Lograr que el mayor número de lectores comprendieran sus escritos fue el objetivo del connotado escritor Mario Benedetti, quien a propósito del aniversario de su natalicio es recordado como una de las figuras más relevantes de la literatura uruguaya de la segunda mitad del siglo XX. El poeta, novelista, dramaturgo, cuentista y crítico uruguayo nació en Paso de los Toros, Departamento de Tacuarembó, Uruguay. Sus padres fueron Brenno Benedetti y Matilde Farugia. A decir de sus biógrafos, a los cuatro años de edad viajó con su familia a Montevideo, donde cursó sus estudios primarios en el Colegio Alemán y luego se matriculó en el Liceo Miranda. Entre 1938 y 1942 residió en Buenos Aires y en 1945 viajó a Montevideo, a fin de integrarse a la redacción del semanario “Marcha”. Ese mismo año publicó “La víspera indeleble”. Tras incursionar en el periodismo, Benedetti publicó en los periódicos “La Mañana”, “El Diario” y “Tribuna Popular”, detalla el portal electrónico “biografiasyvidas.com”. En 1946 contrajo nupcias con Luz López Alegre y tiempo después empezó a publicar textos literarios, los cuales se enmarcan dentro de un contexto de cambio social y político de Uruguay y América Latina. En un principio, Benedetti desarrolló una literatura realista, de escasa experimentación formal y referente al tema de la burocracia pública, a la cual él mismo pertenecía. Debido a este estilo literario empezó a experimentar un gran éxito en sus libros poéticos y narrativos. En “Poemas de la oficina” (1956) y “Montevideanos” (1959), los lectores pueden apreciar un retrato social del contexto de esa época y una crítica al sistema burocrático de la sociedad. Por ese entonces logró su consolidación literaria a través de “La tregua” (1960), historia amorosa de fin trágico entre dos oficinistas, y “Gracias por el fuego” (1965), que constituye una crítica más amplia de la sociedad nacional, con la denuncia de la corrupción del periodismo como aparato de poder. En un segundo periodo, sus escritos hicieron eco de la angustia y la esperanza de amplios sectores de la sociedad por encontrar salidas socialistas a una América Latina subyugada por represiones militares. En los años 70 partió como exiliado a Buenos Aires, Lima, La Habana y España. De esa época son sus escritos más audaces: “El cumpleaños de Juan Ángel” (1971) y “La muerte y otras sorpresas” (1968). Su crítica social es recogida en sus obras “Letras del continente mestizo” (1967), “Sobre artes y oficios” (1968), “Del desexilio y otras conjeturas” (1984) y “Crítica cómplice” (1988), así como en la evocación autobiográfica “La borra del café” (1993), según el portal web “buscabiografias.com”. En 1997 leyó su poema "Che 1997" en México, con el que rindió homenaje al revolucionario Ernesto "Che" Guevara, a propósito del 30 aniversario de su muerte en Bolivia. El 31 de mayo de 1999 recibió el VIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana y ese mismo año publicó "Buzón de tiempo", donde reunió 25 cuentos inéditos, y "Rincón de Haikus", un libro inspirado en la lírica japonesa. En 2003 escribió la novela "La tristeza y otras alegrías" y presentó en el Círculo de Bellas Artes de Madrid su libro "El porvenir de mi pasado". Al siguiente año publicó "Memoria y esperanza: Un mensaje a los jóvenes", en el que le pide a la juventud que nunca deje de luchar por sus sueños, poniéndose al servicio de las nuevas generaciones que quieran escuchar sus consejos. En su última aparición pública, en diciembre de 2007, fue condecorado con la Orden Francisco de Miranda, por el presidente venezolano, Hugo Chávez. Su última obra publicada es el poemario “Testigo de uno mismo”, que está marcado por la melancolía de la muerte, así como por la soledad de Benedetti, quien perdió a su esposa en el 2006. Mario Benedetti falleció el 17 de mayo de 2009 en su domicilio en Monte Video, dejando un nutrido legado literario.