Evelin Galindo/ La Voz de Michoacán Morelia, Michoacán. El abandono es la principal causa de que cientos de ancianos se encuentren en refugios y asilos. Cristina Vega Cruz, interna del albergue Cristo Abandonado pide a las familias que no abandonen a sus ancianos, porque en la senectud es cuando más se necesita el cariño de la familia. Sistemas como DIF, IMSS y Derechos Humanos, vigilan las condiciones de los adultos mayores en el estado para reducir el déficit de servicios que se ofrecen a este sector. Hace dos años que Cristina, de 78 años llegó al albergue de Cristo Abandonado, su situación familiar le obligó a salir de su casa, en donde vivía con su pareja, quien fuera diagnosticado con demencia senil. Cristina, que sufría de constantes caídas por una razón que desconoce, se sintió incapaz de atender las necesidades de su marido y buscó lugar para ambos en el albergue referido. Ella y su esposo llegaron a refugiarse en el espacio que se convirtió en una nueva casa y donde más tarde, su marido perdiera la vida. Asegura que se enfrentó a una serie de dificultades y que al quedarse sola, se aferró a permanecer en el único lugar en donde se le brindó techo, alimento y atención médica. Cristina comenta que su vida ha sido dolorosa, perdió un pulmón hace varios años y sus caídas le dejaron algunas fracturas. Con el medicamento que le fue administrado en albergue Cristo Abandonado, ha dejado de caerse y hasta puede salir a la calle. Le gusta visitar la catedral y recorrer el centro de Morelia, pero siempre vuelve puntual para poner la mesa, porque su responsabilidad en el albergue, es colocar las servilletas para cada comida. Para más información consulte la edición impresa del 27 de agosto.