha, los votantes decidieron entre la continuidad y el cambio, y AMLO significaba el cambio a ojos de los electores.

En su camino al estrado para dar su discurso de cierre de campaña, AMLO se tomó una foto con una bandera de arcoíris, que representa la diversidad sexual, lo que fue muy celebrado.

Se consideró un acto símbolo de acercamiento a esa minoría, pues fue uno de los muy pocos guiños que le hizo durante su campaña.

Ya en el estrado, emocionó a sus seguidores siendo reivindicativo, nombrando a luchadores sociales y personas ilustres. Prometió una "Revolución sin violencia".

El AMLOFEST terminó con AMLO pidiendo el voto. "Tengo, y lo confieso, una ambición legítima: quiero ser un buen presidente de México", dijo al final de su discurso. La historia dirá si lo ha sido.