Notimex/La Voz de Michoacán Santiago de Chile. En medio de una investigación de la fiscalía chilena sobre supuestos casos de abuso sexual en la Iglesia católica, una carta escrita por el actual obispo emérito Alejandro Goic y destinada al arzobispo Ricardo Ezzati, y revelada hoy, mostró que el tema era debatido en la jerarquía católica desde 2013. La misiva data del año en que se revelaron las acusaciones contra el párroco Francisco Karadima, y cuando Goic oficiaba como obispo de la región de Rancagua, al sur de Santiago, y presidía la Comisión Nacional de Prevención de Abusos. Desde ese cargo, Goic se dirigió a la máxima autoridad de la Iglesia católica en Chile, en una carta que fue incautada por el Ministerio Público desde el obispado de esa ciudad, sin que se conozca si fue recibida por Ezzati o no. A veces tengo la impresión, quizás muy subjetiva, que no compartes los criterios de la Comisión Nacional en estos delicados temas. A su vez, como miembros de la Comisión manifiestan su disconformidad frente a situaciones que te ha tocado asumir”, comienza la carta de Goic. A mí no me ha sido fácil mantener la comunión contigo y respetar y escuchar los juicios críticos de los integrantes requiere un equilibrio complejo. Quizás, es responsabilidad mía, ha faltado provocar un diálogo fraterno, en que por amor al Señor y a la Iglesia aunemos criterios”, apuntó. Tenemos conciencia que no sólo es un pecado gravísimo, sino también un delito ante la ley civil. Nadie hoy puede mantener en silencio los abusos a menos. Quien lo hace, se pone en situación de tercera y también de cómplices”, según el extracto publicado por el portal Emol. Ante la difusión de la carta, una de las víctimas de Karadima, Juan Carlos Cruz, calificó a los religiosos como “hipócritas” y “sin remedio”. “Impresionante cómo estos obispos corruptos y encubridores de Chile le dicen algo para afuera, y cuando se escriben entre ellos, esto (la carta de Goic a Ezzati). No tienen remedio”, escribió Cruz en la red social Twitter. Los obispos de Chile pusieron sus cargos a disposición tras una reunión en Roma con el Papa Francisco, en la que abordaron los casos de abusos sexuales cometios por religiosos en este país andino. Actualmente, la fiscalía de Rancagua mantiene una investigación ante denuncias por eventuales casos de abusos sexuales a menores de edad en iglesias de esa zona.