Hay que conocer al ser humano más allá de las apariencias, hoy sicarios disfrazados se acercan muy amables y buenos. El enemigo, que tiene su proyecto sectario de poder y riqueza desmesurada se acerca muchas veces con voces dulces, fingiendo grandes oportunidades y regalos, amor. bondad e interés por ayudar, como los estafadores. ¡Cuidado! Puedes estar frente al más terrible de los enemigos que miente y asesina para sus fines egoístas, perversos, sectarios. Lo que realmente le interesa son sus planes diabólicos por encima de la vida y hacienda de sus hermanos. Esa actitud doble o de mil dobleces de la clase política en el poder hace que los problemas se arraiguen y se compliquen. Es el caso de todos los hermanos que siguen muriendo en la guerra de cárteles de Sinaloa, de Chiapas y de tantos otros campos de batalla a lo largo de México. Las personas y los pueblos pierden todo y viven en un verdadero infierno. La presidenta, a quien le obliga el artículo primero de la Constitución a garantizar la vida, derechos humanos, fortuna y paz de los mexicanos está ausente con su gobierno empeñados en acabar con el poder judicial, la separación de poderes, la democracia y una vida de libertades y derechos humanos. La concentración del poder avanza. El poder legislativo desconoce al poder judicial, en la raíz está un deseo de venganza de AMLO. En su afán demoledor está, tal vez conforme a alguna ley secundaria, pero va contra el espíritu de la Constitución, el derecho, la justicia, por lo mismo, está contra el Bien común de todos los mexicanos que se cambia por bienes particulares, engañosos, de la narrativa y fuera de la realidad de unos poderosos llenos de arrogancia, sin respeto a la ley, ensañados por acabar con una paz del pueblo para bien de un poder dictatorial y de sus hordas. No se escucha a los que sí saben y señala la arbitrariedad e iniquidad de los procesos, como la opresión, amenazas, arreglos en lo oscurito para la mayoría absoluta de los senadores. Los que saben, como el ministro González Alcántara, claramente entienden que la reforma judicial debe ser anulada. Mientras todas las baterías están enfocadas a acabar con la División de poderes, la democracia, el Bien Común, la guerra de los cárteles, como en Sinaloa, Chiapas… Asesina a inocentes, hace daño irreparable a la familia y a la sociedad. Se descuidan asuntos enormes del momento, se hipoteca también lo por venir: la contaminación y las energías limpias. Se ha puesto en entredicho la gran oportunidad del siglo, la instalación de empresas en México y creación de fuentes de empleo por el near shoring. La luz de lo alto Hay que tener cuidado con el ser humano, hombre o mujer: es capaz de lo sublime y de lo más vil, se pueden esperar los actos nobles de heroísmo y los peores engaños y traiciones, como la de Araceli Saucedo, Yunes, y el Senador de Tabasco, como la mayoría absoluta de los diputados, espuria, sin validez, producto de una trampa abominable, anticonstitucional, incapaz de reformas, válidas. ¿Qué vale el partido que tiene gente capaz de esos fraudes criminales? El rey de la creación lo mismo es capaz de entregar su vida por un hermano en peligro que de destruirlo, beber su sangre, comer sus sesos. Con que frialdad son ahora capaces de asesinar a un hermano, ensangrentando a México y dejando multitudes en duelo y orfandad. En la experiencia cotidiana sabemos que debemos ser honestos y procurar el bien de nuestros hermanos. Cuántas veces soñamos con el amor y un mundo de paz. Sabemos que según la ley divina, natural o positiva de la legislación humana debemos hacer el bien y practicar todas las virtudes y evitar el mal y todos los vicios. A veces escuchamos a los grandes de México, a los poderosos, a los conductores de la política y la vida social. Todo el mundo habla muy bien y es muy bueno (así se presenta y sabe ser buen actor de teatro). Pero hacen lo contrario. Morena lo afirma muy bien, pero hace lo contrario En otro tiempo creíamos en los discursos políticos, los hombres públicos siempre han afirmado decir la verdad, en el pueblo se les creía, ahora sabemos que mienten y lo aceptamos, medio entramos en el juego de una narrativa de mentira. En la clase política mexicana, los actores afirman que nunca se equivocan y que nunca mienten, que todo lo que es producto de sus labios y de su lenguaje no hablado es pura verdad. A veces la gente sencilla cree que los políticos son buenos, que tienen buenas intenciones, que dicen la verdad. Cuando encuentran en ellos mentira y mala voluntad piensan que son buenos y se equivocaron, que pueden rectificar. Pero también se da el caso que el pueblo, que no es lelo ni estúpido ni retrasado mental, se da cuenta que hay gente perversa en la gestión pública y que es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que ellos los reconozcan y quieran enmendar la plana. Situación sumamente grave y preocupante. Los noticieros son una patada de mula en el estómago por tantas medidas que acaban con el avance democrático, conseguido con sangre de los mexicanos, de las instituciones democráticas. Volvemos al tiempo del partido único, vuelto más dictatorial, autoritario, soberbio de México y se presagian años de opresión, autoritarismo, marginación de las mayorías, esclavizadas, sin libertad, abundancia de bienes y vida digna, sin felicidad. Son los rostros sufrientes que hemos visto en los cubanos, venezolanos y en los otros países del Cono Sur que sufrieron en las dictaduras militares. El mal de México no termina ahí, el ejército anda suelto en las calles y comete barbaridades. Vemos a los líderes de la violación de la Constitución y de las reformas antijudiciales, tal vez pensamos que podían entender, recapacitar, pero se han mostrado soberbios, autosuficientes, déspotas, irreflexivos, malvados, no escuchan viven en su realidad. Con qué sangre fría mienten y pretenden resolver los problemas con sus palabras, demagógicas, sin el poder creador de las palabras de Dios. Se dan baños de pureza, afirman con cinismo: “tengo la conciencia tranquila. No podemos esperar que recapaciten, que enmienden errores y vuelvan al Estado de derecho, la justicia, el bien común. La mayoría de los mexicanos necesita reaccionar y tomar las medidas que sí corrijan los abusos, arbitrariedad y destrucción de la patria democrática, libre, en paz. Y que los ponga en su lugar.