Con 80 años de edad y más de seis décadas de trayectoria José Federico Castro Castillo, bailarín, maestro y autor de más de 40 coreografías, vive la danza intensamente, como creador, director de su grupo de danza Los Constructores y como maestro de clases en distintas ciudades. Ejemplo de su activo quehacer artístico es su participación en el Diplomado de Actualización Profesional en Danza Contemporánea, del Programa Creadores en los Estados, que se realiza en julio y agosto, en Tabasco. En dicho encuentro, el prolífico bailarín del extinto Ballet Nacional de México imparte el módulo “Antecedentes y propuestas de la coreografía contemporánea en el estado de Tabasco”, informó el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta). Asimismo, desde hace 30 años el artista visita anualmente La Habana, Cuba, donde es llamado para impartir clases de Metodología y Rectificación de la Técnica para grupos avanzados. Su grupo de danza contemporánea Los constructores, integrado por bailarines del estado de Puebla que él mismo formó, nació en agosto del 2006, y fue creado para formar nuevas generaciones e impulsar el desarrollo de la danza contemporánea en la entidad. El maestro, formador de bailarines y profesores especializados, compartió con entusiasmo su gusto por convivir con gente joven: “Me encanta tratar de transmitir lo poco que sé o mis experiencias, y cuando hay respuesta, que afortunadamente la tengo, soy muy feliz”, expresó. Añadió que la danza es una disciplina muy demandante, en la que permanece activo desde hace 63 años, y donde la docencia despierta su vocación por la búsqueda de la excelencia. Federico Castro declaró que le gusta enseñar, para que la gente entienda cómo usar su cuerpo, pues en su opinión “se puede llegar a bailar muy bien si se tienen cualidades físicas, pero el bailarín durará más moviéndose, sin ningún riesgo de lesión, si tiene un cuerpo entrenado”. El autor de entrañables coreografías como “Metamorfosis” (1984), “Acuariamántima” (1975), “Trifásico” (1977) y “La Vida Genera Danza” (1989) alimenta su incansable espíritu con su talento para crear; “me apasiona meterme en el túnel de la composición y encontrar la luz”, concluyó.