Phoenix.- El running back Jonathan Dwyer, de los Cardinals de Arizona, propinó un cabezazo a su esposa después de que ella se rehusó a sus insinuaciones sexuales, de acuerdo con la policía. En un reporte de la policía se explicó que el jugador de NFL le quebró la nariz a su esposa con el cabezazo y al día siguiente la golpeó en el rostro. La NFL ha sido sacudida por incidentes de violencia doméstica desde que surgió un video que mostraba al ex running back Ray Rice, de los Ravens de Baltimore, desmayando de un golpe a su entonces prometida en un elevador en Atlantic City, Nueva Jersey. Los detalles del ataque de Dwyer surgieron en el reporte un día después de que Dwyer fue arrestado por cargos de agresión agravada e inhabilitado por los Cardinals de todas sus actividades. El running back pasó la noche en prisión y tuvo una breve audiencia en la corte antes de ser liberado el jueves por la mañana. El arresto se da en un momento en que la NFL y su comisionado se encuentran bajo fuego por una serie de incidentes violentos fuera del campo que involucran a varios de los jugadores estelares de la liga, entre ellos Ray Rice, Adrian Peterson y Greg Hardy. Los Cardinals han inhabilitado a Dwyer de todas las actividades del equipo. Dwyer fue arrestado el miércoles como parte de la investigación de dos altercados que sucedieron el 21 y 22 de julio en su hogar en Phoenix, pocos días antes de que los jugadores de los Cardinals se reportaran al campamento de pretemporada. Su esposa abandonó el estado tras los incidentes, pero regresó hace una semana después de que Dwyer aparentemente envió mensajes de texto con alusiones suicidas incluyendo una foto portando un cuchillo. De acuerdo con la policía, en el primer incidente Dwyer trató de besar y desvestir a su esposa, pero ella se negó. Alguien que escuchó la discusión contactó a la policía, y agentes acudieron al apartamento del jugador pero no realizaron arrestos. Dwyer se ocultó en el baño y la esposa negó que él se encontrara en casa porque el running back había amenazado con matarse frente a ella y su pequeño hijo si reportaba la agresión a la policía, según los agentes. Al día siguiente, Dwyer asestó un puñetazo a su esposa en el lado izquierdo de su rostro, indicó la policía. También golpeó muros y arrojó un zapato a su hijo de 17 meses, que no sufrió lesiones. Cuando su esposa trataba de llamar a la policía, Dwyer tomó el celular de la mujer y lo arrojó del apartamento, que se encuentra en el segundo piso. Los testigos dijeron a las autoridades que la esposa de Dwyer dijo, "estoy llamando a la policía" mientras se cubría el rostro hinchado y tomaba a su hijo.