La característica con la que más se asocia al mes de septiembre es la bandera nacional; las fachadas de las casas, de edificios gubernamentales, los autos y hasta los rostros de los mexicanos se colorean con el verde, blanco y rojo, como una muestra de orgullo nacional. Con este mismo fervor, la Dirección General de Fábricas de Vestuario y Equipo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) elabora en un proceso meticuloso que dura hasta tres semanas, las banderas monumentales. El inicio de la confección del lábaro patrio comienza con el corte de la tela, un tipo de nylon con tejido Ripstop que se somete a un reforzamiento a 190 grados centígrados durante varias horas, a fin de eliminar impurezas y evitar que la tela pierda resistencia. A esa temperatura se le añade la pintura roja o verde, que está adicionada con agentes repelentes al agua y a los rayos ultravioleta, lo que le permitirá resistir las condiciones climáticas a alturas de hasta 110 metros. A las banderas destinadas a ondear en el Distrito Federal, se les añade un polímero para repeler la lluvia ácida. Para la confección de cada bandera monumental, son necesarios hasta mil 400 metros de tela, que es sometida al proceso de teñido y acondicionamiento, para después llevar a cabo los cortes que serán ensamblados. Los lienzos verde, blanco y rojo son unidos con costuras y telas de refuerzo, que son más numerosos en el verde, debido al refuerzo por el anclaje al asta, y por último, le son colocados los demás accesorios. La fábrica de la institución castrense elabora banderas que se colocarán en astas que van de los 50 a los 110 metros de altura, con dimensiones de 25.50 por 14.29 metros, a los 55 por 31.43 metros de superficie. Esta dirección de la Sedena fabrica un promedio de 25 banderas monumentales al año, pues el promedio de vida de este tipo de banderas es de alrededor de 11 meses, lo que depende de las condiciones del clima, hasta que el lienzo patrio tenga que remplazarse. No obstante, si la bandera se daña, se reinstala mediante un procedimiento específico, pero antes, un área de dictamen y mantenimiento determina si es candidata a ser reparada, y si dicha reparación es técnica y económicamente viable. La Dirección General de Fabricas, en el área de Banderas, bordados y estampados, fábrica las banderas a solicitud de los gobiernos federal y estatales, que una vez terminadas tienen un peso de alrededor de 150 kilogramos, de acuerdo al número de ojillos, piolas o cuerdas de refuerzo y mosquetones de acero o aluminio, que tengan. Para la impresión del escudo nacional con el águila devorando a la serpiente sobre un nopal, se utilizan hasta 70 litros de pintura en siete colores base, que se plasman a mano de manera artesanal en menos de tres cuartas partes del lienzo blanco, con una superficie impresa de hasta 13.70 metros de diámetro. El procedimiento dura hasta cuatro días, desde el inicio del calcado de la imagen sobre la tela blanca, hasta la aplicación de un recubrimiento protector. En el Distrito Federal, las banderas monumentales de 100 metros de altura se encuentran en el Campo Marte, San Jerónimo y en el Heroico Colegio Militar, en tanto que en el Zócalo, la Escuela Militar de Ingenieros y en el Campo Militar Número Uno, ondean lábaros patrios en astas de 50 metros. Asimismo, hay banderas monumentales en las principales ciudades del país, como Tijuana y Ensenada, en Baja California; Chihuahua, Chihuahua; Cancún, Quintana Roo; Monterrey, Nuevo León; Iguala, Guerrero y San Luis Potosí, entre otras.