EFE / La Voz de Michoacán Guadalajara. Las parejas LGTBI en México aún afrontan discriminación cuando buscan lugares o proveedores para sus bodas por la falta de una cultura de respeto y tolerancia, aunque la Suprema Corte avaló hace casi 10 años estas uniones en el país. En el marco del Día del Orgullo LGTBI de este viernes, Cástulo Rodríguez y Óscar de la Rocha contaron a EFE que se casaron en 2022. De la Rocha pensó que la boda podría ser en las playas de Puerto Vallarta, pero se decepcionó cuando un hotel les negó el servicio por ser homosexuales. “Llamé a un hotel y también cuando se enteraron de que era (una boda) de la comunidad (LGTBI), me dieron el no y no me quisieron ni dar la entrada al hotel y después ya no quisimos hacerla en Vallarta”, relató De la Rocha. La pareja buscó a una persona que fuera parte de la comunidad para que organizara su boda, y así pudieron realizar un evento en el que desde la jueza y las personas de servicio fueron respetuosas. “En nuestro caso, en dos ocasiones les dije: no quiero bandera de colores (del orgullo) atrás porque si (asumen) que va a haber show de ‘drags’ o va a haber esto y no. Pusimos esa pauta y en ese momento como que dijeron: vamos a escuchar qué es lo que quieren”, aseguró Rodríguez. La Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género, realizada en 2021, por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) reportó que en México unas cinco millones de personas se identifican como comunidad LGTBI, es decir, una de cada 20 personas se identifica con una orientación o identidad de género diversa. De los poco más de medio millón de matrimonios registrados en todo el país en 2022, 5.829 fueron entre personas del mismo sexo, según el Inegi. Etiquetas y violencia Como ellos, muchas otras parejas de la comunidad padecen la negativa de servicio por parte de las empresas, lidian con empleados que les etiquetan en los estereotipos de género o con una violencia sutil. Juan Carlos Betancourt y Rigo Longoria narraron a EFE que se casaron en 2013, cuando el matrimonio igualitario recién se había aprobado a nivel local en Ciudad de México. Al buscar un lugar para casarse los rechazaron varios hoteles y espacios de eventos o les decían que debía ser en un lugar privado. “Nos decían: no podemos casar a personas del mismo sexo aquí o sí te voy a hacer un evento un poquito más privado, pero sabíamos que ese tema de privacidad era más porque ‘no queremos que vean este tipo de bodas en mi ‘venue’ (sitio) o en mi hotel’ y lo mismo con los proveedores, les asustaba”, aseguró Longoria. Betancourt y Longoria reconocieron un avance en las empresas para atender este tipo de bodas, pero apuntaron que sigue habiendo discriminación y violencia en muchos de los proveedores. Contaron la anécdota de unos conocidos que entraron al salón de eventos para su primer baile como esposos, pero cuando la banda se dio cuenta de que era una pareja homosexual cortaron la música, se negaron a ofrecer el servicio pactado y se retiraron del lugar. Nuevas formas de servicio para parejas LGTBI La pareja tomó su experiencia y la de otros conocidos para crear la plataforma ‘Queer Weddings Mx’, para que la comunidad LGTBI encuentre servicios empáticos y respetuosos. También en los últimos años han capacitado a hoteles y empresas del sector de bodas en México para ofrecerles consejos para atender matrimonios igualitarios. “Si vas a trabajar con el mercado LGBT, si lo haces por dinero o lo haces por convicción, capacítate”, pidió Betancourt. Gianluca Durán, videógrafo trans, especializado en bodas LGTBI, contó a EFE que ha tenido que capacitarse en cómo atender a las parejas con respeto y libertad, un proceso en el que rompió sus propias barreras para fomentar un lugar seguro. “Perdamos ese miedo porque somos personas. Eso es lo principal (que tienen las empresas), el miedo y es más bien romper esa barrera que nos ponemos imaginariamente”, aseguró.