Candice Swanepoel aparece en la lista de 100 celebridades que, de acuerdo con el FBI, fueron víctimas de un “hacker” quien difundió el pasado fin de semana fotos íntimas de famosas. La top model aseguró no tener miedo y estar tranquila. “Llevo una vida normal, adoro mi vida y no tengo nada que esconder, conozco bien el negocio. Trabajo modelando ropa interior, así que no hay mucho que la gente pueda ver”, señaló ayer la sudafricana, quien visitó el país como imagen del evento de tecnología Kloud Camp México. Candice aseguró que luego de trabajar 10 años en el modelaje, sabe que no siempre le caerá bien a todos, pero que mientras esté contenta con la persona que es, lo demás no importa. Por ello, el ángel de Victoria’s Secret insistió en que no le preocupa que se filtren supuestas imágenes suyas, como ocurrió con Jennifer Lawrence y Kate Upton, entre otras, pues afirmó que no tiene nada que esconder y que lleva una vida libre de escándalos. De hecho, dijo, es consciente de que tiene una vida pública con la que está satisfecha, a diferencia de las personalidades que están inconformes cuando su privacidad queda expuesta a la luz pública. “Estoy concentrada en el hoy y ahora, tengo una piel más dura, me siento más cómoda conmigo y eso es lo que realmente importa. Cuando veo comentarios horribles, obviamente pienso en ellos, pero sé que no le voy a gustar a todos”. Aunque es una belleza de pasarela, la modelo de 25 años de edad, considera que lo que la ha hecho destacar en su carrera profesional ha sido la forma en la que se comporta y la personalidad que posee y que en sus palabras “son mi verdadera belleza”. Su confianza y la curiosidad son las cosas que aseguró la han llevado a triunfar y a querer siempre destacar, y que en un inicio la motivaron a ser modelo. “Empecé a trabajar a los 15 años y la curiosidad me llevó a saber más de la moda y el modelaje; quería viajar y conocer el mundo, nuevos lugares y a nuevas personas”. Su trabajo, agregó, no sólo demuestra una parte positiva de Sudáfrica, sino que también rompe el cliché de que las mujeres guapas “son tontas”.