La periodista Marlén Valdez, del semanario “La Última Palabra” de Cadereyta Jiménez, fue asesinada la tarde de ayer miércoles en el municipio de Benito Juárez, en la colonia Real de San José. La periodista, quien cubría el municipio de Benito Juárez, fue herida gravemente con arma blanca presuntamente por un sujeto apodado “El Chucky” y murió cuando era trasladada a una clínica privada en el municipio de Cadereyta. Presuntamente no se trató de un ataque directo contra la comunicadora. Fuentes policiacas señalaron que supuestamente una joven de 19 años de edad era perseguida por “El Chucky”, sin precisarse si pretendía asaltarla o atacarla sexualmente. En su desesperación por ponerse a salvo, la joven ingresó al domicilio donde residía la periodista, cuando ésta abrió la puerta. Fue entonces que el sujeto atacó con el arma a las dos mujeres ya dentro de la vivienda, pero Méndez Márquez sólo sufrió una cortada en una mano, mientras Valdez recibió una herida penetrante en el tórax, y llegó sin vida a la clínica Virginia de Cadereyta, donde fue trasladada para su atención médica. Los vecinos intentaron detener a “El Chucky”, quien los amenazó con el arma. Sin embargo, fue reconocido y minutos después detenido por policías. El director de “La Última Palabra”, Jesús Herrera, dijo que la muerte de la periodista ocurrió por una trágica casualidad, y descartó que el hecho estuviera relacionado con su labor reporteril, pues se dedicaba a cubrir información local y la información de deportes. “Ella es víctima de la violencia que impera en el municipio de Juárez. No había nada en contra de ella por trabajar en el periódico. Aquí hay mucha inseguridad en las calles”, dijo. Valdez, quien era soltera, tenía unos seis años trabajando en el semanario. La Red de Periodistas del Noreste exigió aclarar el crimen, y mencionó que recientemente el semanario para el que laboraba Valdez denunció un atentado contra el vehículo del director, el cual atribuyó a “un ataque a su línea editorial”. Además, un reportero de este mismo medio, Raúl Régulo Garza, fue asesinado el 7 de enero de 2012. En aquella ocasión se dijo que el comunicador había sido objeto de una confusión, pues se encontraba en un auto similar al que buscaban sus ejecutores, presuntos narcotraficantes.