El Universal/La Voz de Michoacán Ciudad de México. Durante las últimas semanas se ha puesto a debate si la Real Academia Española (RAE) debe adecuar la Constitución de España a un lenguaje inclusivo. El diálogo inició con la vicepresidenta Carmen Calvo, quien pidió a los académicos de la lengua un informe que determine si la Constitución está redactada en un lenguaje que refleje por igual la realidad de hombres y mujeres y qué fórmulas podrían modificarlo en caso de que no sea así. Esto generó diversas reacciones, como la del escritor Arturo Pérez-Reverte, quien aseguró que abandonaría la Academia si se acepta esta reforma. Posteriormente, Darío Villanueva, director de la RAE, ha pedido que no se confunda "la gramática con el machismo" "Las falsas soluciones, como las que proponen poner, en lugar del 'o' y el 'a', el 'e', me parecen absurdas, ridículas y totalmente inoperativas", abundó. Hoy continúan las negociaciones. Esta mañana la consejera del Tribunal de Cuentas y presidenta de la Comisión de Igualdad, Enriqueta Chicano detalló que "es absolutamente razonable" que existan fórmulas del lenguaje para que la visibilidad de las mujeres esté en todas las situaciones al margen de lo que diga la RAE. Chicano pone como ejemplo la recomendación del Tribunal de Cuentas, que desde 2014 apuesta por no usar el término "señorita" en el lenguaje administrativo y recuerda que no existe esta diferenciación con los hombres, a los que solo se les trata de "señor". Así lo recoge el manual "Sugerencias para un uso no sexista del lenguaje administrativo" del Tribunal de Cuentas, con ejemplos para "erradicar el sexismo lingüístico en el lenguaje administrativo", en cumplimiento de la Ley de Igualdad. Además, Chicano pide que en la sociedad actual no se puede seguir identificando a las mujeres por su estado civil o por su relación con los hombres "Por ello, debe utilizarse 'señora' y 'señor' para hacer referencia de forma general a una mujer o a un hombre, con independencia de su estado civil". Ella, a diferencia de Villanueva apunta que el lenguaje debe ser inclusivo "si el lenguaje no te incluye, no existes", informó El País. En otro de los apartados del manual, el Tribunal de Cuentas desaconseja utilizar el símbolo de la arroba al final de la palabra para hacer referencia a "todos y todas" porque no es un signo lingüístico. El manual cuenta con cinco apartados y, a parte del relacionado con el término 'señorita', recopila técnicas de redacción para evitar un lenguaje sexista, así como el uso de sustantivos genéricos y colectivos. El objetivo es, según apunta, acabar con el "androcentrismo", es decir, considerar a los hombres como sujetos de referencia y a las mujeres como seres dependientes y subordinados a ellos. A modo de conclusión podríamos decir que un lenguaje no sexista es aquel que: no nos confunde con su mensaje; incluye y hace visibles a ambos sexos; valora por igual a mujeres y a hombres; le da la palabra a todo el mundo", concluye el manual de la Comisión de Igualdad del Tribunal de Cuentas.