Redacción / La Voz de Michoacán El Congreso de la Ciudad de México aprobó nuevas reformas a la Ley de Turismo que establecen un tope del 50% en la ocupación de inmuebles que ofrecen hospedaje temporal a través de plataformas como Airbnb. Estas modificaciones, publicadas en la Gaceta Oficial, buscan regular el alquiler turístico digital en la capital, en respuesta a preocupaciones por gentrificación y competencia desleal con la industria hotelera. Las reformas entrarán en vigor a partir del 4 de octubre y afectarán a propietarios que alquilan sus propiedades más de la mitad del año, ya que los inmuebles que excedan este límite no podrán renovar su registro por un año. Si los propietarios desean seguir operando fuera de estos términos, deberán cumplir con las normativas de la Ley de Establecimientos Mercantiles. Según el artículo 61 de la Ley de Turismo, los inmuebles que superen el 50% de ocupación anual deberán esperar un año para volver a registrarse en plataformas como Airbnb. La propuesta original contemplaba un límite del 70%, similar al promedio de ocupación hotelera, pero se ajustó para generar una mayor equidad entre ambos sectores. Además, se estableció que inmuebles destinados a vivienda social o reconstruidos tras el sismo del 19 de septiembre de 2017 no podrán registrarse en estas plataformas, ya que tienen un propósito social que no debe desviarse hacia fines comerciales. A pesar de que las reformas fueron aprobadas con 49 votos a favor, seis en contra y nueve abstenciones, la oposición criticó la medida, argumentando que atenta contra los derechos de los propietarios. La administración capitalina sostiene que estas reformas son necesarias para garantizar una competencia más justa entre las plataformas de hospedaje temporal y los hoteles tradicionales. Según el dictamen, la expansión del alojamiento temporal fue creado una "competencia desleal", que afecta negativamente a la industria hotelera. Limitar el número de noches disponibles en plataformas digitales, afirman, ayudará a proteger a los hoteles y a mantener el carácter original de los barrios residenciales.