Marina Colasanti: Una voz única en la literatura infantil y juvenil

Una de las escritoras más relevantes de Brasil, cuyas obras ha logrado trascender fronteras, no solo por su estilo único, sino por la forma en que aborda temas que llegan al corazón de lectores

Foto: Especial

Mara Rahab Bautista colaboradora de La Voz de Michoacán

Consideramos importante conocer qué sucede en el mundo de la literatura y los libros en todo el mundo, sobre todo en Latinoamérica, ahora con el pretexto y el gusto de saber que la escritora, Marina Colasanti ha sido nombrada Personalidad Literaria’en la 66ª edición del Premio Jabuti de Brasil, un honor que celebra su contribución a la literatura brasileña y del mundo, platearemos un poco sobre su obra.

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Los premios y reconocimientos Jabuti fueron creados en 1958 por la Cámara Brasileña del Libro (CBL), el Premio Jabuti es el premio literario más tradicional y prestigioso de Brasil, otorgando a los ganadores el reconocimiento de la comunidad intelectual brasileña.

Aprovechamos para recordar que, en México, la autora obtuvo el XIII Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil en 2017, un reconocimiento que se otorga desde el 2005, Año Iberoamericano de la Lectura, con el propósito de impulsar la literatura infantil y juvenil en Iberoamérica. El objetivo principal es reconocer a aquellos autores de gran prestigio que hayan desarrollado su carrera literaria en el ámbito del libro para niños y jóvenes.

¿Quién es Marina Colasanti?

Es una de las escritoras más relevantes de Brasil, cuya obra ha logrado trascender fronteras, no solo por su estilo único, sino por la forma en que aborda temas universales que llegan al corazón de lectores de todas las edades. Aunque es más conocida por su vasta producción en el ámbito de la literatura infantil y juvenil, su influencia se extiende más allá, tocando la cultura brasileña y mundial.

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Marina Colasanti nació en Italia en 1939, pero se trasladó a Brasil a una edad temprana, lo que marcó su identidad como escritora. A lo largo de su carrera, ha escrito cuentos, poemas, ensayos y libros infantiles que han sido traducidos a varios idiomas, alcanzando a públicos de diferentes países. Su obra se caracteriza por su estilo directo y accesible, pero también por su profunda carga simbólica y emocional, que invita a reflexionar sobre la vida, la naturaleza humana y el mundo que nos rodea.

Para entender el impacto de Colasanti, primero debemos detenernos en la importancia de la literatura infantil y juvenil en general. A menudo se subestima, pero este género literario tiene un poder inmenso: educa, forma, sensibiliza y, sobre todo, crea una conexión emocional profunda con el lector. Los libros destinados a los más jóvenes no solo los acompañan en su proceso de aprendizaje, sino que les enseñan a interpretar el mundo que los rodea.

La literatura infantil y juvenil no es solo una herramienta de entretenimiento, sino un medio para fomentar la empatía, la creatividad y la crítica. Los niños que leen desarrollan su imaginación y tienen más posibilidades de entenderse a sí mismos y a los demás. En este sentido, el trabajo de autores como Colasanti se vuelve esencial, ya que sus historias no solo cuentan cuentos, sino que también permiten a los jóvenes explorar temas sobre identidad, igualdad, justicia y solidaridad.

Uno de los elementos que destaca en la obra de Colasanti es su capacidad para mezclar lo fantástico con lo cotidiano. Muchas de sus historias están impregnadas de un tono poético que transforma lo ordinario en extraordinario. En sus libros, la naturaleza, los animales y los seres humanos se entrelazan de formas inesperadas, lo que invita a los lectores a mirar el mundo con otros ojos. Su habilidad para jugar con la imaginación y la realidad es una de las características que la hacen destacar en la literatura juvenil.

Además, Colasanti aborda temas profundos y complejos, como la desigualdad social, la pobreza, los derechos de los niños y la violencia. Sin embargo, lo hace con una delicadeza y sensibilidad que permiten a los jóvenes lectores enfrentarse a estos temas sin sentirse abrumados. Por ejemplo, en "El príncipe tortuga" (1978), Colasanti utiliza una fábula para reflexionar sobre la transformación y la búsqueda de la felicidad, temas universales que resonarán tanto en un niño como en un adulto.

Una de las fortalezas de la autora es su capacidad para crear personajes que no son simples estereotipos, sino individuos complejos y humanos. Sus protagonistas son niños, pero también son personas en proceso de entender su lugar en el mundo.

El impacto de Marina Colasanti va más allá de Brasil. Su obra ha sido traducida a varios idiomas y ha sido reconocida en el ámbito internacional, lo que demuestra su universalidad. Al abordar cuestiones que son relevantes en cualquier parte del mundo, como el respeto a la naturaleza, la importancia de la educación y la necesidad de soñar, sus libros trascienden culturas y contextos.

En particular, Colasanti ha sido una defensora de la literatura infantil como medio para sensibilizar sobre temas sociales. En sus relatos, no solo se busca entretener, sino también educar y formar una nueva generación capaz de pensar críticamente sobre el mundo. En sus libros, se reflejan las luchas y los retos a los que los niños se enfrentan en un mundo cada vez más complejo. Al mismo tiempo, también se destacan los valores fundamentales como la amistad, el respeto y la justicia, lo cual es un mensaje poderoso para las nuevas generaciones.

Además, la escritora ha sido reconocida por su labor como editora y promotora de la literatura infantil. Su esfuerzo por hacer llegar los libros a los más jóvenes es otro aspecto importante de su legado. En un mundo donde las nuevas tecnologías parecen haber acaparado la atención de los niños, Colasanti ha trabajado por mantener viva la tradición de la lectura, mostrando que los libros pueden ser tan atractivos como cualquier pantalla digital.

En tiempos donde la literatura parece perder terreno frente a las diversas formas de entretenimiento, voces como la de Colasanti nos recuerdan la riqueza del mundo de los libros. Sus historias nos enseñan que la literatura no es solo una forma de escapar, sino una vía para entendernos mejor, para crear empatía y para transformar la sociedad. La obra de Marina Colasanti, por tanto, no solo es un regalo para los niños, sino una invitación para todos a seguir soñando, reflexionando y luchando por un mundo más justo y sensible.


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