Tzintzuntzan, Mich.- Tzintzuntzan fue, durante los tiempos prehispánicos, la capital de los tarascos, cultura que derivó de primitivas tribus que llegaron desde las zonas lacustres de Pátzcuaro, en el siglo XII. Los recién llegados sometieron a los pueblos que habitaban en el actual Tzintzuntzan y desde allí erigieron el imperio tarasco. El emperador Tariácuri, poco antes de fallecer, en 1400, hizo una división del imperio tarasco para dejarlo a sus descendientes: Tanganxoán, Hiquingare e Irepan, a los cuales les correspondió Tzintzuntzan, Ihuatzio y Pátzcuaro. Tzintzuntzan, “Lugar de colibríes” en tarasco, se encuentra a orillas del famoso lago michoacano, Pátzcuaro. Algo que despierta enorme interés en los visitantes son las edificaciones prehispánicas nombradas como Las Yacatas. En este Pueblo Mágico pueden hallarse otras atracciones imperdibles, como el soberbio convento franciscano de Tzintzuntzan, cuya construcción se remonta al siglo XVI. Se dice que los olivos que crecen en su atrio fueron plantados por Vasco de Quiroga. También recomendable el Templo de la Soledad, vistoso edificio de estilo barroco. No hay que dejar de lado el Templo de San Francisco, localizado en la cabecera del municipio y la Capilla de la Virgen de Guadalupe, que se levanta en la población de Cucuchucho. Algunas de las celebraciones más importantes son, en febrero, la Fiesta del Señor del Rescate; sigue la tradicional Semana Santa, y en noviembre, el día 1 y 2 destaca la velación que se realiza para celebrar la Noche de Muertos.