Notimex/La Voz de Michoacán Ciudad de México. Jorge Prado Molina, académico del Instituto de Geografía (IGg) de la UNAM, consideró que en el país se carece de una cultura del patentamiento, por lo que exhortó a los investigadores a generar tecnologías propias y hacer dicho proceso. Expuso que en otros países los investigadores hacen las empresas de alta tecnología, “y eso nos hace falta en México para que no seamos tan dependientes del exterior”. En un comunicado, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señaló que recientemente Prado Molina patentó dos sistemas de simulación satelital y un estabilizador para satélites en órbita. Destacó que a partir de tres patentes la UNAM hace promoción para lograr el interés de alguna empresa que quiera comercializar esos equipos. En ese sentido, expuso que Molina Prado es creador de tecnologías propias desarrolladas en la institución y que son útiles para el sector aeroespacial, aspectos donde la UNAM tiene una larga trayectoria en ese ámbito, y hoy dedica esfuerzos para desarrollar nanosatélites de uno a 10 kilogramos de peso. Los satélites espaciales se mantienen en su órbita y en ella se mueven libremente y rotan en todas direcciones; para orientarlos y controlarlos desde la Tierra, o para que efectúen esta tarea de manera autónoma, el investigador diseña sus prototipos originales de simuladores que imitan, en laboratorio, el ambiente sin fricción característico del espacio exterior. Dijo que el investigador del Laboratorio de Análisis Geoespacial del IGg, Prado Molina, los complementa con sensores que determinan la orientación del satélite, actuadores que cambian su posición, y controladores que envían y reciben información entre el artefacto en el espacio y una estación terrena. El sistema de simulación tiene un movimiento en tres ejes, así que la plataforma se puede mover como ocurre en el espacio, donde los objetos flotan libremente y se desplazan en tres grados de libertad. Sin embargo, es necesario hacer una transformación matemática con respecto a otro sistema de referencia fijo en la Tierra para lograr obtener seis grados de libertad. Así se simula en el laboratorio el movimiento normal de cualquier objeto que orbita el planeta. Desde 1985, el doctor en ingeniería ha diseñado diversos equipos aeroespaciales. Con uno de sus sistemas de simulación obtuvo el quinto lugar de la más reciente edición del Programa para el Fomento al Patentamiento y la Innovación (PROFOPI) de esta casa de estudios.