Al menos 392 niños han muerto y dos mil 500 han resultado heridos durante la ofensiva terrestre, aérea y naval israelí en la Franja de Gaza, actualizó el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). En conferencia telefónica con periodistas, la jefa de UNICEF en Gaza, Pernille Ironside, dijo que la guerra ha tenido un efecto "verdaderamente devastador" para la niñez palestina que constituye la mitad del total de 1.8 millones de personas que habitan la zona afectada. "El 70 por ciento de estas muertes corresponde a niños menores de 12 años", indicó Ironside. Calculó que unos 370 mil niños necesitan "ayuda psicosocial directa y especializada", ya que muchos han presenciado terribles escenas de cuerpos desmembrados de sus familiares y la impresionante destrucción ocasionada por los intensos e indiscriminados bombardeos. Ironside dio la bienvenida a la noticia del retiro de las tropas terrestres israelíes y el inicio de la tregua de 72 horas. Sin embargo, dijo, la única solución posible para terminar con el sufrimiento infantil y de la población civil en general sería un alto al fuego total y el inicio de la reconstrucción "bajo nuevos y distintos términos". Sobre este punto en particular la funcionaria de UNICEF cuestionó si será la potencia ocupante, es decir Israel, o la comunidad internacional la que será responsable de pagar "cientos y cientos de millones de dólares" por los daños a viviendas, escuelas, hospitales e infraestructura. Recordó que 1.3 millones de personas no tienen acceso al agua ni electricidad y en los refugios de la ONU en donde se encuentran 485 mil civiles apenas se cuenta con agua para beber por lo que preocupa la falta de higiene y posible brote de "todo tipo de enfermedades contagiosas". La magnitud del impacto de la ofensiva israelí es "catastrófico y trágico", lamentó Ironside, quien advirtió que la violencia sólo "aumentará el extremismo" en los jóvenes y niños que han sido testigos o sufrido en carne propia la dimensión de "esta crueldad".