Yurécuaro, Mich. La Huarachería Arellano al mando de Jesús Arellano, es uno de los pocos establecimientos de la ciudad de Yurécuaro que aun conservan una de las tradiciones heredadas por sus antepasados. El negocio lo inició Don Roberto Arellano hace 40 años como empleado en un taller donde aprendió el arte de la fabricación del huarache, hasta que decidió emprender su propia empresa. Jesús Arellano el actual huarachero, ha creado una serie de calzados de diferentes estilos, que van desde los clásicos, hasta invenciones propias y una combinación colorida que llaman la atención del ojo humano: “Los clientes empezaron a solicitar huaraches personalizados, nosotros los creamos, nos gustó el estilo y ahora los fabricamos, fue así que nuestro producto es del agrado de la gente”, refiere. A pesar de que a muchas personas no les gusta este tipo de calzado por asociarlo con las etnias indígenas, a otros más les han encantado estos productos, tanto así que la ya mencionada huarachería ha exportado sus productos a una gran cantidad de ciudades de la república mexicana, así como a Estados Unidos, e inclusive han llegado al ámbito internacional con un envío a Japón. Es así que la dinastía Arellano se ha dedicado a la producción del huarache por más de 60 años, pasando la técnica y la tradición de fabricar este calzado de padre a hijo, la huarachería se localiza en la calle Nacional, en la colonia centro en Yurécuaro Michoacán. La palabra Huarache proviene del Purépecha y como la gran mayoría de las ciudades de la región, Yurécuaro estuvo habitado por esta civilización, dejando algunas costumbres que aun prevalecen hasta nuestros tiempos.