La tensión por la semifinal de la Copa del Mundo Brasil 2014 que Argentina le ganó a Holanda mató a dos hombres que sufrieron infartos. Erick Tench, de 16 años, tuvo un ataque cardiaco mientras festejaba la atajada del primer penal holandés por parte del arquero argentino Sergio Romero. El adolescente se encontraba en medio de la multitud que colmó una plaza de Santiago del Estero, una ciudad ubicada a mil kilómetros de Buenos Aires, para ver el partido en pantalla gigante. Policías locales informaron que aunque sus amigos llevaron rápidamente a Tench a un hospital, ya no reaccionó a los intentos de reanimación cardiaca. Uno de los compañeros del joven explicó que “ya en el tiempo suplementario decía que se sentía mal, que estaba nervioso, pero como todos estábamos así sufriendo por el partido nos reíamos y no creíamos que estaba tan mal". La segunda víctima de la pasión futbolera fue Gustavo Offer, un vendedor de diarios de 45 años, quien falleció en la provincia de Córdoba mientras festejaba el triunfo de Argentina en la calle, junto a cientos de personas.