México, el gigante del continente en producción de drogas sintéticas, según la ONU

La producción a gran escala sigue concentrada en áreas afectadas por retos de gobernanza e inestabilidad, como Afganistán, México, Myanmar y Siria

Foto: Especial

Agencias / La Voz de Michoacán

México se ha convertido en el mayor productor de drogas sintéticas en el continente americano, y a nivel mundial es comparado con Afganistán, Myanmar y Siria, de acuerdo con el informe de 2024 de la Oficina de las Naciones Unidas para las Drogas y el Crimen (UNODC).

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“Las drogas sintéticas pueden producirse en cualquier lugar y su producción ilegal se está expandiendo en países de bajo, mediano y alto ingreso. Sin embargo, la producción a gran escala sigue concentrada en áreas afectadas por retos de gobernanza e inestabilidad, por ejemplo, Afganistán, México, Myanmar y la República Árabe de Siria”, indica el informe, difundido a nivel mundial este miércoles.

Con datos estadísticos hasta 2022, la ONU explica que la metanfetamina tiene sus centros de producción a larga escala en México y Myanmar, donde explica además que “el imperio de la ley es débil”, y desde donde se envía esta droga a los dos mercados más grandes: el este y sureste de Asia, y Norteamérica.

Aunque no se habla de México como una región de importancia en la producción de fentanilo, el reporte asegura que sí hay una epidemia por el consumo de opiáceos que ha llevado a cifras récord de muertes en la región de Centroamérica, con un aceleramiento durante la pandemia de covid-19, hasta niveles sin precedentes para 2021 y 2022.

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El reporte indica, además, que la producción y tráfico de cocaína se encuentra en su nivel más alto, con una estabilización en aseguramientos en Sudamérica pero un aumento en países clave como Colombia, Ecuador y Perú, lo que también ha acelerado la violencia en la región.

Según el informe, los aseguramientos de cocaína y la tasa de homicidios aumentaron cinco veces entre 2019 y 2022 en Ecuador, siendo las regiones costeras donde la situación empeoró más, al ser las zonas utilizadas como destinos para los mercados de Norteamérica y Europa.

“El impacto del aumento en el tráfico de cocaína se ha sentido en particular en Ecuador, donde se ha visto una ola de violencia letal en recientes años vinculada a grupos criminales locales y transnacionales, más notablemente de México y de países de los Balcanes”, reporta la UNODC.

Según el análisis, en 2022 la cifra de producción de cocaína alcanzó las 2 mil 757 toneladas, un aumento del 20 por ciento respecto de 2021, mientras que el cultivo de la planta de coca aumentó un 12 por ciento en el mismo periodo, para alcanzar las 355 mil hectáreas.

“El auge prolongado de la oferta y demanda de la cocaína ha coincidido con la escalada de violencia en los estados ubicados a lo largo de la cadena de suministro, principalmente en Ecuador y los países del Caribe, y un incremento en los daños a la salud en los países de destino, incluidos los de Europa Occidental y Central”, concluye el informe.