Tsuri Chávez/La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. Sin cumplir la sentencia del juez que brindó amparo a los jornaleros de Tanhuato que viven el albergue de esta demarcación durante la temporada de cosecha de jitomate y chile de este municipio. Tras la denuncia pública que la Red Solidaria de Derechos Humanos realizó, donde expusieron que los jornaleros eran amenazados con ser echados de este lugar si no cubrían una cuota semanal por concepto de renta, estas personas interpusieron un juicio de amparo que resultó en su favor. En este sentido, la organización anunció este viernes que luego de que el Juez 6.- de Distrito dictaminara que no se les cobrará ninguna cuota a los jornaleros del albergue de Tanhuato, una medida por la que tampoco se les echaría fuera de este lugar, denunciaron que no se ha respetado lo que el juez estipulo. En esta ocasión, Sofía Blanco, miembro de la Red Solidaria de Derechos Humanos recordó que se trata de una denuncia que tiene origen en “un cobro que consideramos ilegal”, ya que recordó que en el albergue de Tanhuato, que brinda la estancia a familias jornaleras durante la cosecha de jitomate y chile comenzaron a realizar un cobro semanal que realizaba la policía municipal por el orden de 210 pesos por cuarto. Estas familias vienen de municipios catalogados como de alta marginación y se les está cobrando una cuota muy alta a cada familia, lo que les implica que un gasto semanal de mucho dinero por lo que optaron por meter un amparo que les aceptaron por parte del juez 6.- de Distrito”, relató la defensora de derechos humanos. Indicó que actualmente hay dos amparaos aceptados por parte del juez 6 de Distrito, quien indicó que a estas personas no se les debe de cobrar su estancia en este lugar y que además no se les debe de sacar del albergue por esta medida, situación que denuncio “no se respetó”. Luego de la medida de amparo persiste el hostigamiento, porque están utilizando a la policía municipal para el cobro de las cuotas, lo que hace que sea muy problemático, porque la función de la policía no es de cobro de cuotas, sino que su función es de brindar seguridad y también del cuidado del albergue”, expuso Sofía Blanco. Recordó que este lugar es propiedad de la Secretaria de Desarrollo Social y aunque no es la primera ocasión en la que esta organización ha brindado apoyo a jornaleros para ampararse frente a situaciones que laceran sus derechos, no se han podido reunir ni mantener diálogo con las autoridades que manejan este lugar. Los encargado directo del albergue, que son pequeños y medianos productores han manifestado el apoyo a los jornaleros, pero no se han visto traducido en peticiones hacia el ayuntamiento para que deje de realizar estas acciones”, puntualizó. Es importante destacar que el albergue de Tanhuato, a diferencia de otros re la región, como el caso de Yurécuaro, se compone de familias indígenas purépechas y que actualmente suman cerca de 150 personas y logran conformar cerca de 90 familias. Sobre el contexto del funcionamiento y el trato que brinda al interior de los albergues puede cambiar, pero se requiere la exigencia del Ayuntamiento, una situación que ejemplificó con el caso de Yurécuaro, un lugar donde ahora el albergue funciona con una mejor calidad, cuenta con la presencia de un encargado médico, una tienda diconsa que aminora el costo de los productos y que beneficia a las familias lo que aseguro “brinda un trato muy diferente”, externó. En Yurécuaro sucedían cosas similares que las que suceden en Tanhuato, pero queremos evitar lo que sucedió allá, donde incluso una niña falleció y después cambiaron ciertas condiciones del lugar, queremos evitar que eso suceda acá”, explicó la defensora de derechos humanos. Reconoció que actualmente la Secretaria de Educación del Estado está presente a través del programa de Inclusión y Equidad Educativa, además se cuentan con comedores comunitarios donde se ofrecen desayunos escolares, hay una guardería, sin embargo “cada uno de ellos tiene sus propias vicisitudes”, subrayó. La cuestión es que los fallos que existen en estas áreas conlleva a situaciones que ponene en entredicho a las familias que ahí se hospedan durante esta temporada, ya que si el comedor no abre a tiempo, hay niños que reciben clases sin haber desayunado, o en el caso de las guarderías, no se reciben a mayores de 4 o 5 años, pese a que existen familias que requieren de estos servicios, especialmente porque los adultos trabajan desde las 6:00 de la mañana hasta las 9:00 de la noche que regresan al albergue.
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