SECRETO A VOCES | La primavera distópica…
EU no produce riqueza como en el pasado


Rafael Alfaro Izarraraz
EU no produce riqueza como en el pasado. La riqueza se produce en Asia en donde se encuentran las plantas que han convertido a aquella región en la fábrica del mundo. El presidente Trump quiere revertir la tendencia del pasado mediante un truco: imponer aranceles a las empresas extranjeras con el fin de proteger a sus propios inversionistas; asimismo, obligar a las empresas que se encuentran instaladas en otras naciones, como la industria del automóvil de México, con el fin de que regresen sus plantas al territorio estadounidense. El sistema de producción capitalista, aunque en algunas ocasiones recurre a las “trampas” para imponerse en el mundo de la producción, no puede hacer de la circunstancia el fundamento de un sistema de producción de capital. El eje sobre el cual gira la acumulación de capital, en las últimas décadas, es la mano de obra barata que está en Asia o México.
Hoy, China, es la segunda potencia comercial mundial y EU está endeudado con los chinos por una cifra de los ochocientos mil millones de dólares… A Japón le debe más de un billón cien mil millones de dólares. No tiene dinero para invertir porque debe pagar la deuda como cualquier país a los que ellos clasificaron del tercer mundo. Intentará extenderla a cien años y que eso lo acepten los poseedores de su deuda con el fin de disminuir la carga inmediata de los pagos. Asimismo, busca, entonces, por medio de la imposición de aranceles que la inversión que necesita la paguen las empresas que acuden a su mercado. El discurso de Trump de que va a liberar a Estados Unidos en realidad es un atraco al mundo del capital que nadie se lo esperaba y que puede hundir a todos en una crisis económica.
No quiere guerras porque igualmente no tiene para invertir en el aparato industrial militar estadounidense. Al parecer la carrera armamentista de Europa va a servir para financiar la industria de la guerra de EU porque la mayor parte de los 800 mil millones de dólares que supuestamente invertirá Europa en rearmarse irán a parar a la industria militar de EU. Pero de momento Trump no quiere guerras. Ocurrió lo distópico. EU, aunque fue la corriente del Partido Demócrata la que impulsó a Ucrania a la guerra con Rusia, Trump ha entendido que la guerra no es conveniente y además de que ha reconocido que es una guerra que de antemano está perdida. Rusia se ha convertido en la primera potencia militar del mundo. Su estrategia, de Trump, es cobrar a Ucrania los apoyos con el control de las tierras raras y la industria energética, los puertos, lo que se pueda, aliándose con Rusia y, eventualmente, con China para repartirse el mundo.
Europa no está invitada al reparto del mundo porque además no tiene nada en qué respaldarse para pedir un lugar en la silla de ese, infeliz, eventual reparto. China es la segunda potencia económica del mundo, EU es la primera y la segunda potencia militar, mientras que Rusia es la potencia militar número uno. Europa, fue la gran perdedora de la guerra en Ucrania. Por ciegos las élites perdieron el respaldo de energéticos baratos, sobre todo los alemanes, con los que sostenían su industria. El principal distribuidor de gas y petróleo es ahora los EU y a precios por encima de los ofrecidos por los rusos. Eventualmente, al parecer es parte de las negociaciones entre EU y Rusia, EU le comprará el petróleo y el gas a Rusia y EU se los venderá los europeos, utilizando los antiguos gasoductos construidos por los rusos para vender energéticos a Europa, como el Nord Stream 1 y 2 que fueron parcialmente destruidos en 2022.
A finales del siglo pasado concluyeron algunos analistas que EU gobernaba el mundo, pero ya no era una potencia hegemónica en decadencia (Wallerstein) o que gobernaba, pero no era hegemónica (Arrighi). Al iniciar la tercera década del siglo XXI EU dejó de ser la potencia militar del mundo, la potencia económica única y, lo más grave, el punto de unión entre lo que fue el proyecto cultural mundial encabezado por occidente. La utopía del “fin de la historia” ha terminado en una situación distópica, inimaginable, en la que el mundo se la rebelado contra quien había sido autoconsiderado como el conductor de la historia de la humanidad, ante cuyo escenario se había el encumbramiento de EU como potencia única. Para Deutsch, existe un desacoplamiento de EU con respecto al “sueño americano”, los ideales que proclamó durante la posguerra y la realidad actual.
Existe un escenario impensable: EU se convertido en el enemigo de sus antiguos aliados y prioriza acuerdos con Rusia y, es probable, con que a la mesa también se siente a los chinos. Canadá, a la que Trump trató como el estado 51, rompió la relación que había establecido con EU y de inmediato el gobierno de Trump tuvo que comunicarse con el ministro canadiense, Mark Carney, para tratar de evitar una ruptura definitiva. México, la presidente Sheinbaum, ha dicho que el día 3 de abril dará una respuesta integral a la idea de Trump de imponer aranceles a los productos mexicanos. Europa, de igual manera, ha establecido que responderá a EU con contra medidas arancelarias a EU. No se diga China, que de igual manera se prepara para responder a las medidas que tome Trump el 2 de abril.
EU ya no es hegemónica ni gobierna el mundo.