Brasil dará prioridad a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro de 2016 y a la formación de un equipo para el Mundial 2018, por lo que en los próximos dos años mezclará a juveniles en la selección principal, informó la directiva de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF). La proporción de jugadores de hasta 20 años que serán integrados en la selección absoluta dependerá del nuevo técnico, que sustituirá a Luiz Felipe Scolari, que será anunciado hasta el próximo martes. "Será el 50 por ciento, el 40 por ciento de (jugadores) sub'20. El nuevo entrenador lo dirá" , afirmó el presidente electo de la CBF, José María del Nero, en una rueda de prensa convocada para explicar la planificación de Brasil a corto y medio plazo, después de haber sido eliminada de su Mundial con una goleada por 7-1 ante Alemania. El director de las divisiones juveniles de Brasil, Alexandre Gallo, explicó que la selección absoluta y la olímpica serán "unificadas" dentro de una planificación a medio plazo en la que tomó como ejemplo a Alemania, equipo que en el Mundial tenía 17 jugadores de menos de 26 años "ya preparados" para Rusia 2018. "La idea del proyecto es hacer lo que algunas selecciones ya están haciendo, bajar la edad de la selección" , comentó Gallo. La selección brasileña jugará 25 partidos antes de los Juegos Olímpicos de Río, incluyendo amistosos, la Copa América y las eliminatorias del Mundial. Gilmar Rinaldi, quien fue nombrado hoy nuevo coordinador de la selección, dijo que Brasil está adoptando una "nueva filosofía" en la que se mirará más a las categorías de base y se potenciará el grupo por encima de las individualidades. "Tenemos que mirar la base, la anterior comisión técnica no tuvo tiempo" , dijo Rinaldi, en alusión al trabajo de Luiz Felipe Scolari, quien asumió la selección año y medio antes del Mundial. La mayor atención a las divisiones juveniles persigue, entre otros objetivos, evitar la fuga de jugadores a otros países y que se repitan casos como el de Diego Costa y Thiago Alcántara, que juegan por España y Thiago Motta, que se nacionalizó italiano, según Gallo.