Persiste presencia de mosquito en Jiquilpan

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Foto: José Luis Ceja. En las partes bajas de la cabecera municipal los vecinos se quejan de la presencia de estos insectos.

José Luis Ceja Guerra / La Voz de Michoacán

 

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Jiquilpan.-Pese a que se han hecho esfuerzos por controlar la población de mosquitos en este municipio los trabajos no han rendido los frutos esperados toda vez que en las partes bajas de la cabecera municipal los vecinos se quejan de la presencia de estos insectos.

Principalmente son los habitantes de las viviendas cercanas a los bordes del Río Jiquilpan quienes aunque reconocieron que tanto las autoridades municipales como las del Sector Salud han realizado las acciones que se realizan cada año; en esta ocasión la presencia del mosquito no se ha visto disminuida.

Es de recordar que a través del departamento de vectores de la Secretaría de Salud del Estado mediante la Jurisdicción Sanitaria 02 con cabecera en Zamora se instalaron en este municipio cerca de 200 ovitrampas para monitorear la presencia del insecto sin embargo, hasta el momento no se ha dado a conocer sobre los indicadores en este municipio de la densidad de la población de los moscos.

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Si bien es cierto que desde el 2010 se han reportado casos de dengue en este municipio; de acuerdo a las autoridades locales hasta el momento no se tienen casos confirmados de ésta u otras enfermedades trasmitidas por el vector en lo que va de este año; pese a ello los vecinos de lugares como La Selva, Cuauhtémoc, Nopalera y otras con alta densidad de masa vegetal o masa arbolada han señalado su preocupación ya que los pequeños depósitos de agua que se generan en estas zonas con vegetación son propicios para la proliferación de los mosquitos.

Es de señalar que de acuerdo a la información proporcionada mediante las campañas de prevención por parte del sector salud, se ha establecido que preferentemente el mosco trasmisor del dengue busca depósitos de agua limpia como el acumulado en piletas o recipientes de plástico por lo que se ha recomendado realizar una descacharrización profunda en patios y jardines.

Es de destacar que si bien estas campañas han funcionado el problema es que no se ha generado una cultura que permita hacer de estas acciones de descacharrización una práctica cotidiana entre la ciudadanía.