EFE / La Voz de Michoacán Redacción Medioambiente. Más de 765 mil personas murieron en todo el mundo entre 1993 y 2022 debido a fenómenos meteorológicos extremos, que causaron daños económicos de 4,2 billones de dólares, según el Índice de Riesgo Climático 2025, con Dominica, China y Honduras como los países más afectados. Según este índice, que elabora la ONG alemana Germanwatch con datos de 171 países, el que más sufrió fue Dominica, debido a eventos como los huracanes Debby (2000), Omar (2008), María (2017) y Dorian (2019) y la tormenta tropical Erika (2015). China, con más de 600 eventos extremos como inundaciones, tifones, sequías y olas de calor, y Honduras, donde el huracán Mitch arrasó el 70% de los cultivos del país y mató a más de 14 mil personas, completan el podio. Myanmar, Italia, India, Grecia y España -que suma 27 mil víctimas mortales debido sobre todo a olas de calor, inundaciones e incendios- ocupan las siguientes posiciones en la lista de países con más riesgo climático. Si se tienen en cuenta solamente los datos de 2022, los más afectados fueron Pakistán, por inundaciones, deslizamientos de tierra, tormentas y olas de calor; Belice, por el huracán Lisa, e Italia, por incendios, olas de calor y sequía. Grecia es el cuarto más afectado, debido al calor extremo, y España el quinto, con más de 11.000 decesos atribuidos a las olas de calor. El informe también analiza los tipos de eventos que más muertes causaron entre 1993 y 2022, entre los que destacan las tormentas (264 mil víctimas), las olas de calor (225 mi l600), las inundaciones (264 mil) y las sequías (25 mil 026). Por pérdidas económicas, los mayores daños fueron provocados por tormentas (2.33 billones de dólares) e inundaciones (1.33 billones), según el índice, que demuestra que todos los países del mundo se ven afectados. Entre los diez países más afectados en 2022, siete corresponden al grupo de países de ingreso alto. Esto indica claramente que, si bien las capacidades de respuesta de los países de ingreso alto exceden considerablemente a las de los países de ingreso bajo, los países de ingreso alto también deben fortalecer su gestión del riesgo climático, defiende el documento. El informe matiza además que debido a problemas de calidad, cobertura y lagunas de datos, en los países del Sur los fenómenos meteorológicos extremos y sus impactos suelen ser superiores a los reportados. Aunque el índice recoge datos hasta 2022, los autores destacan que el gran número de eventos extremos registrados en 2024 es un ejemplo aleccionador de la nueva fase de la crisis climática, a medida que los eventos extremos se han convertido en la nueva normalidad. Entre ellos enumera los incendios en el Amazonas; las inundaciones en Brasil; las olas de calor en Asia, el Mediterráneo y México; las lluvias torrenciales en África Central; los huracanes en Estados Unidos, y la dana en Valencia. El índice se basa en datos de fenómenos meteorológicos extremos de la Base de Datos Internacional sobre Desastres EM-DAT y datos socioeconómicos del Fondo Monetario Internacional (FMI).