Agencias / La Voz de Michoacán Miami. La costa suroeste de Florida, una franja de ensenadas e islas de barrera normalmente desbordantes de fauna silvestre, se ha convertido este verano en una trampa mortal para la fauna marina. A principios de julio, se informó que una floración de alga azul-verdosa cubría más del 90 por ciento de la superficie del lago Okeechobee. El cieno verde, espeso y putrefacto, acabó desbordándose del lago, llenando las vías fluviales. El brote llevó al gobernador de Florida, Rick Scott, a declarar el estado de emergencia en siete condados. Wow what a difference! The top photo is Sanibel in April. The bottom photo is the same location right now. The pretty blue water and sand is now plagued with dead fish from the poor water conditions? pic.twitter.com/vzqWsshFwg — Andrea Henderson (@AndreaWINKNews) 30 de julio de 2018 Aunque el término “floración de algas” puede no sonar peligroso, se trata de un brote de cianobacterias que supone un importante peligro para salud pública y la vida silvestre. ¿Qué es lo que la causa? La contaminación y el agua más cálida (cambio climático) estimulan la concentración de esta cianobacteria. Investigaciones conducidas por la Agencia de Protección Medio Ambiental (EPA) sugieren que la escorrentía de fertilizantes está introduciendo fósforo y nitrógeno a las vías fluviales, fertilizando las aguas. Otro factor es el flujo del agua. Los Everglades, un enorme ecosistema de humedales, fluye de forma natural desde el lago Okeechobee – el mayor lago de agua dulce del estado de Florida- hacia la bahía de Florida. Pero desde 1910 se han ido construyendo diques cada vez más robustos para contener este flujo. El sistema de diques, llamado, Herbert Hoover Dike, está formado por casi 143 millas de diques. Además, varios canales adicionales desvían el flujo hacia las costas este y oeste, cuando su flujo natural es hacia el sur.