Agencias / La Voz de Michoacán Investigadores de la Academia China de Ciencias Agrícolas han logrado un hito al cultivar y cosechar el primer lote de arroz en el desierto, utilizando invernaderos especiales ubicados en Xinjiang Uigur, al noroeste de China. "Este arroz se cultiva en un sistema de marcos de tres capas, bajo condiciones ambientales controladas precisamente en invernaderos adaptados al desierto, lo cual permite acortar el ciclo de crecimiento a la mitad, logrando la cosecha en apenas dos meses", explicó Yang Qichang, científico principal del Instituto de Agricultura Urbana (IUA), en declaraciones recogidas por la agencia Xinhua. Este avance se deriva de investigaciones previas en una fábrica de plantas en Chengdu, Sichuan, donde en 2021, el equipo de Yang consiguió por primera vez reducir el tiempo de crecimiento a la mitad mediante tecnología de reproducción rápida. Yang ve el clima extremo del desierto de Hotan no como un desafío, sino como una ventaja. La combinación de extensas horas de sol y grandes variaciones de temperatura entre el día y la noche crean un entorno propicio para estos cultivos de arroz. El equipo de investigación ha impulsado el crecimiento de las plantas utilizando iluminación LED dinámica, soluciones nutritivas especialmente formuladas y técnicas avanzadas de cultivo hidropónico. "Utilizando los beneficios del clima desértico, como los amplios recursos de luz y calor, el futuro de la agricultura protegida en Xinjiang es muy prometedor, abriendo el camino para prácticas de producción de alimentos sostenibles", afirmó Shi Dawei, investigador asistente del IUA. Además, Yang mencionó que las tecnologías de ahorro de energía empleadas en estos invernaderos desérticos de arroz han reducido considerablemente los costos operativos en comparación con los invernaderos tradicionales. "La construcción de estos invernaderos energéticamente eficientes cuesta unos 350 yuanes (aproximadamente 48,2 dólares estadounidenses) por metro cuadrado, un tercio del costo en los Países Bajos, y los costos operativos son solo un 25% de los invernaderos holandeses", comentó Yang, destacando la eficiencia de este modelo. Yang es optimista sobre el potencial de reducir aún más los costos mediante el uso de energía verde, la mecanización y la inteligencia artificial, lo que hará que estos invernaderos sean altamente competitivos a nivel internacional. Estos avances no solo apoyan el cultivo anual y acelerado de cultivos en Xinjiang, sino que también han permitido explorar técnicas para el rápido cultivo de cultivos básicos como soja, maíz, trigo, colza, algodón y alfalfa en el ambiente desértico de Hotan.