Arturo Molina/La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. A una semana del desastre generado por las lluvias en el Cerro del Quinceo, gran parte de la población tanto de los fraccionamientos afectados, como de los asentamientos irregulares han sido prácticamente abandonados a su suerte con una gran cantidad de daños y pérdidas materiales; el apoyo quedó en promesas. Únicamente los primeros días de las afectaciones por lluvias fueron auxiliados por las autoridades estatales y municipales de apoyo social, al día de hoy, siguen viviendo en una zona proclive a mayor cantidad de afectaciones por el latente riesgo de lluvias. A través de un recorrido sobre los fraccionamientos y las zonas de asentamiento irregular, la Voz de Michoacán constató que una gran cantidad de vehículos destruidos, vialidades destrozadas y otras afectaciones siguen a la vista de todos, como recordatorio de que a una semana de la tromba, las heridas siguen abiertas. En total fueron 50 viviendas y más de dos docenas de automóviles los afectados con daños que aún no han sido cuantificados por las autoridades locales. La pregunta que se hacen coincide diariamente; “¿quién nos va a pagar todos los daños generados por las lluvias?”. Las afectaciones por la lluvia en este caso no distinguieron estatus socioeconómico. Desde la casa de concreto con acabados de lujo y automóvil del año a la puerta, así como las casas de cartón con apenas un techo de lámina sufrieron la misma devastación y aún guardan el peor de los males; el temor de que otra lluvia vuelva a arrasar con sus pertenencias. El día de la tragedia al menos 300 elementos de Policía Estatal y una cantidad importante de elementos municipales de todas las dependencias coadyuvaron con la parte de la limpieza por los daños. El día de hoy las calles lucen desérticas y abandonadas. Para la parte más difícil parece indicar que los vecinos de las colonias haciendas del Quinceo y Mirador del Quinceo tendrán que solucionar solos sus problemas. Alberto Vargas, colono del Mirador del Quinceo, continúa con las labores de reparación de su vivienda. Recuerda que el agua alcanzó los 70 centímetros de profundidad aquella noche de lunes, en la cual perdió prácticamente todas sus pertenencias. Si bien algunos servicios básicos como la electricidad y el agua le fueron reestablecidos de inmediato, aún les quedan las afectaciones al inmobiliario urbano como las vialidades, los medidores de luz y la gran cantidad de encharcamientos y avenidas destrozadas que prevalecen en la zona. Lo principal es empezarlo a a digerir porque la ayuda para los daños y el apoyo para la ciudadanía llegó los primeros días. Hubo despensas, cobijas, pero para reparación de los daños, antes de que finalizará la semana solo nos apuntaron en unas listas de daños de la casa, y hasta ahí. Costos y demás no sé, pero la casa tiene daños físicos, en los cuartos, porque se introdujo el agua a 70 centímetros, pertenencias dañadas, de las camas, la sala, el refrigerador, una laptop”, explicó. Apenas 500 metros más arriba, fuera de los caminos de concreto y lejos de la vigilancia y servicios básicos se encuentran los más afectados. Para ellos, no hubo elementos paleando lodazales. Los asentamientos irregulares del poniente se mantienen inertes en sus casas, sin un lugar seguro a donde ir y con la esperanza de que las lluvias desaparezcan con pronto y con ellas, el miedo a ser arrastrados por el agua. La colonia Resplandor, invadida de sancudos, insectos voladores, charcos de agua, caminos lodosos y vialidades destrozadas por los escurrimientos de agua esconden en sus rincones las afectaciones aun latentes a los ciudadanos. ¿Quieres más información? consulta las páginas de nuestra edición impresa del 18 de julio.